Capítulo 16

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Yusaku sintió una pequeña esperanza al ver la actitud de su omega, aunque esté claramente desconfiaba tanto de él que no debía dudar que lo atacaria y eso no se lo impediría...

— Muy bien… mira, no se que pudiste imaginar… o recordar… pero yo nunca lastimaría a un niño de ese modo… a lo máximo fuerzo a Aki a comer sus verduras amenazandolo o a los gemelos Shingetsu a tomar un baño, pero-.

— ¿Los gemelos Shingetsu?

— ¿Eh? —El alfa de ojos verdes por un momento ya no vio miedo, si no que duda y molestia— Si… Shingetsu Reginald y Shingetsu Rio, son dos mellizos que solía cuidar hasta hace casi un año y tanto, ¡pero puedo jurarte que jamás-!

— ¿Shark y Rio?

— ¿Ah?

— ¿Tu eras el alfa en qué Shingetsu-san confiaba para cuidar a sus hijos antes? —Por muy extraño que se viera, eso pareció calmar bastante al par de albinos, ambos habían escuchado de cierto alfa de ojos verdes que solía cuidar a los mellizos antes de que ellos se mudaran a Den City.

— Supongo que sí… porque hasta donde tengo recuerdos, Vector y su esposo jamás confían lo suficiente en alguien para cuidar de los mellizos…

— ¿Ikemen-san era el general del mundo Astral?

— … ¿También vas contra los Barian?

Ryoken no confiaba en ese alfa, apenas y confiaba en Vector, el marido de Yuma y padre de esos cachorros, pero… el hecho de que mencionara ese mismo juego que Melody tanto le contaba, o que los mellizos tardaron tanto en explicarle porque no confiaban aún en el…

— ¿Realmente eres de confianza de Shingetsu-san hasta el punto de cuidar de los gemelos?

— Eh… ¿Sí…? Algo así…

Dudaba, dudaba bastante de aquel alfa, pero ese mismo instinto que solía decirle que corriera lo más lejos posible de donde estaba Melody cuando sentía y sabía que alguien lo seguía, no le decía nada.

Por alguna razón todos sus sentidos e instintos le decían que debía confiar en aquel chico de ojos verdes que le observaba entre apenado y temeroso.

¿Que debía hacer? ¿Escuchar su instinto y arriesgarse a confiar, de nuevo, en un alfa… o ignorar esas mismas voces, atacar al alfa y correr para salvar a Melody?

(...)

¿Debía comenzar a creer en la fuerza del destino y la suerte…? Definitivamente ¿Debía agradecerle al universo por conspirar, por primera vez, a su favor? Por supuesto ¿Playmaker debía contactar con Shingetsu Rei, alias Vector, líder de la pandilla “Barian”, que ha causado estragos e intimidado a varios otros líderes de pandillas por simple gusto y deseo de poder pero que le teme al mismo hacker que actualmente maneja casi por completo a los bajos líderes criminales, hasta donde tenían todos conocimientos, para agradecerle el simple hecho de que su esposo le consiguió una pseudo cita con el hermoso omega albino que tanto amaba? En definitiva y completamente si, Yusaku debía hacerlo.

Hace un rato, mientras Ryoken se debatía mentalmente qué hacer, el omega había recibido justo una llamada de Yuma, quien le llamaba para saber si podía ir a verle algo en una tienda cercana a donde estaban, aprovechando en el momento el albino preguntó, con muy obvia desconfianza, por el alfa de ojos verdes al moreno… la verdad no se espero que el otro omega reafirmará la versión del chico, que aún le sostenía de la muñeca con cierta fuerza, si no que también le recomendó que si confiaba algo en Vector entonces podía confiar en ese alfa de ojos verdes.

Así que el de ojos azules término ignorando parte de sus instintos, permitiría que ese alfa de cabello azul y rosa estuviera cerca de él y Melody, pero a medio metro como máximo.

Por tanto los dos mayores y ambos menores volvieron a entrar al arcade, aunque nada más lo hicieron los dos infantes se fueron corriendo buscando algún juego con la cual distraerse hasta tener más hambre. Ryoken fue a buscar a ambos mientras que Yusaku trataba de terminar de procesar el hecho de que su amado omega aceptó pasar la tarde con él…

— ¿Kengo? ¿Estas llorando? Que poco hombre eres…

— ¿En serio tienes el cinismo de decirme eso? —Al otro lado de la línea, el mencionado de cabello rosa con violeta suspiro hastiado— No se porque pregunto lo obvio. Si, estaba ensayando.

— ¿Ensayando?

— Tu primo está hecho aún una furia, iré a suplicarle que no me deje; porque si lo hace le puede ir a decir sobre las drogas y las filtraciones de la policía a tu padre.

— … ¿Takeru sabe sobre la droga? Diablos… —Después debía descubrir qué tanto sabía su primo “tierno y adorable” sobre los negocios que tenía junto a sus amigos con las pandillas de la ciudad— Como sea, necesito un favor…

— Llama a Haou-kun o Zarc-kun.

— Haou está cocinando más éxtasis así que no puede usar el teléfono o explota media costa y Zarc consuela a su hermano Yuri porque su zorra hermano resultó ser el amante de su ex; y lo se porque después de desesperarme con Aiko, fui a su casa, rapte a Aki y me lo traje a un arcade… además eres el único que puede hacerme el favor.

— ¿A quien debo ir a cobrar la mensualidad o que red debo hackear? —El de ojos verdes se río por el tono tan despectivo de su amigo hacia sus propios actos.

— Hackea algún servidor usual de los que Playmaker usa y contacta a Vector —Yusaku escuchó a su amigo teclear algunas letras—. Informale que tiene la gratitud de Playmaker y como su hada madrina le concederá un deseo sin nivel cuando quiera.

— ¿¡Sin nivel!? Carajo, ¿como te ayudo el maldito como para darle un pase directo a testigos, informantes y eliminación de evidencia?

— Después te explico junto a los demás… y no te preocupes, te ayudaré a reconquistar a Takeru, aunque me es más fácil convencer a un jurado que Haou no cocinaba drogas porque sí que tratar con mi primo…

— Más te vale… bueno, veré como lo cobra ese imbécil. Adiós.

— Obvio, gracias. Adiós.

El alfa de ojos verdes sonrió para sí mismo mientras terminaba la llamada y guardaba su celular, antes de alcanzar a Ryoken junto a los dos infantes, que estaban frente a una máquina de peluches admirando la gran cantidad de los mismos.

Ahora… ¿Cómo debía intentar lucirse con su amado omega? ¿Debía demostrar su habilidad en esas malditas máquinas del diablo y regalarle unos cuantos muñecos o era demasiado?

¡Algún día serás mi esposa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora