La primera lluvia

1.8K 203 93
                                    


Estaba en su cuarto mirándose al espejo, repasando su mirada incontables veces en su atuendo, pero sin verlo realmente, estaba sumido en sus pensamientos, nunca se había imaginado que iba a tener que usar en esa situación el traje que le compraron Tamaki y Nejire como regalo de cumpleaños adelantado, después de todo faltaba una semana para eso. 

- ¿Estás listo hijo? - Sonó una voz, rompiendo el silencio que se había instalado en su casa desde hace un par de días.

- Aún no - Respondió mirándose por milésima vez al espejo, pero sin verse en realidad.

- ¿Física, mental o emocionalmente? - Preguntó su padre acercándose al chico. Sin soportarlo más el chico suspiro derrotado.

- Es todo eso, no estoy listo para ir, es decir, ¿Qué debo hacer? ¿Cómo debo actuar? ¿Qué debería decir? - Cuestionó Mirio confundido y triste. 

- Primero deberías calmarte un poco, no lograrás nada así - Respondió el hombre con serenidad.

- ¿Cómo se supone que me calme? El padre de mi novio y mejor amigo esta muerto, y me duele, pero sé que a Tamaki más, y no sé que hacer o decir, tengo miedo, no quiero lastimarlo más, no quiero decir o hacer algo incorrecto - Estalló al fin Mirio.

- Uno nunca esta preparado para eso hijo, y no puedo responder a tus preguntas porque no hay respuesta correcta para eso, solo te puedo decir que en este momento Tamaki y Hayami necesita que los dos seamos fuertes por ambos, así como ellos y Kichiro lo fueron para nosotros cuando murió tu madre - Contestó con la misma calma con la que había estado en toda la charla.

- ¿Y si no se que decir? - Preguntó Mirio asustado.

- Entonces no digas nada, tu sola presencia a su lado bastará - Respondió el mayor sonriendo con un deje de seguridad y melancolía. Mirio suspiro y se vio en el espejo de nuevo, pero esa vez si estaba viéndose. 

- Esta bien, estoy listo, vamos - 


°~°~°~°~°~°


El viaje le había parecido largo, casi interminable, tal vez era por la ansiedad de ser a su novio, o porque de verdad el trayecto era largo, a penas su padre se estacionó y se bajó del carro pudo notar a una chica que también estaba llegando, vestida con un vestido negro, recogida el cabello y con un tipo de sombrero negro.

Ambos se miraron por unos segundos con tristeza impregnada en los ojos, se acercaron y abrazaron, y con ese gesto los dos pudieron sentir el miedo, angustia y preocupación del otro, pero tanto Nejire como él sabían que debían ser fuertes y aguantar por su amigo, ser su apoyo hasta que pueda estar bien, así que ya sin ese temblor en su cuerpo entraron junto al padre de Mirio al enorme salón donde se daría paso a la ceremonia. 

Al entrar encontraron a muchas personas, había más personas que lugares para sentarse, pero eso no parecía importar a nadie de ahí. Se hicieron paso entre tantas personas, algunas conocidas y otras no, entonces al fin los vieron.

Estaban recibiendo el pésame de algún conocido de la familia, se encontraban un poco lejos de ellos, pero eso no importó cuando el azabache divisó a su novio y mejor amiga en el lugar.

Al principió caminó lento, pero después comenzó a acelerar el paso gradualmente, hasta que se lanzó encima de Mirio, el rubio por su parte solo abrazó delicadamente a su novio, tratando de transmitirle aunque sea un poco de fuerza al chico, pero sintiendo que si lo abrazaba más fuerte se rompería, y es que, Tamaki nunca le había parecido alguien delicado ni que necesitara de protección, pero en ese momento sentía que si lo soltaba o lo abrazaba con más fuerza, se rompería en pedazos tan pequeños e irreconocibles que nunca sería el mismo. 

Las Primeras Veces [MiriTama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora