23. El Retorno de la Flama.

12 1 5
                                    

-Sammy, usa Life Drop en ambos, ¡rápido!

Luego de que Demian se desmayara al lado de su hermano, Melody invoco a Sammy, una pequeña morza blanca con diminutos y tiernos colmillos, para curar a los muchachos. Iris había logrado curarse lo suficiente como para pelear gracias a Chilly, sin embargo, ambas estaban agotadas por el desgaste en el último movimiento contra Hax. Sammy creo dos pequeñas gotas de agua que se vertieron en la boca de los chicos y sus cuerpos brillaron momentáneamente, sanando todas sus heridas y recuperando toda su energía. Tras eso, la pequeña morza se convirtió en luz y volvió al anillo de Melody, que se cayó al suelo sentada.

-Mel ¿estás bien? -le pregunto si amiga.

-Si, solo que a diferencia de las habilidades curativas normales, el Life Drop de Sammy consume mi propia magia, y al usarla en ambos, estoy demasiado cansada.

-Oh, por esa razón no la usaste antes conmigo.

-Asi es, si me quedaba sin magia, no solo no podríamos haber ayudado a Dem, sino que en el caso de ganar, tampoco podríamos recuperar a Hax de inmediato. Life Drop recupera al instante a la persona en que se la usa, haciendo que esté en perfecto estado. Ahora tenemos que hacer que despierten. Estábamos tan concentrados con Hax que no vimos la situación, solo ellos pueden ayudar en el rescate.

Tras las palabras, Iris se acercó a su amigo para despertarlo. Lo empujó, lo llamo, le gritó pero nada sirvió, estaba profundamente dormido. Así mismo, Demian tampoco reaccionaba a los llamados. Las chicas se quedaron viéndolos a ambos, reposando en el suelo, pensando en como hacerlos reaccionar. De repente, detrás de ellas escucharon un gran rugido que hizo pararse a Mel. Seguido de otro y otro mas no muy lejos de donde estaban y al voltearse, nuevamente se desesperaron. Una manada de bestias de diferentes tipos iban a la carga contra ellas, dispuestas a despedazarlas y acabar con sus vidas. Entre los monstruos, dos eran más rápidos. Tenían el aspecto de perros negros pero eran del tamaño de una persona y tenían la carne viva en varios lados de sus cuerpos. Estos se abalanzaron de inmediato a lo que Iris pudo responder con torrentes de agua para mandarlos lejos, pero sintió como la potencia de su ataque era mínima. El resto de las alimañas, aves, osos, felinos, primates y quién sabe que otra aberración estaban a menos de veinte metros y se adelantaban sin cesar. Iris pudo derribar a cuatro aves seguidas que estaban más cerca pero al querer disparar por quinta vez una aguja de agua, está se deshizo en el aire y ambas tuvieron que esquivar al rapaz saltando a los costados.

-¡Melody!

-¡Tampoco tengo magia!

Ambas gritaron y se cubrieron cuando las aberraciones ya estaban encima de ellas. Sólo pudieron escuchar los alaridos de las mismas desesperadas por su sed de sangre. Luego todo fue silencio. Sólo silencio, nada más. Ninguna gota de dolor ni de sangre humana.

-¿Que demonios... -empezó a decir Iris cuando levantaba la vista y se encontró con el panorama.

Todas las bestias estaban muertas. Todas atravesadas por pilares de Hielo y Tierra y con señales de electrocutacion. Había más de cincuenta cadáveres colgando a poca distancia de ellas, incluso dos perros mas estaban justo por encima de sus cabezas. Iris busco a Melody con la vista para regañarla por asustarla de esa manera, diciendo que no tenía magia, pero esta, al igual que su amiga, estaba atónita con la mirada fija en la enorme boca abierta de un oso mutante muerto que estaba a pocos centímetros de su cara. Fue entonces cuando las dos giraron instintivamente a mirar a su espalda y fue cuando encontraron la respuesta. Hax y Demian habían recuperado la conciencia y las habían protegido de un ataque que parecía inevitable. El mayor de los hermanos deshizo los pilares y con magia de Viento movió la pila de cadáveres lejos de ellos.

TempestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora