XXV. Us; Part 1

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Arranco los auriculares de mi cabeza y con una sonrisa en los labios, me dejo caer en el respaldo de la silla, estirando mis brazos tanto, que mi cintura suena

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Arranco los auriculares de mi cabeza y con una sonrisa en los labios, me dejo caer en el respaldo de la silla, estirando mis brazos tanto, que mi cintura suena. Y no es para menos, he estado un total de doce horas sentado frente al ordenador de Nam.

Anoche cuando llegué no hizo falta que le contara mucho. Topo tiene ese talento, sabe cuando es necesario hablar y cuando no. Y me conoce tan bien que está al tanto de que, la mayoría de las veces, hablar no es lo mío. Supongo que por eso no se sorprendió cuando con algo de indecisión le pedí su escritorio. Me sonrió, me dio una palmada en el hombro y me dijo "Venga", y salió de la pieza para encargarse él mismo de la cena. Ramen, por supuesto.

Sus ojos curiosearon un poco en la pantalla detrás de mí cuando comíamos, yo aún sentado en la silla y él en su cama -nada higiénico-, pero no hizo preguntas. Y lo único que dijo esta mañana antes de marcharse a la uni, mientras yo aún me encontraba en el ordenador, fue "Quiero ser el primero en oírla ¿okay?". Por supuesto, tuve que asentir.

Mis glúteos se sienten entumecido cuando me pongo de pie. Estoy hecho un vagabundo total, ni siquiera me he bañado, sólo tuve la decencia de quitarme la ropa al llegar porque el viajecito en tren... digamos que resultó ser más sucio de lo que esperaba.

Cuando entro a la ducha me sonrío como tonto al recordar a Jungsie venirse con tal descaro y aún vestida. Me muerdo el labio inferior al sentir el agua caliente golpear mi espalda y cierro los ojos. Aún puedo ver su «cara de sexo». Trato de asearme sin perder el tiempo, pero no puedo evitar pensar en ella por demás mientras me enjabono la polla. Dos pajas en menos de 24 horas me parece ya demasiado para una persona en sus veinte. Aunque mi mano autónoma no dice lo mismo.

Mierda.

Comienzo a imaginar cómo se verían sus muslos desnudos, apoyados en el lavamanos, mis manos sosteniendo su culo. Puedo pintárme perfectamente sus pechos pequeños y descubiertos. Mi propio siseo me saca de la fantasía cuando aumento el vaivén en mi tronco. Y solo entonces, creo escuchar la puerta.

Me detengo y afino el oído, porque no sé si estoy desvariando o hay alguien llamando afuera. Mi polla emblandece un poco cuando confirmo, efectivamente, que alguien golpea. De hecho parece que lo llevan haciendo hace un rato ya porque el último repiqueteo es un poco más enérgico que los primeros.

Me lo tomo como una señal del universo: debo dejar de cascármela pensando en Jung.

O no, porque cuando abro apenas la puerta para ver quién es, sus ojos pardos y filosos encuentran mi rostro al instante. Por un momento me siento algo avergonzado, como si ella supiera lo que estaba haciendo, y me lleva una breve discusión interior hacerme entender a mi mismo que no hay manera de Jungsie sepa que estaba pinchándomela en mi cabeza. Aunque no estoy ni cerca del nivel de bochorno que alcanza ella, al bajar su vista y notar que solo llevo una toalla en mi cintura. Sus párpados se consumen dejando salir sus grandes orbes, y yo abro la boca y no digo nada, porque me doy cuenta que no tengo que justificarme por estar desnudo en mi propia habitación. Al segundo en que supero todo eso, intento comprender que es lo que hace aquí.

Outside The Box ✦ Kim Taehyung - Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora