Capítulo 3

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Takeru observó a su primo escribir en un cuaderno sus propias anotaciones, mientras consolaba a medias a Aiko, su hermana de casi un año de vida.

La bebé de ojos amarillos con cabello negro seguía llorando en los brazos de su hermano mayor que parecía desesperarse cada vez por el incesante llanto de está, el de lentes se largó a reír antes de acercarse y tomar a su prima para que el mayor no la golpeara contra la mesa para hacerla callar; por suerte su llanto comenzó a menguar al verse consolada por el omega de mechones rojos.

— Les pido a mis padres una nueva consola... y me dan una maldita hermana que nunca pedí… y que solo se dedica a llorar y llorar —La niña volvió a llorar con intensidad después de escuchar el comentario de su hermano— ¡Ya cállate maldita sea, Aiko!

— ¡Mejor cállate tu! Eso sólo la desespera más y si no vas a hacer otra cosa que cortar fotos y escribir sobre ese omega, cuyo nombre no sabes siquiera, entonces no asustes más a tu hermana.

— ¿Desde cuando se supone que tu estas a cargo? ¡Eres dos años menor que yo!

— Desde que comencé mi vida sexual de forma responsable y no con la primera bailarina exótica omega que mis amigos contrataron —Takeru dejó a Aiko en el sofá, después de que está se quedara dormida y ponerle unas cuantas almohadas para evitar que se cayera— que además me contagió una ETS...

— Primero: tu novio también estaba en esa fiesta, incluso creo que manoseó a otros bailarines omegas; segundo: En mi defensa, la tipa tenía unos buenos pechos y un enorme trasero, iba a ser estúpido no aprovechar y tercero: Me revisaron de eso cuando me internaron por romperme la nariz… sigo limpio y libre de gonorrea ¿ok?

El omega con lentes suspiro hastiado antes de negar, su primo siguió cortando las fotos que había imprimido del omega albino del que tanto afirmaba estar enamorado.

Yusaku había vuelto a espiar a su amado, claro después de que sus padres salieran de la cárcel después de aclarar la supuesta pelea doméstica que tuvieron, porque él no estaba dispuesto a gastar su dinero en una niñera para la molesta niña que tiene por hermana y sus padres lo asesinarian si se enteraran que usó su dinero para eso mismo.

Yusaku no soportaba a los bebés, soportaba a los niños, incluso trabajaba de niñero de vez en cuando, pero sólo con cachorros de dos años o más, si tenían menos que eso entonces no aceptaba y su hermana no era la excepción.

Mientras menos pasará con ese molesto engendro que le quitó su puesto de malcriado hijo único… y ahora sólo lo dejo con el título de primogénito sociópata.

(...)

Después de tres semanas de observación continua, descubrir su horario de trabajo y algunos de sus gustos y disgustos, por ejemplo cuando compraba unas galletas surtidas siempre separaba las que tenían relleno de crema y se comía el resto, algunas manías o actitudes, como la de llevar siempre un frasco de alcohol para limpiarse las uñas que siempre tenía pintadas de púrpura, rosa o blanco…

También que vivía algo lejos ya que usaba el tren para irse y llegar a su trabajo, un día debía darse el tiempo para buscar su monedero y seguir más allá de la estación cercana a la librería donde trabajaba el omega…

Además estaba su cercanía con un beta de cabello plateado y ojos azules que parecía trabajar con él, porque fueron varias las ocasiones donde los había visto salir juntos de aquel lugar; incluso vio el coqueteo que este tenía sobre SU omega, pero le alegraba bastante que éste pareciera rechazar ese tipo de contacto.

Pero ese día sería diferente… tenía a sus amigos y primo animandole desde la distancia, sería su quinto intento en tratar de hablarle al omega.

El primero falló porque su padre lo llamó y delató antes de reunir el valor suficiente, el segundo en que el albino apareció acompañado de ese beta y no pudo acercarse sin evitar desear asesinar ahí mismo a aquel intruso, el tercero en que Takeru terminó arruinándolo trayendo a su hermana Aiko y el cuarto en bueno… corriendo con sus amigos para escapar de una de las ex-novias de su Haou.

Ahora si, su hermana estaba con sus padres, había apagado su celular, ese beta se había ido hace un buen rato y sus amigos llevaban unos buenos disfraces… nada podía salir mal.

Ahora estaba a unos pocos metros del omega, que estaba de espaldas a él subrayando unas cosas en un libro… que según pudo ver era de química de tercero de preparatoria, vaya su amado era un año mayor que él, quien lo diría…

— O-oye… —Yusaku sostuvo del hombro al omega, que volteó rápidamente al sentirlo, su corazón se aceleró rápidamente al ver aquellos ojos azules tan de cerca… casi podía escuchar a sus amigos reírse de su nerviosismo— H-Hol-.

— ¡Ahhh! —El omega grito aterrado antes de golpearlo fuertemente con su libro.

El alfa retrocedió confundido antes de ver como el omega de cabello blanco lo observaba asustado para después largarse a correr en alguna dirección.

Los tres alfas y el omega se acercaron confundidos a Yusaku, que parecía recuperarse bastante triste de aquel golpe contra su persona.

— Yusaku… ¿Que diablos le dijiste para que reaccionara así?

— No lo se… de hecho… ni siquiera pude saludarlo… —El mayor se largó a llorar mientras abrazaba a su primo, que sólo reaccionó a palmear asqueado su espalda a modo de consuelo— ¡Y yo que lo amo tanto! ¿¡Cómo le diré esto a nuestros tres hijos!?

Los alfas observaron hastiado a su amigo de ojos verdes, que seguía llorando en brazos de su primo… ¿Que clase de película fantasiosa se había armado Yusaku con el omega que lo había golpeado?

¡Algún día serás mi esposa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora