Capítulo 18

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¿Quien iba a decirle que genuinamente el helado de vainilla con chispas de chocolate, crema y salsa de chocolate iban a saber tan bien? Bueno, si su madre era quien se lo daba mientras aún lloraba por el dolor de enterarse de lo que le hizo Kengo junto a su primo, Takeru debió esperarlo.

Después de que arrestaran a Yusaku, lo cual comprendió luego como un método de escape, porque si el los alcanzaba los mataba y si iban a cualquiera de sus casas él los encontraría y asesinaría, su primo no encontró otro escape que hacer que se los llevaran detenidos a la cárcel, incluso vio cómo casi se los llevan pacíficamente hasta que ese grupo de alfas imbéciles lo vieron y entonces su primo golpeó a uno de los policías, los otros tres lo imitaron y volvieron a intentar escapar. Los atraparon dos calles después.

No los había vuelto a ver, estaba demasiado ocupado llorando y siendo consolado por su madre, que insistía en que podía contarle lo que pasó para que se peleará tan seriamente con su novio, como para ir a masacrarlos uno por uno… porque debía ser él.

No su dominatrix/maestra madre, no su padre sargento de policía y tampoco su hermano mayor que pronto sería cinta negra en karate, debía ser él el que asesine a latigazos a esos cuatro infelices.

Y lo iba a hacer… así debiera chantajearlos con decirles a toda su familia sobre los negocios ilícitos que ese cuarteto tiene.

(...)

— Estas bromeando, ¿verdad?

— No es “taan~” mal plan si lo piensan… pongo ¥700.

— ¿No debemos esperar a Yusaku-kun para armar un plan? —Haou reordeno sus propias cartas antes de poner unas fichas en la mesa imitando a Zarc— Igualó tu apuesta, Zarc-kun.

— Debe estar hackeando la red de la policía, por alguna razón le debe un favor a Vector y este lo era cobrando con una lista de informantes y/o testigos en casos contra su banda… pago por ver.

— ¿Ah? ¿Que acaso le dio un deseo sin nivel o que? Full house.

— Algo así —Kengo volteo a ver a Zarc que también mostró una full house—. Poker, yo gano.

— ¡Carajo! ¡Pido doble o nada!

— ¡Mi trío de prostitutas favoritos, dejen de apostar y prestenme su mísera atención que es hora de discutir tantos negocios como planes!

Los tres alfas voltearon al mismo tiempo al escuchar a su amigo y líder entrar de forma ruidosa en la bodega.

Zarc se estiró sobre la caja que usaba de asiento antes de guardar las cartas en una pequeña caja de metal, junto a las fichas de plástico que estaban usando antes, al tiempo que el alfa de ojos verdes tiraba a un lado un tubo algo oxidado de metal en alguna parte del suelo y dejaba un cuaderno en la gastada mesa de plástico mientras tomaba un banquillo para sentarse en el único lado disponible.

— Bien, antes de comenzar… ¿Alguna duda?

— ¿Que le debe Playmaker a Vector?

— Eso lo discutiremos luego —Yusaku abrió el cuaderno y comenzó a pasar las hojas hasta llegar a una en blanco y comenzar a escribir en ella—. Ahora hablaremos de negocios, tanto los que tenemos con los barian, los lancers, arcadia y nuestro nuevo socio, el “team satisfaction”, como de su lealtad; también quiero que discutamos reordenar nuestros tratos con las siguientes pandillas: oricalco, la sociedad de la luz y Hanoi.

— A lo primero, los barian siguen temiendo a Playmaker, lo comprobé después de discutir con Vector por correo sobre el favor que le debías… primero creyó que lo contactaba para avisar de la ejecución de alguno de sus miembros, así que le informé que era por el deseo y que por ahora no necesitaba nada más de ellos…

¡Algún día serás mi esposa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora