Capítulo 6-3: "Enfrentamiento triple. Parte III."
—Como digas, dragoncito. La tendrán más fácil para morir a partir de ahora. —Sherraide, quien estaba liderando a los soldados de la D3ELITE, descendió del camión volcado en donde se encontraba para enfrentar a las personas sobrenaturales que se encontraban junto al dragón Wernox.
—Hice el ridículo varias veces en el mismo día, no voy a permitirlo otra vez, ¿oyeron? —dijo el perro, Garin, en un tono medio enfadado, pero eso causó una pequeña risa en Sebastian. Tal vez, a causa de la cáscara de banana sobre su cabeza.
—No estoy con la D3ELITE, pero apoyo su lucha. No soy humana, pero los acompaño. Soy una reina y una deidad, pero no tengo problemas en venir aquí mismo y matar a todo aquel que moleste a mis amigos paramilitares. —De entre los soldados a cargo de Sherraide, apareció una mujer de gran estatura, con cabello color púrpura muy claro, y vestido de similar tono que llegaba a rozar por el suelo. En sus manos, sostenía una espada cuya hoja tendría, aproximadamente, ciento veinte centímetros de largo. Esa arma estaba hecha de un material celeste y brillante, muy similar al diamante.
—Mamá, ¿qué haces aquí? —preguntó Sherraide. Esas palabras impresionaron a la mayoría de los presentes. ¿Ella era la madre de esa mujer que lideraba a los soldados de la D3ELITE? Pero si lucía igual de joven que ella, no había forma alguna de que pudiera serlo, pero parecía que así era.
—Sentí que necesitabas ayuda, por eso vine. Ahora señálame a quienes tengo que matar, y yo les cortaré la cabeza con mucho gusto. —respondió la mujer con la gran espada celeste, y poniéndose en posición para empezar a luchar.
—Al igual que Garin y yo, puedes ir contra todos. Esa gente no es demasiado fuerte, podrás derrotarlos fácilmente. —comentó Sherraide con una gran sonrisa malvada en su rostro.
—Alto ahí, si la D3ELITE tiene refuerzos, entonces nosotros también los vamos a tener. —dijo una voz que sonaba algo cortada. Las palabras eran pronunciadas realizando mucho esfuerzo en cada una, como si hubiera hablado una persona moribunda.
—¿Amiga? ¿Sos vos? —Julieta logró reconocer instantáneamente de quien se trataba esa voz. Era su gran amiga, Oriana. Ella estaba tirada en el suelo, con heridas muy profundas por todo su cuerpo, y sin poder ponerse de pie. La chica de traje azul corrió hacia ella para ver como se encontraba.
—Asi que refuerzos...¿eh? Pues déjame decirte que nosotros también contamos con gente extra dispuesta a ayudarnos. —mencionó Wernox mientras empezó a dibujar unas extrañas figuras en el suelo con el fuego que salía desde el interior de su garganta. Cuando aquel dibujo estuvo completo, frente a él, apareció una chica joven, con cabello rubio y peinado en dos coletas. Estaba vestida de forma similar a una porrista, y en cada mano, sostenía pistolas que emanaban una extraña energía celeste.
—Aquí, Jae-Lyung, lista para servirle, Wernox. Por cierto, gracias por invocarme. Tan solo soy una demonio novata, pero haré lo más que pueda por ayudarlo. —Esta chica que apareció a partir del extraño dibujo en el suelo, el cual desapareció cuando ella se hizo presente, estaba muy entusiasmada, tal vez por el hecho de ser invocada por alguien tan especial, o tal vez porque era su primera gran batalla.
—Mis amigos están en camino, mas les vale tener cuidado, D3ELITE. —exclamó el Capitán Argento mientras mostraba con su celular, una llamada telefónica que recién acababa. Nadie sabía nada sobre la ayuda que él podría traer, pero era bien recibida por todos.
—Jae-Lyung, Draka, Tresha. Pónganse las tres juntas en la primera línea, pero traten de no ser un estorbo para los compañeros que disparen armas de fuego. Yo tomaré vuelo y atacaré con fuego desde el aire. El hombre lobo y el grandote aquel, deberán actuar cuando alguno de ellos esté cerca de mis dos guardianas y de la chica invocada. El tipo de armadura celeste, ¿tienes pistolas, verdad? Entonces, quédate disparando desde atrás de ellas. Ustedes dos, la Usain Bolt versión mujer blanca, y la feminazi inclusiva, aprovechen sus habilidades para emboscar al enemigo en posiciones estratégicas. —Todos escucharon atentos el plan de Wernox, y les pareció una genial idea. Aunque hubo algunos que no querían ser mandados por él, cambiaron de idea en cuanto se enteraron quien era, y su importancia en el Infierno.
—¿Y mi amiga? ¿Voy a dejarla morir acá? —preguntó Julieta entre lágrimas, mientras abrazaba a Oriana, quien yacía inmóvil y sin reaccionar a nada, de nuevo. Ella pensó que ahora sí había muerto para siempre.
—No te preocupes por ella, yo me encargo. —Wernox lanzó un escupitajo de fuego al suelo, muy cerca de él, y pequeña mancha de lava, se transformó rápidamente, en una runa que se desplazó con gran velocidad hasta el cuerpo de la chica. Un pilar amarillo pequeño y angosto, se formó desde el cemento de la avenida sobre la cual se encontraban todos, y atravesó el cadáver de la chica. Al cabo de unos segundos esa luz desapareció, al igual que la runa en el suelo. Pero entonces, un brillo cegador, que dejó a todos alrededor sin poder ver nada por algunos segundos, apareció en ella. Para cuando los presentes pudieron volver a ver, junto a Julieta, se encontraba Oriana. Su piel lucía ahora una tonalidad gris, y sus grandes heridas ahora eran tan solo cicatrices. Nadie entendía nada, y seguro, ni siquiera la misma Oriana lo entendería, ya que observaba nerviosamente su cuerpo.
—¿Qué me pasó? Estaba caminando por el famoso pasillo con la luz al final, y de golpe, aparezco acá con el cuerpo un poquito diferente. —Ella, definitivamente, lucía muy confundida con lo que le había ocurrido.
—Efectivamente, habías muerto, es por eso que, para no tener a tu amiga llorando, lo cual nos perjudicaría en la lucha, decidí revivirte en la forma de un zombi. Tu tranquila, nada cambiará con respecto a la vida que llevabas como humana, podrás continuarla normalmente, lo único que cambia, es el tono de piel y el color de ojos, pero con un poco de maquillaje y unos lentes de contacto disimulan todo. —comentó Wernox, en un tono amigable.
—Supongo que sí...gracias, señor dragón. —Oriana se agachó para tomar las pistolas que, antes de muerta, utilizaba para combatir junto a su amiga y las demás personas sobrenaturales. No podía creerlo. A pesar de ser, lo que se llama una "muerta viviente", su dúo de pistolas era algo que podía manejar sin ningún inconveniente.
—De nada, señorita. Ahora escuchen, ya estamos más que listos para este combate, no se acobarden. Aplastémoslos a estos tipos. —gritó Wernox para alentar a sus compañeros y dar inicio a la segunda parte de esa intensa batalla.
Continuará...
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Equipo AR
ActionUna chica aparece en un lugar totalmente desconocido para ella, y allí un dragón le ofrece ser la guardiana de su poder. Cuando ella llegue de regreso a la Tierra, descubrirá que proteger ese poder no será tarea fácil, por lo que reclutará un grupo...