Las Primeras Veces [MiriTama]

La primera experiencia laboral

Ya iban a terminar dentro de un par de meses el año escolar y aun así a Nejire le sorprendía que Tamaki siguiera tan tímido con respecto a su relación con Mirio, tal vez era porque le intimidaba que alguien más viera sus muestras de afecto, pero aun así no dejaba de ser sorprendente, pero algo que superaba por mucho eso, era lo increíble que era ver al rubio siendo el avergonzado o intimidado, eso si era algo a lo que ella no se acostumbraba.Por ejemplo el otro día:

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Los entrenamientos individuales habían iniciado, dejando vía libre a que los estudiantes intentaran crear nuevas formas de usar su quirk, teniendo todos un espacio respectivo, dependiendo de lo que necesitaran o lo que querían para entrenar.

Al no tener nada en común tanto en quirk como en entrenamiento, los tres amigos habían decidido separarse en busca del área que necesitaban para poder practicar adecuadamente, siendo que Tamaki se quedo en un área boscosa, Nejire en un área completamente despejada, y Mirio en un área lleno de rocas y desniveles. 

Al término de las clases los tres habían decidió salir a comer algo, Nejire había tardado más tiempo en llegar al lugar de encuentro debido a que quería darse una ducha antes de ir, su entrenamiento le había dejado llena de polvo, y eso era asqueroso. Y, al llegar se encontró con sus dos amigos hablando, y Mirio mirando preocupado la mano de su novio, al acercarse escucho un poco de su conversación:

- No deberías exigirte tanto, mira lo que te ha pasado - Reprochó con cariño y preocupación el rubio. 

- No es nada, debo hacer esto si quiero superar mis limites y ser un buen héroe en el futuro, además esto solo es un raspón - Dijo con calma el azabache.

- No es solo un raspón, tienes esas cortadas alrededor de todo tu brazo - suspiró - Prométeme que al menos tendrás más cuidado en tus entrenamientos - Pidió Mirio angustiado.

- Lo prometo - Respondió con una sonrisa en sus labios, notando como su novio suspiraba con resignación, Tamaki solo lo tomo de la mano y le sonrió, como si con eso le hiciera una promesa silenciosa.

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Aunque en realidad a Nejire no le molestaba eso, pensaba que era bastante lindo que estando solos (o por lo menos eso creían)Tamaki hiciera esos gestos tan hermosamente románticos, ella era una de las poquísimas personas que tenían el privilegio de poder ver cosas como esas ya que aunque toda la clase de ellos ya estaba consciente de la relación de estos, ellos en realidad no habían visto nada que fuera diferente a algo de una relación (claro, exceptuando lo de cogerse las manos, ambos llegaban al curso de esa forma).

Estaba pensando en eso cuando al curso llegó Mirio, pero solo el, esto había extrañado a la chica, así que había decidido interrogar al rubio donde solo estaba el azabache. Pero le extraño aún más la reacción sorprendida del rubio al verla, algo definitivamente estaba mal. 

- ¿Tamaki no está contigo? - Preguntó rápidamente el ojiazul. 

- Yo te iba a hacer esa misma pregunta - Respondió confundida la chica. 

- El me escribió ayer de noche diciendo que iba a irse contigo al colegio hoy, y que ya lo habían prometido - Explicó desconcertado el muchacho.

No pudieron seguir hablando ya que el profesor había llegado y las clases habían iniciado, pero ninguno delos dos podía concentrarse en la clase debido a su amigo ausente. A la hora del descanso ambos habían intentado llamar al azabache, pero ni siquiera le llegaban las llamadas, esto ya estaba preocupando a los jóvenes, por lo tanto habían decidido llamar a la casa de este.