Hagamos un trato

19

Unos minutos después el incesante mareo que me golpeaba sin piedad me había abandonado y pude incorporarme en la silla --llamè a Diamante, en un rato estará aquí, lo invité y no quiso asistir-- sonrió --que ironia, ahora tiene que venir.

--Te dije que estoy bien, no me he alimentado bien estos días-- tomé un poco de agua que Darien había pedido para mi.

--De todos modos no está de más que te haga un chequeo, ahora déjame despedirme de la fiesta ¿Si?.

--no es necesario, se te olvida que ya me iba, no soy nadie  aquí-- respondí sin mirarlo. ¿Cómo podría hacerlo sin que doliera?.

--Pues, deberías de lucir ese hermoso vestido ya que estás aquí, mírate, eres la más hermosa del lugar-- sonrió --no me gusta discutir, no te esperaba, te debo una disculpa, pero deja me disculpó mejor-- se levantó --¿Puedes caminar?.

--si, ya estoy mejor-- me levanté despacio.

--entonces vamos-- me tomó del brazo y se dirigió conmigo a la plataforma diseñada para la ocasión, sin esperar ni un segundo las luces de los reflectores nos iluminaron.

--Buenas noches, perdón, es mi segundo discurso de la noche y no quiero interrumpir su velada, pero mi esposa ha llegado y quería que la conocieran-- todos quedaron sorprendidos --¿No es hermosa?-- la miró --perdón a sus esposas caballeros, pero es sin duda la mujer más hermosa del lugar-- yo creia que me estaba derritiendo ahí mismo, ¿Cómo podía ese hombre cambiar sus estados de ánimo tan fácilmente?, Podía destrozarme, armarme, hacerme llorar y reír en tan solo segundos, y era sorprendente. --bueno, aunque la ven así de fuerte, se está sintiendo un poco mal, así que debo despedirme, prometo si se siente mejor volvamos más tarde, estamos esperando al doctor, así que si nos disculpan, sigan disfrutando de la velada-- todos aplaudieron por su gesto mientras nosotros bajamos caminando por el lugar.

--¿En serio te irás?.

--Nos iremos, Beryl, no hables como si Seren fuera invisible-- Darien se detuvo ante la interrupción de la pelirroja y yo sonreí para mis adentros.

--oh lo siento, es la costumbre de no verla a tu al rededor Darien, lo siento no es mi culpa-- el azabache le dió una mirada de esas que te dejan helado.

--Beryl, nosotros debemos irnos, encárgate de lo que falta, hablaremos después-- volvimos a caminar, lo seguí en silencio aún tomados de la mano.

Entramos al ascensor de cristal, viendo como las personas se hacían más pequeñas a medida que subíamos, hasta llegar a una suite hermosa.

--recuestate-- me ayudó quitandome las zapatillas --ese vestido está algo descubierto ¿No crees?.

--creo que es muy poca tela para su precio, prometo devolverlo.

--no te atrevas, hiciste una exelente elección, has brillado a pesar de todo-- masajeó mis pies.

--Darien no tienes que hacer esto-- me sonrojé, era tan pálida que me delataba enseguida.

--debió ser un día largo para ti, hiciste todas estas cosas en una tarde, debes estar cansada, lo siento Serena, soy un ser egoísta, no quiero compartir mi mundo con nadie, quizá debí avisarte, no sé qué pensar a veces-- yo solo lo veía atenta --Supongo que te has confundido, quizá has mezclado sentimientos y las cosas que han pasado entre nosotros, te comprendo-- se levantó y miró por la ventana la ciudad --yo, lo último que quería era lastimarte y si de verdad han crecido sentimientos dentro de ti, lo más prudente es que nos divorciemos, mira eres joven y olvidarás pronto-- . Me vine  abajo ¿Estaba escuchando bien?, No podía ni hablar --no te preocupes, el tratamiento de tú madre seguirá su curso, déjame compensarte.

--¿compensarme? ¿Crees que con dinero vas a compensarme?, No Darien, no me importa dejar todo y volver a dónde estaba antes de casarme contigo-- me levanté lo más rápido que pude, debía, necesitaba salir de aquí.

--Nunca te juré amor.

--Lo sé.

--siempre fuí claro.

--Lo sé.

--Entonces ¿Porqué te enamoraste de mi?.

--¡No lo sé!-- al fin grité.

--Lo admites, serena creo que lo mejor es que ...

--Supongo que lo es, y por el tratamiento de mi madre prometo pagarte cada centavo-- me quité las joyas y saqué  del pequeño bolso las  llaves-- me las llevaré para recoger mis cosas y me iré, solo me llevaré lo que es realmente mío, no tus adornos.

--Fueron regalos, no tienes porque dejarlos, todo es tuyo todo te pertenece, puedo indemnizarte, déjame ayudarte-- tomé la tarjeta blanca que Seiya me había dado, quizá me serviría.

--Vete a la mierda Darien Chiba-- estaba a punto de salir cuando la puerta fué tocada.

--Darien, soy Diamante, espero valga la pena sacarme de casa a esta hora, ahora abre-- Darien pasó por mi lado y abrió la puerta.

--al fin-- miró la situación y el ambiente tenso-- ¿Todo bien?.

--Todo bien, Serena se siente un poco mal-- me tomó del brazo, y me acostó de nuevo en la cama, yo aún no asimilaba mucho lo que estaba pasando así que no puse resistencia.

--¿Qué otros síntomas has sentido Serena?-- me tomó los signos vitales.

--falta de apetito.

--¿algo más?-- me tomó también la temperatura.

--mmm, no sé, mareos, creo que solo eso-- murmuré, quería largarme, correr lejos y olvidarme de todo.

--Contestame algo-- Darien nos miraba desde una distancia bastante prudente, pero podía escuchar todo.

--¿Qué cosa?.

--¿Cuando fué tu último ciclo menstrual?.

--¿Qué?-- parpadeé --no comprendo.

--Tú periodo ¿Cuando fué la última vez que lo tuviste?-- quitó el termómetro revisándolo. No había fiebre --tú presión arterial está ligeramente elevada, nada de que asustarse ahora, contestame.

--emm-- sacó cuentas y entonces lo comprendí, mi periodo no había venido desde que estuvieron en la luna de miel, hace casi dos meses. Vi a Darien girar rápidamente donde estabamos para esperar una  respuesta de mi parte.

--Desde que estuvimos en la villa, hace casi dos meses.

--Entonces-- Darien interrumpió.

--a ver-- Diamante sacó de su maletín una prueba de embarazo --vamos a hacer esta prueba casera, y mañana haremos unos análisis más completos-- me dió las instrucciones, miré a Darien y entré al baño para hacerme la prueba.

--¿Crees que esté embarazada, Diamante?

--Es lo más probable, si lo han estado buscando-- sonrió, Darien sirvió vino para ambos --esperemos.

Minutos después salí del baño más pálida que el papel. Extendi la prueba al doctor que de inmediato sonrió --Los espero mañana en mi consultorio, felicidades pareja, tal parece que están embarazados.

Lloré, todo lo que había querido antes estaba pasando, justo en el peor momento,  yo me iría, enterraría todo esto, pense hasta que sentí unos brazos rodearme. era él que acariciaba mi espalda y besaba mi coronilla. --Supongo que ahora debemos hablar mejor las cosas-- abrí los ojos, ya estabamos solos en la habitación.