La primera vez que Mirio sintió celos

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Normalmente su vida era simple, se despertaba, arreglaba, iba al colegio, pasaba con sus mejores amigos y volvía a casa, excepto cuando alguna amiga le invitaba a ir de compras o cuando Mirio y Tamaki la invitaban a tomar algo, en general ella no pensaba que las cosas eran complicadas, además que consideraba que era fácil leer a las personas, por lo tanto no le resultaba tan difícil su día a día.

O eso creía ella, pero siempre existían las excepciones, como en ese momento exacto de su vida en el que se encontraba completamente confundida con respecto al por qué del mal humor de su querido amigo Mirio, el cual se encontraba en su puesto mirando por la ventana con un evidente gesto de enojo en su rostro y sosteniendo su lápiz con fuerza, usualmente su amigo era el sol en persona, siempre positivo y siempre alegre, pero no comprendía exactamente su actitud en ese momento.

Hasta que por obra del destino escuchó como la puerta de su salón era abierta (siempre hacía un sonido muy estruendoso a causa del metal), perceptiva como siempre notó como los ojos de Mirio viajaron rápidamente a la entrada del salón, Nejire también guió su mirada para tratar de entender a su rubio amigo, notando como la puerta era abierta por un chico, el cual, en un gesto caballeroso estaba sosteniéndole la puerta a Tamaki para que entrara, notando también en el proceso el ligero rubor en su amigo azabache mientras agradecía el gesto.

Entonces pudo escuchar claramente un sonido de algo quebrándose, mirando directamente a la fuente del sonido pudo ver como Mirio ahora miraba la ventana con un gesto de furia y desagrado, mientras el lápiz en su mano se encontraba completamente partido a la mitad. Fue en ese momento en el que como si se le prendiera un foco encima suyo comprendió lo que sucedía, sonriendo con malicia se acercó a su amigo rubio. 

- Así que Tamaki parece que se esta llevando bien con el chico nuevo, últimamente está pasando mucho tiempo con él ¿No? - Preguntó intentando que no se notara su doble intención a la vez que señalaba la dirección donde se encontraba el mencionado hablando animadamente con el chico que le había abierto la puerta.

- ¿En serio? no lo había notado, eres tan lista y perceptiva - Respondió con un obvio sarcasmo en su voz, sorprendiendo a su amiga, ya que ella nunca había creído que iba a escuchar ese tono de voz de parte de su amigo jamás - Perdón, de verdad, es solo que estoy de mal humor, no se por qué, pero ando así desde hace algunos días, no quería tratarte así - Se disculpó el rubio al notar como había tratado a su amiga, obteniendo una ligera risa de ella.

- No te preocupes, te entiendo, tampoco me gusta que ese tipo se lleve toda la atención de Tamaki, pero imagino que es peor para ti, los celos jamás son fácil de tratar - Respondió asintiendo con su cabeza como si fuera experta en el tema.

- ¿Celos?, debes estar mal, yo jamás he sufrido de celos, es decir, yo confío plenamente en Tamaki, sé que él jamás me haría algo así - Respondió negando múltiples veces con la cabeza. 

- Los celos no son necesariamente porque no confías en tu pareja, a veces es simplemente porque sin saberlo eres algo posesivo, o te preocupa que otra persona puede ofrecer algo mejor que tu - Comentó dándose cuenta muy tarde de lo mucho que habían afectado sus palabras a su amigo - Pero es decir, tu y Tamaki hacen una hermosa pareja, así que no deberías preocuparte, tranquilo - Intentó calmar a su amigo.

- Sí, tienes razón - Respondió Mirio, preocupando a Nejire debido al cambio de semblante que tenía su amigo, de uno enojado y frustrado a uno melancólico y triste. 

- Aunque si quieres siempre tengo un plan a la mano para deshacerme de alguien, si tu me das la orden en menos de tres días ese tipo estará fuera del colegio - Propuso con una sonrisa nerviosa la chica.

Las Primeras Veces [MiriTama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora