Amame (Katsuki Bakugou X Oc)

32

Bakugou trago en seco al ver a Aizawa.

— ¿Que creen que están haciendo? — Aizawa los miro amenazantemente.

— Por favor no le hagas nada, papá, yo también acepte esto y en serio amo a Bakugou — cerró los ojos y tomó la mano del rubio

— ¡No tienes edad para tener novio! ¡Tienes ocho años! — dijo mientras sus ojos se volvían rojos y tomaba sus cintas.

— ¡Otra vez con lo de los ocho años! ¡Ya no soy una niña pequeña papá! Tengo edad suficiente para decidir si me gusta un chico — trago saliva nerviosa.

— sigues siendo mi niña pequeña! — se acercó y la separó del rubio en un rápido movimiento — ¿Que te hace pensar que puedes estar con mi hija Bakugou? es cierto que tienes potencial pero eres un patán — lo atrapó con sus cintas

— por favor déjeme hablar, sensei... — trato de soltarse, sabía que ese momento debía llegar, así que había pensado en sus palabras — se que no sueno como la mejor maldita opción para Okuri. Y muy probablemente para nadie... — el pelinegro lo soltó y dejó que siguiera hablando — pero en serio amo a su hija... Jamás había sentido nada por nadie de esta forma — trago saliva — no es lo más apropiado y se que aún somos jóvenes, pero en serio quiero estar con ella, me siento bien con ella, las cosas son diferentes, reconozco que es fuerte y valiente, no me sentí bien al lastimada en el festival deportivo, pero no estaba en un buen momento, yo... — el hombre lo interrumpió.

— suficiente, escúchame bien, no te has librado de esto, debí imaginarlo por como eran, pero ya que, si no puedes controlarte como en el festival deportivo, no quiero imaginar lo ud podía pasar si no aprendes auto control, se nota que la quieres, y acepto eso, pero aún así, no creo que seas lo mejor para ella, y por eso, te estaré vigilando, y debo hablar con ambos con más comodidad, no aquí — se dió media vuelta y suspiro — fuera de mi vista antes de que me arrepienta, estas cosas me quitan el sueño y eso no me gusta.

— Gracias papá — lo abrazo con fuerza su hija y tomó la mano del rubio para irse corriendo.

— cuál gracias, estás castigada — le gritó antes de que la perdiera de vista.

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— No puedo creer que dijeras todas esas cosas de mi... — sonrió mientras movía levemente sus pies en el aire, estaba sonrojada y miraba al piso.

— sentí que iba a morir — se sostuvo el pecho, había visto una mirada amenazante en su maestro, pero nunca antes algo así — oye... Mírame — llamo su atención.

— ¿Que? — lo miro a los ojos.

— todo eso fue en serio, creo que jamás te pedí perdón por lo del festival deportivo — soltó un gruñido — deberías saberlo, soy una mierda de persona y un insensibles no se cómo te fijaste en mi en primer lugar.

— solo eres un chico que necesita un poco de amor y cuidado — le sonrió — hay tanto en ti que me gusta, eres realmente admirable, tienes un gran espíritu y autoestima, además de ser fuerte, tienes una gran confianza y de una forma u otra eres agradable, tienes una forma rara de demostrar amor, pero lo entiendo... — se levantó y tomó su mochila saco de esta una caja y se la entrego al rubio — no es mucho, pero se que podría gustarte, ahora debo irme a casa, papá debe estar molesto.

El rubio tomo la caja con ambas manos y la observó unos segundos, luego sintió un beso en su mejilla y levantó la mirada, su novia se fue del lugar.

El rubio guardo la caja en su bolso, prefería verla en casa con más tiempo, así que a paso lento se dirigió a casa.

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Okuri al llegar a casa suspiro antes de entrar y abrió la puerta, el gato de su padre fue el primero en recibirla.

— ¿Cuando pensabas contarmelo? — ld pregunto su padre, sentado en la sala, más bien envuelto en su saco de dormir.

Ella camino hasta el y se tiró al piso junto a el, luego hablo.

— Tenía miedo de tu reacción... No quería que lo lastimaras o nos separaras... Ens frío me gusta mucho y lo amo... — susurro mirando a sus pies.

— lo entiendo, pero conozco a ese chico, es mi alumno... Es bueno, pero no tanto, no quiero que termines lastimada — saco la parte superior de su cuerpo dels asco de dormir y abrazo a su hija — ¿Por eso tampoco quieres ir con tu tía cierto?

— si, tiene que ver un poco con eso — hablo aún siendo abrazada por el.

— aún así, irás con ella... ¿Lo entiendes cierto? — ella asintió y luego de unos minutos se levantó.

— ire a cambiarme y a hacer mis tareas — me sonrió a su padre que subió y luego se dirigió a su cuarto.