«"las costumbres" son, muchas veces, un amplio mar de injustificados criterios. Injustificados y peligrosos.»
~Out of Way [1]
Heterosexual
Homosexual
Contenido adulto
Mis cariños: ♥
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Mierda. Un poco más. Presiono mis dedos con más fuerza y muevo la muñeca en la forma justa, y con un último impulso, por fin lo logro.
La puerta de la residencia se abre con un sonido tan quebrado que tengo que darme la vuelta y cerciorarme que no he arrancado el marco. Desde que llovió hace un par de noches, se ha hinchado tanto que apenas hemos podido cerrarla, de hecho, el primer día desistimos y quedó abierta. No puedo exigir demasiado, teniendo en cuenta lo que pago de renta, aunque, la verdad, la escena con que me topo me pega un poco en las pelotas.
Seokjin, el propietario, se encuentra ocupando la sala con su música zen de mierda y sus inciensos que son más que tóxicos que un pitillo de alquitrán. Tiene en la cara una de esas mascarillas que ahora se venden como caramelos, y está sentado relajadamente junto a un humidificador. Genial... justo lo que le falta a la residencia, humedad.
Decido guardarme los comentarios, soy consciente de lo caldeado que llevo mi humor ahora; y me dirijo a las escaleras, pero no bien me afirmo al primer peldaño, el carraspeo de su garganta me detiene.
—Kim... —dice, y suspiro de antemano porque ya sé lo que sigue—. Mañana es día de-
—Lo sé, día de renta. Registrado. Estoy en ello. —con ironía, me señalo el estúpido uniforme del cine que llevo puesto, y continuo mi camino a mi habitación.
No tengo un problema particular con Seokjin, salvo el hecho de que cada puto mes me recuerde que debo pagar la renta. Lo sé hombre, lo sé. Lo peor de todo es que nunca me he atrasado siquiera un día, y tampoco lo he escuchado haciéndole esa clase de reclamos a los demás chicos pero oye, yo soy el menos pudiente del recinto, y al parecer teme que lo olvide.
La puerta de la habitación que comparto con Nam está cerrada, y antes de llegar a ella ya puedo oírlo trabajar en su música. La verdad, he tenido un día de mierda en el Cinema. Me corrijo, he tenido una existencia de mierda en los últimos días. Jodidas fechas.
Música es justamente lo que NO necesito ahora, pero no se lo voy a decir, porque Namjoon no se lo merece.
Inspiro con fuerza y encuadro mis hombros, y para no recibir cuestiones, me cargo con mi sonrisa de pringado antes de abrir la puerta.
—Topo, —suelto mientras arranco el chaleco y comienzo a desprender mi camisa. Namjoon levanta sus dedos del teclado al instante, como si hubiera sido descubierto cometiendo un delito—. Tranqui amigo, ignórame.
Pero su rostro compungido me dice no se ha convencido tan fácil.
—Está bien Tae, puedo seguir en-
—¡Qué no joder! —vale... me he excedido. Sé que si fuera otro, Namjoon me estaría mirando ahora como para hacerme brocheta, sin embargo, se ve preocupado—. Está bien, lo digo en serio, no te detengas por mí. ¿vale?
