¡Algún día serás mi esposa!

Capitulo 29

Su hermano iba a matarlo. Lo iba a masacrar con lo que quedaba de la silla mientras lo violaba con una de sus patas de madera como si fuera una pésima película porno... o eso le estaba dando a entender Yuya por el modo en que le veía al mismo tiempo que limaba sus uñas, esas cosas que parecían garras pintadas de un rojo carmesí que o competía con sus ojos o lo hacía con la sangre, sólo sabía que tenía miedo.

— No vinimos a arrestarte, sólo queremos hacerte unas pregun-.

— ¡Yo lo hice! ¡Lo aceptó, llevenme ya! —Todos los presentes vieron al alfa menor volverse a tirar al piso, lloraba y gritaba desesperado su culpa sobre algún crimen.

Tanto Aqua como Earth veían confundidos al chico aferrarse desesperado a las piernas de la mujer solicitando ser arrestado, en especial la de cabellos celestes que estaba más acostumbrada a que ese chico de ojos amarillo y mechones verdes se resistiera a un arresto e incluso recordaba cuando este la atacó en un intento de huida... así que no se explicaba el porqué de su comportamiento...

O eso hacía hasta que vio de reojo al omega de ojos rubí afilando sus uñas mientras veía al menor con una mirada tan amenazante y aterradora que hasta ella llegó a intimidarse por eso.

— Ni modo, el chico ya confesó, debemos llevarnos-.

— Un momento, un momento... —Zarc observó aterrado como Yuya se interponía entre él y los policías— Pero... ¿Exactamente por cual crimen se supone que se llevaran a mi querido hermanito menor?

— Eso no es de su incumbencia, Sakaki-san.

— Me temo que sí lo es, Ignis-san, porque se trata de mi dulce y querido hermanito —Yuya agarró al menor de ojos amarillos, obligándolo a pararse, para abrazarlo con una mano mientras sonreía de un modo tan tétrico que todos los presentes sentían pena por Zarc—. Yo me preocupo por todo lo que él hace... en especial cuando pueden arrestarlo si tiene una coartada.

— ¿Ah?

— ¿Cómo?

— Sí... —El omega de ojos rojos hizo un adorable puchero sin dejar de acariciar el brazo de su hermano menor— Zarc ha estado jugando a las cartas conmigo cartas toda la tarde, después de que me fue a buscar a mi trabajo...

— ¿Desde cuando ser puta es un trabajo? —Earth lanzó el comentario como una broma pesada y como respuesta el omega solo mostró una juguetona sonrisa.

— Desde que uno de mis clientes, es el sargento de policía Homura Flame.

— ¿Ah?

— ¿Cómo?

— ¿¡Qué!? —Los dos hermanos biológicos del omega estaban igual de sorprendidos que el otro par de hermanos policías; en especial Zarc que ahora en serio no sabía cómo miraría a su mejor amigo a la cara— ¿¡Te acuestas con el tío de Yusaku!?

— ¿¡Te acuestas con un sargento de policía!? —Yuri, que había optado por mantenerse ajeno a la conversación, se acercó al grupo para encarar a su hermano— Por un demonio, ¿¡que no tienes límites!?

— Intentó ayudar a mi hermanito, del modo que sea —Yuya continuó acariciando el brazo de su hermano menor con un cariño que solo aterraba aún más al menor—. Y así tenga que llamar a la casa de mi cliente y mostrarle a su bella esposa las fotos de su marido teniendo sexo conmigo, lo haré.

— Aqua, ¿Este omega nos está extorsionando?

— ¿Quieren arruinar el matrimonio de su hermano mayor?

— ... —Aqua suspiró antes de sonreír con cierto cinismo— Nos iremos, solo queremos saber dónde está Yusaku, es que se escapó del hospital y sus padres están preocupados.