Capítulo 35

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Dedicado a: Nutellita222

Ahora sí, lean y disfruten...

(...)

Los ojos de Rose se abren tanto así como los de Jaiden y Colton. Este último tiene una expresión de no querer asimilar la ralidad, y ¿mi primo? Él parece haber visto al diablo en persona. Es la niña quien actúa de manera más racional.

—Nikole, creo que debemos hablar, ¿no?— dice Jaiden un poco cabreado.

¿Upss?

—Tranquilo primo, debe haber una explicación para esto, ¿no, hermana?— dice Colton.

—¡Nadie te preguntó a ti, Kingsman así que cierra la puta boca!— ¿soy yo o las cosas se están tornando un tanto... intensas?

Mi gemelo eleva una ceja mientras examina el rostro de quien antes le contradecía.

—Bien– digo interviniendo antes de que suceda algo de lo que luego todos nos arrepentiremos. –Jaiden, Rose, al cuarto.– Ordeno señalando una puerta. –El resto, coman y luego descansen. Al rato debemos hablar todos.

—Yo saldré.– informa mi hermano. –Tengo algunas cosas que hacer— dice agarrando su chaqueta del perchero de pie y camina hasta la entrada de la casa.

—Okey.— dejo de prestarle atención y tomo el rumbo que los recién enterados hermanos tomaron hace tan solo segundos.

—¿Hace cuanto?— dice el chico nada más he pasado por la puerta.

—Ayer.— respondo mientras apoyo mi trasero sobre la cama y palmeo a mi lado así la niña se sienta a mi lado.

Jaiden suspira con cansancio al mismo tiempo que se frota lo ojos.

—Rose, ¿no?– la mencionada asiente. –¿Cómo se llama tu padre?

—Marcus, pero no me lleven de vuelta con él, por favor.— ruega mientras me abraza con fuerza y unas lágrimas escapan de sus lindos ojos cafés.

—Tranquila nena, nadie te llevará a ningún lado, tú ahora perteneces a nuestra familia y nos protegemos entre todos, ¿sí? Nada te podrá pasar si estás con nosotros.– mueve su cabecita de arriba hacia abajo reiteras veces. –Ven, déjame peinarte.

Camino hasta un escritorio y lo reviso hasta encontrar en el cajón del medio, un cepillo para el pelo, vuelvo al sitio inicial y comienzo a pasarlo por su cabello de forma mecánica hasta dejarlo sin nudos y completamente liso. Todo esto bajo la atenta mirada de Jaiden quien examina a su hermana buscando respuestas no formuladas qué sé que le están carcomiendo el cerebro pensando en porqué no se enteró antes de su existencia. Sí lo sé, no leo mentes pero apostaría mis manos a que así es.

—Mira, Rose, quiero matar a tu padre, ¿comprendes? Y necesito información, datos que sean útiles y que solo tú puedes dármelos. Así que voy a pedirlo amablemente, ¿qué es lo que sabes de Marcus Douglas?— cuestiono.

—Él no es mi padre, dejó de serlo cuando mató a mamá y comenzó a golpearme. Le odio por todo. Y, ¿Nikole?– dice con ese tono que me dice de antemano que está de mi lado. –Cuenta conmigo para destruirlo.

—No esperaba menos de ti, pequeña.— toco su nariz con mi dedo índice y me recargo sobre el pecho de mi primo quien se acomodó detrás mío.

—Empecemos, ¿cuántos años tienes?— interroga el muchacho acariciado mi cabello.

—Diez.— me enderezo de golpe y comienzo a toser sin parar debido a que me trapiqué con mi propia saliva al pasarla por la garganta. ¿Cómo mierda es posible que tenga diez? ¡Diez!

La Sonrisa Del Demonio |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora