Las Primeras Veces [MiriTama]

La primera apuesta

Estaban a solo unas semanas de dar los exámenes de final de año, y aunque no lo quisieran admitir, todos estaban nerviosos, esos exámenes iban a determinar quienes de verdad estaban haciendo avances, y determinaría quienes comienzan a resaltar como futuros héroes.

Tamaki, Nejire y Mirio estaban en una competencia silenciosa pero amistosa para ver quien conseguía el primer lugar, en  todo ese tiempo siempre había sido Tamaki quien indiscutiblemente en esos años se había llevado el primer lugar, pero esta vez Nejire estaba decidida a ganar, y estaba Mirio, quien había tenido un gran avance, y aunque parecía que su ansia de ser el primero era muy ambiciosa, la verdad era que su personalidad y carácter siempre habían tenido esa cualidad.

Los tres se encontraban comiendo en silencio, no porque no quisieran hablar, más bien porque los tres se encontraban estudiando con esmero, cada uno en la asignatura que fallaban, si tenían algún problema acudían a su amigo con más experiencia en ese tema, tenían el pensamiento que no sería una competencia justa si los tres no estaban en igualdad de condiciones.

Aunque de pronto el silencio en la mesa se vio interrumpido cuando una voz sonó.

- Tengo una idea - Alertó esa voz a las otras dos personas en la mesa, quienes miraron expectantes a la persona - Hagamos una apuesta - Propuso con emoción.

- ¿Qué clase de apuesta? - Preguntó el rubio curioso.

- Somos amigos los tres, bueno ustedes son novios, pero me entienden la idea, lo que propongo es que la competencia silenciosa que tenemos para ver quien obtiene el primer lugar la usemos para una inocente apuesta, el ganador obtiene algo de los perdedores - Explicó con cierta chispa en sus ojos.

El rubio no sabía que responder, la idea de Nejire no sonaba mal, pero tenía miedo de entrar en la apuesta y que Tamaki no estuviera de acuerdo con eso, después de todo era un chico muy tranquilo y correcto, jamás aceptaría algo así, además estaba el hecho de que no era bueno en las apuestas, siempre perdía y por eso no le gustaba apostar, entonces tenía un dilema, quería aceptar, pero no quería que su novio se decepcionara de él.

- Si gano, quiero que Nejire este a mi disposición por una semana y el castigo de Mirio será un secreto - Dictó el azabache con un ligero sonrojo sin apartar su vista del libro.

Tanto Mirio como Nejire abrieron sus ojos completamente, estaban sorprendidos por el comentario del chico, sabían que a él no le interesaban mucho las cosas como apostar, por las razón que el rubio ya había mencionado, así que si el chico dictaba ya lo que quería ganar significaba que estaba seguro que ganaría. 

Después de un par de segundos el azabache miro a sus acompañantes, encontrando sonrisas maliciosas y ojos desafiantes, aunque no le sorprendió ya que el sabía de sobra que su comentario había de seguro golpeado el orgullo de ambos, y que había prendido la chispa de emoción combinado con competitividad.

- ¿Mi castigo será un secreto? - Interrogó Mirio confundido sin lograr descifrar las intenciones de su novio.

- ¿Una semana? ¿No es mucho? - Preguntó nerviosa la chica, sabiendo que si su amigo pedía eso era porque no podía ser algo bueno.

- ¿Qué? ¿Acaso se van a retractar? - Preguntó con una ligera sonrisa arrogante, usualmente el no actuaba de esa manera, pero necesitaba que ambos se llenaran de ese espíritu de lucha para poder llevar a cabo su plan. 

- ¡Jamás! - Exclamó la de cabellos celestes - Si yo gano, quiero que ambos me inviten al nuevo restaurante que se abrió cerca de la escuela, sé de buena fuente que cada plato de sushi cuesta un poco más de 2500 yenes, pero que vale la pena, así que quiero que me lleven ahí y paguen todo lo que yo coma - Dictó la chica sonriendo, obviamente ambos chicos se asustaron por lo caro de la comida, pero estaban seguros que iban a ganar así que no lo tomaron en cuenta.