Amame (Katsuki Bakugou X Oc)

11

*Pov Narradora*

- entonces... ¿Eres muy cercana a ese chico? - Midnight alzó sus cejas con picardía.

- no pienses así, somos solo amigos - río levemente por lo que decía la mayor.

- pues es un chico atractivo - dijo tomando de su taza de café - ¿has hablado con tu padre?

La más joven pelinegra negó y soltó un suspiro. Después alzó la mirada.

- solo espero que el esté bien, es posible que tengamos un maestro sustituto mientras él se recupera - se encogió de hombros - agradezco que mis heridas no sean tan graves. Creo que en realidad debo agradecerle eso a Bakugou, el fue quien me saco de ese lugar.

- ¿quien ese tal Bakugou? - preguntó con picardía en su voz, de nuevo.

- no entiendo porque crees que todo chico del que hablo es mi novio - soltó una risa.

( • • • )

- ¿Crees que me veo bien así? - preguntó mientras se veía en el espejo. Llevaba puesta una falta blanca y un suéter gris que en las mangas tenía una franja blanca y otra roja. Acompañado de unos converse blancos.

- te ves perfecta, ¿Si le dijiste a tu padre que saldrías con uno de tus amigos hoy?

- si, al principio se negó, pero le dije que regresaría temprano - la mayor asintió.

- déjame ponerte un poco de esto - saco de uno de sus bolsillos un bálsamo de fresa y lo puso sobre los labios de la pelinegra - además tiene un buen sabor.

- no era necesario, pero está bien, gracias - sonrió y tomo su bolso - ahora solo me falta esperar a que llegue Kirishima-kun.

- ve a la sala a esperarlo, yo tengo que limpiar un poco el lugar.

- de acuerdo - asintió y se fue a la sala, jugaba con su cabello mientras esperaba a que llegara su amigo.

El timbre de la puerta sonó un par de veces, Okuri se levantó de donde estaba y abrió la puerta encontrándose así con su amigo pelirrojo.

- hola, Kirishima-kun - sonrió al verlo.

- ¡hola, Okuri-chan! - saludo enérgico y extendió su mano con una caja de chocolates.

- un momento... ¡Tu cabello! - sonrió ampliamente y tomo la caja de chocolates - es asombroso, te ves muy tierno, es lindo - sonrió y paso sus manos por el cabello rojo del Kirishima.

- He-hey, no hagas eso - se sonrojo y apartó las manos de la chica - es solo que no alcanzo a secarse entonces tuve que traerlo así...

- te ves muy bien así - sonrió y abrió la caja - ¿quieres uno?

- p-pero son para ti... - dijo sonrojado aún.

- podemos compartirlos - saco un chocolate y lo acercó a la boca del chico.

- de acuerdo - lo tomo con su mano y después se lo llevó a la boca - es muy bueno.

- así es - hizo lo mismo.

- ¡Ya valla se o yo los saco! - grito desde el segundo piso sacando su cabeza por la ventana - ¡suerte en su cita!

Ambos jóvenes salieron de la casa y tomaron camino hasta una cafetería cercana.

- sabes, estuve bastante preocupado el tiempo en el que estuviste en coma, no solo yo, todos estábamos preocupados - mencionó el pelirrojo caminando a la par de Okuri.

- lo se, pero aún así me siento mal, tal vez fui bastante débil en ese ataque, debí haber hecho algo mejor,ya sabes con alguno de mis Kosei - se encogió de hombros.

- tal vez, pero no puedes darte todo el crédito de eso - le sonrió intentando darle confianza.

- creo que tienes razón pero... - levantó la mirada y se detuvo - v-vallamos a otro lugar, ese sitio está muy lleno - se dió me día vuelta.

- hey... ¿Que sucede? - siguió a la chica que apretó la falda de su vestido.

- simplemente no quiero entrar allí - - una voz la interrumpió.

- ¡Okuri! - no quería darse la vuelta - ¿Tan rápido me cambiaste?

- vámonos, Kirishima-kun - lo jalo de la camisa.

- ¿me cambiaste por este idiota? - y eso fue todo.

- pues tú me cambiaste por una zorra - tomo la mano de Kirishima y se fue tan rápido como pudo de ese lugar.

- ¿quién era el? - estaba confundido.

- no quiero hablar de eso... - suspiro - ni siquiera quiero pensar en el.

- entiendo... Creo que tengo una idea - sonrió y tomando la mano de Okuri tomo un camino diferente - ¡bienvenida a la feria!

Ella negó sonriendo divertida. Sin duda alguna, ese chico lograba hacer que cualquiera olvide sus problemas y cambiar una mueca de desagrado a una sonrisa.