Capítulo 1-1: "El coronel rival. Primera parte"

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Capítulo 1-1: "El coronel rival. Primera parte"




Ella caminó por ese lugar observando hacia todos lados en busca de alguna respuesta sobre como podría volver a su ciudad. Ella no quería estar ahí, quería continuar con su vida en la pequeña casa donde solía vivir. La estación de buses en la que estaba se trataba de un largo pasillo al aire libre, pero techado, como si fuera un gran quincho. A uno de los lados, tenías un amplio centro comercial con restaurantes elegantes y accesibles, y en el otro lado, había un total de setenta espacios donde los transportes se detenían para el ascenso y descenso de los pasajeros. Algunos de estos buses eran sencillos, blanco lisos con el logo de su correspondiente empresa, pero otros tenían colores llamativos, paisajes impresos, e incluso, uno de ellos tenía dibujada una rosa en la parte trasera.

En cuanto a las personas, había de todo, algunas felices porque se iban de vacaciones, otras tristes porque se terminaban las suyas, y muchos que miraban extrañados a la nueva guardiana de Wernox por estar paseándose por ahí con una alabarda. Incluso la policía estaba tan curiosa por el hecho que se olvidaron de actuar ante la presencia de una arma.

De pronto, cuando llegaba casi al final de esas plataformas donde se detenían los buses, vió estacionarse a uno extraño. Estaba pintado en su totalidad, de azul, con una pegatina que era un círculo celeste y blanco atravesado por dos rifles de asalto, y con un jaguar parado por encima. Sobre la parte blanca, estaba escrito con unas letras amarillas: "D3ELITE". Del interior de este bus, varios soldados de ambos sexos, los hombres vestían ropa deportiva de color azul marino, mientras que las mujeres llevaban un vestido azul ajustado al cuerpo que terminaba algunos pocos centímetros por debajo de su entrepierna, y unas botas bucaneras de cuero, todo del mismo color que el bus y la vestimenta de los hombres.

Lo mas extraño para la nueva guardiana de Wernox, era que algunos llevaban armas, mientras que otros iban desarmados, mas precisamente, las mujeres eran las que iban con todo tipo de armamento mientras que los hombres estaban totalmente desarmados. Cuando todos estaban fuera del transporte y listos para ingresar a la parte comercial de ese lugar, salieron otras dos personas del interior de ese bus, en primer lugar se hizo presente una mujer de baja estatura, con cabello rizado de color dorado, y con la misma vestimenta que las mujeres que estaban con ella. En segundo lugar, bajó del ómnibus, un hombre joven, moreno y que estaba vestido muy diferente a los demás hombres, ya que él se presentó con un uniforme militar con todo el equipamiento antibalas, y cargaba un rifle de precisión en sus manos. La rubia de baja estatura, armada con un arco que llevaba en sus manos, y una alabarda igual a la que portaba la guardiana de Wernox, dió algunas indicaciones a las personas que iban con ellos que, aparentemente, serían soldados. Tras recibir esas órdenes todos fueron al interior, menos los dos últimos que se presentaron quienes se habían quedado ahí besándose.

La chica de la alabarda se acercó hasta ellos para intentar resolver sus dudas acerca de en donde estaba, aunque ya lograba tener algunas teorías sobre cual era esa ciudad en la que se encontraba. A pasos lentos y algo tímidos, acortó distancias con esos dos acaramelados para hablarles.

—Disculpen, ¿puedo preguntarles algo? —En cuanto la guardiana de Wernox comenzó a hablar, la pareja bélica detuvo su intenso beso para escucharla. Ella esperó recibir una respuesta que la ponga bien hecha, pero no fué así.

—¿Qué mierda quieres tu? ¿No ves que estamos haciendo algo? —La rubia que cargaba el arco, se molestó mucho ante la presencia de la guardiana del dragón. Lo primero que la chica del vestido azul hizo, fué arrojar al suelo a la 'molestia' y amenazarla con su arco preparado para disparar una flecha electrificada.

—Esperen, ¿qué están haciendo? —La de la alabarda se hallaba completamente confundida. No lograba entender ese comportamiento, ya que eran militares o algo así, debían estar ofreciéndole ayuda, en lugar de atacarla.

—Déjala aquí a esta estúpida, nosotros estamos muy ocupados con otra cosa muy importante. Vayamos a ello. —Ante esas palabras de parte de aquel hombre joven con uniforme militar, los dos la dejaron a la guardiana de Wernox tirada en el suelo, y se retiraron con mucha prisa, tal vez, para que ella no los siga, o no se fijara mucho en la dirección hacia la que estaban yendo.

Ese dúo de soldados, se reunió afuera de esa gran edificación con todos los hombres y mujeres que habían descendido de aquel bus, marcado con el logo que los representaba a ellos, un logo que sabía señalar todo el tiempo quienes eran ellos: La tan temida y poderosa "D3ELITE". Un grupo paramilitar y que llevaba a cabo, guerras clandestinas por todo latinoamérica, ellos estaban fuera de toda ley existente, sus armas estaban en lo ilegal por sobre todas las demás cosas, y ni hablar de las tares que realizaban en cada una de sus sangrientas operaciones. Esos presentes en aquel lugar, estaban a punto de realizar otro de sus tan temidos 'trabajos' clandestinos.

Los dos que amenazaron a la chica de la alabarda, estaban parados junto a todos los demás soldados, formando un círculo gigante. Allí el hombre joven estaba hablando acerca del plan, cada uno de ellos, tanto las mujeres armadas, como los hombres desarmados y desprotegidos, estaban con muchas ansias de llevar a cabo la misión de la que él estaba dando explicaciones e indicaciones.

—Este es plan —explicó aquel que, sin dudas, era el líder de todo—: Los 'Ultra Kylger' buscarán la forma de llegar a la terraza del edificio objetivo y buscarán la forma de ingresar en el mismo. Las 'Sniper-Geryl' se posicionarán en ubicaciones estratégicas de los edificios que rodean al objetivo, con sus armas apuntarán y dispararán ante cualquier movimiento sospechoso o ante la presencia del fugitivo prisionero 7-1-2. Las 'Assault Catwingdog' esperarán en algún lugar seguro cercano hasta que los 'Ultra Kylger' ingresen en el edificio y acaparen toda la seguridad, ahí ellas entrarán y empezarán con la búsqueda de 7-1-2. Ya sabiendo como es esto, ¿alguna duda que tengan? Los escucho. —Ante la pregunta que el hombre joven realizó una de las mujeres armadas con un rifle de precisión, levanto la mano con el puño casi cerrado del todo, ya que su dedo índice estaba levantado hacia arriba. En otras palabras, estaba pidiendo la atención para poder preguntar.

—¿Podrías recordarnos bien cual es la apariencia exacta del 7-1-2? —Luego de haber formulado su pregunta, ella volvió a bajar su mano, apoyándola en su pierna derecha ligeramente encorvada, la cual estaba cubierta por una suave media de red de un color similar al de la piel, resultando muy difícil de notar a lo lejos. Debías estar casi pegado a ella para ver que llevaba ese tipo de medias.

—El objetivo, pues... —El hombre líder, tomó de un bolsillo, una foto de la persona que debían buscar y matar. Al ver bien esa persona, se enojó mucho con sí mismo. Todos se habían preocupado mucho debido a su cambio tan repentino en su humor. Pero la compañera de él parecía saber perfectamente la razón de eso.

—La mujer que nos molestó recién...¿era 7-1-2? —La cabeza moviéndose hacia arriba y hacia abajo, en un asentimiento lleno de ansiedad, con el cual respondió el líder, les hizo saber a todos que la nueva guardiana de Wernox, era esa persona que estaban buscando para matar. ¿Cual era la razón para querer deshacerse de eso? Eso era todo un misterio.

—Avancen hacia las plataformas de los colectivos y atrápenla. Ahora la quiero viva, tengo una mejor idea. Sherraide, suspende las demás órdenes de ejecución, diles que solo los capturen y los lleven a nuestra base temporaria. —Acatando la orden del hombre joven, ella se comunicó con la radio militar dando las órdenes de él.

En la zona donde estacionaban los buses, la chica de la alabarda seguía caminando completamente perdida, desesperada en su búsqueda para dejar de estar tan desorientada, hasta que escuchó muchos pasos dirigiéndose hacia donde estaba ella, a mucha velocidad y detrás de ella. La nueva guardiana de Wernox intentó darse vuelta para ver lo que era, pero no puro lograrlo, esto porque antes de que ella concretara su giro, la culata de un arma golpeó su cabeza con fuerza y la dejó inconsciente al instante.

—¿Para qué esperar a la Guerra de la Dictadura si podemos ganarla ahora? —Junto a esas palabras pronunciadas por uno de los soldados, se oyeron varias risas que lo acompañaban.

Viendo todo desde lejos, estaba el dúo líder celebrando su pronta victoria sin entrometerse en la tarea que sus hombres y mujeres estaban realizando con muchos ánimos.



Continuará...

Equipo ARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora