Todos odiaban aceptar que Yusaku tenía razón, Takeru había vuelto rápidamente a ser él.
Lo sabían y escuchaban... los gritos agónicos del alfa de ojos verdes mientras era azotado en el piso por el omega de mechones rojos, que estaba sentado encima suyo, con su látigo para caballos y un arma de electrochoque les demostraba a todos lo bien que estaba psicológicamente.
— ¿¡No está mal que veamos a Yusaku sufrir en el piso mientras lo golpean y lo paralizan sin hacer nada!?
— ¿¡Quieres unirte!? —Haou y Zarc escucharon un nuevo grito por parte de su amigo antes de abrazarse aterrados y esconderse detrás de Kengo que estaba igual de aterrado que ellos de su novio.
Sus suegros, Ray y Flame, veían complacidos a su hijo del medio asesinar a golpes y a electrochoques a su primo ya que Aidan estaba agonizante en el piso, claramente se veía como se esforzaba por respirar; Akako curaba como podía las heridas de su hermano mayor alfa, mientras el omega terminaba de usar como pelota de anti-estrés a su primo.
— ¡Mi hijo ya esta mejor!
— Solo espero no tenga una recaída —Homura Flame volteo a ver a su yerno con una extraña sonrisa sádica—. Deberías tomar el lugar de mi sobrino y ayudar a mi hijo en su estrés emocional, ¿no eres tu su pareja?
— Si... pero... —El alfa de cabello rosa con mechones azules volteo a ver a su adorable y tierno novio recuperar el aliento sin bajarse de encima de Yusaku, parecía agotado por toda la tortura a la que había sometido a su hermano mayor y primo mas cercano— Creo que Takeru ahora solo quiere descansar...
— Tienes razón, entonces vete para que pueda-.
— ¡Papá! ¡No echarás a mi novio de aquí! —Takeru se levantó y se acercó a los dos alfas que discutían en la sala de la vivienda, en todo momento caminó sobre el cuerpo de su primo de cabello azul oscuro con mechones rosas, el alfa apenas y logro quejarse por aquella acción.
— Pero hijo-.
— ¡Pero nada! ¡Mamá!
— Kengo-kun fue de bastante ayuda para cuidar de Takeru mientras tú trabajabas cariño —Ray se acercó moviendo sus caderas con gran elegancia—, debería quedarse otro rato ya que está visitando a su pareja, al igual que los otros dos chicos... que hacen un muy mal rcp por cierto.
Los cuatro voltearon a ver a los dos alfas de ojos ámbar que trataban de reanimar a su amigo presionando su pecho con fuerza o brindándole de su oxígeno para que respire de nuevo.
— ¿¡Estás seguro que esto funciona, Haou!?
— ¡Tu dijiste que estaba muerto! —El castaño respondió sin dejar de intentar ayudar su amigo— ¡Yo solo asumo que debemos hacer!
— Por el amor de dios, Yusaku no está muerto, solo esta inconsciente por- —El alfa adulto se acercó a revisar a su sobrino, tocaba su cuello buscando su pulso. Flame se puso pálido al no encontrarlo—. Ray llama a una ambulancia y a tu hermana.
La mujer mayor en el cuarto se puso igual de pálida que su esposo antes de obedecer, Flame solo seguía en su tarea de hacer el rcp de forma correcta hasta que llegara la ambulancia, los demás adolescente solo observaban entre pánico y terror al adulto tratar de revivir a Yusaku.
Pero no era culpa de Takeru, no... todos le advirtieron que no era una buena idea el que insultara al omega llamándolo prostituta dominante de cuatro ojos.
(...)
— Yo sabía que Yusaku-chan se mataría un día... pero nunca esperé que fuera insultando a Takeru-kun.
— Yo creí que te notificaría del cadáver de tu hijo en un año... por una sobredosis o lo que fuera, no ahora y que Takeru tal vez sea el responsable...
— No puedo creer que mi hijo está internado en el hospital... —Serena comenzó a llorar en el hombro de su hermana.
— ¡Yusaku! ¡No puedes morirte! Eres mi mejor amigo... —Zarc comenzó a llorar mientras se apoyaba en la camilla donde Yusaku estaba, Haou consolaba al de mechones verdes al mismo tiempo que las mujeres lo hacían entre ellas.
El alfa de ojos verdes solo veía toda esa estúpida escena con obvia molestia, respiraba con ayuda de una mascara de oxigeno, al parecer su primo de mechones rojos le rompió tanto la nariz y la boca que no podía respirar bien... lo único bueno era la morfina que le daban para el dolor. Era lo único.
Porque quería morirse, por eso había insultado a Takeru hasta el grado de que lo había ayudado más de lo que lo hicieron las terapias a las que había ido; quería morirse por su tan espantosa suerte.
Solo a él podía pasarle que justo ignorara cuando su amado futuro esposo le llamara más de 10 veces.
(...)
— Zarc, voy a golpearte con una maldita silla si no me contestas en la próxima llamada...
Yuya gruño molesto cuando volvió a escuchar como era enviado de nuevo al buzón de voz por parte de su hermano menor, ahora si, iba a matarlo con una silla. Así que solo chasqueo la lengua igual de molesto antes de tomar sus cosas, dinero y salir del cuarto... ahora tendría que caminar para conseguir un maldito taxi y lo que menos quería hacer era llamar más la maldita atención de la gente.
Caminaba en la acera aún intentando contactar a su hermano, necesitaba transporte y Yuri lo había mandado al demonio por mostrarle la verdad, que su novio era un infeliz que por cualquier insinuación estaba dispuesto a acostarse con tanto omega o beta tuviera enfrente; eso se ganaba por ayudar.
Estaba planeando como matar a su imbécil y virgen hermanito cuando alguien jalo de su brazo en dirección a un callejón por el que pasa, antes de empujarlo contra una pared y tapar su boca.
— Eres más fácil de encontrar de lo que cualquiera esperaría... —Una hermosa y voluptuosa omega de cabello rubio cenizo fue la que habló, él que lo sometía era un alfa de cabello castaño— Considerando tu historial, no espere demorar tan poco...
El omega de ojos rojos gruño molesto como respuesta, la chica le ordenó al castaño que lo soltara, Yuya no dudo ni un momento en golpear con fuerza el rostro del alfa y después encarar a la chica.
— ¿Qué haces aquí? Mejor aún, ¿Por que me buscas?
— Lo estoy buscando, necesito saber donde esta...
— ¿Quien? —La chica observó un segundo al alfa que se retorcía de dolor por el golpe intentando además detener el sangrado de su nariz— Respondeme.
— A nuestro verdadero líder.
— ¿Y que te hace creer que yo se donde esta?
— Eran amigos, tu le ayudaste esa noche... —Yuya no se dejó amedrentar por el rostro tan molesto de la omega— Estoy segura que sabes donde esta...
— Aún si sabría no te lo diría... Hice un juramento, igual que tu.
— Es que hay un problema... uno muy feo.
— ¿Qué es tan serio como para que rompas tu palabra?
— Thorn sigue con vida. —Fue lo último que dijo la chica antes de que el ambiente se pusiera espantosamente tenso.
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¡Algún día serás mi esposa!
FanfictionLe había visto por casualidad, quedando prendado de inmediato por su belleza. No le importaba que no supiera su nombre, edad, gustos... básicamente nada. Fujiki Yusaku, un alfa de 17 años, sólo sabía que aquel omega de cabello blanco con ojos azul...