Capitulo 22

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Siento que reparten besos en mi cuello, me remuevo ya que me producen cosquillas, quiero seguir durmiendo pero para mi desgracia no puedo ya que Sebas me sigue molestando de una buena manera, estoy de espaldas a él, doy la vuelta para quedar de frente, comienzo abrir mis ojos lentamente, no quiero ver el reloj pero me imagino que es temprano.

-Se puede saber ¿Por qué me despiertas tan temprano? -lo miro a los ojos y por Dios es que este hombre como sea se ve tremendamente bien, acaricia mi mejilla.

-Porque me tengo que ir y quería que te despertaras para que desayunáramos juntos -me besa en la punta de la nariz y se levanta de la cama completamente desnudo, los recuerdos de la tremenda noche que pasamos vienen a mi mente -Disfrutando de las vista -suelto una carcajada por su comentario, siempre me atrapa viéndolo, mis mejillas comienzan a calentarse y enrojecer.

-No tengo la mas mínima idea de que es lo que hablas -vuelve su cabeza y sonríe de manera juguetona (bendita sea por tener un esposo tan sexy) agarra sus bóxer y viene hacia mi.

-Vístete iré a preparar el desayuno -me da un beso que roba mi aire y sin más se va (menudo desgraciado) sonrío mientras me levanto de la cama haciendo un leve gesto de cierto malestar en mi zona íntima, anoche le prendimos fuego a esta casa.

Me coloco uno de los bóxer de Sebas y escucho el timbre de la puerta, no me preocupa porque me acuerdo que Sebas esta abajo, entro al baño hacer mis necesidades, al terminar lavo mis manos y la cara, me miro en el espejo y veo a una mujer que esta completamente enamorada, feliz de estar casada con un monumento de hombre, se veía tan bien desnudo, salgo del baño y escucho voces, algo altas como si fuese una discusión, abro mis ojos al recordar que Sebas se encontraba sólo en bóxer.

Abro la puerta del cuarto y camino rápidamente hacia las gradas para bajar, las voces cada vez se escuchan mas cerca, logro distinguir la voz de Sebas pero también la de una mujer, mis nervios aumentan, solo espero que se pusiera algo, porque si no lo hizo mis celos se harán presente y no creo que le agrade ver eso, llego a las escaleras y me detengo para escuchar un poco lo que hablan.

-Te tienes que ir, no te lo repito, aquí no puedes estar -Sebastián se escucha enojado y un poco dolido, bajo un escalón ¿A quien le esta diciendo que se vaya?

- ¡NO ME VOY A IR! -esa voz la conozco ¿Pero de dónde? bajo otro escalón y me estoy debatiendo entre bajar o escuchar toda la conversación.

-No me armes un escándalo, date cuenta que estoy ¡CASADO! es que acaso no lo puedes entender -mis piernas comienzan a temblar, siento como un calor recorre mi cuerpo mientras mi corazón empieza a latir más rápido, decido sentarme en una de las gradas, en esta conversación hay algo más y quiero saber de que se trata.

-Eso no decías hace dos noches atrás - ¿Pero que demonios? aprieto mis manos, están frías y sudorosas, decido seguir escuchando su conversación -Veo que le hiciste algo romántico ¿Será que le quieres pedir disculpas por lo sucedido? -mis ojos comienzan a arder, no debería de estar anticipando las cosas, pero mi instinto me dice que esta conversación no habla de cosas buenas y que tampoco traerá nada bueno.

- ¡BASTA! Ariadna esta despierta y lo menos que quiero es que te vea ¡déjanos en paz por Dios! ¿Que quieres, más dinero? ¿Es eso? -Que no sea lo que estoy pensando por Dios (Sebastián no pudo hacer eso) escucho un silencio por unos minutos y me levanto, bajo unas gradas más pero no alcanzo a ver mucho, me detengo al escuchar un golpe -NO... NO MÁS, TE VAS DE MI CASA AHORA MISMO -las lágrimas salen de mis ojos, trato de tranquilizarme y me es completamente imposible, tengo un mal presentimiento de todo esto.

- ¡NO QUIERO TU DINERO! Es que no lo vez, te sigo amando, eres el hombre de mi vida, soy tuya siempre lo he sido y lo seguiré siendo, mi amor reacciona. A lo que escucho que Sebastian responde ¡eres pasado mujer, por Dios! -tapo mis labios para evitar los sollozos que quieren salir sin control de mis labios, las lágrimas siguen saliendo cada vez mas, me siento tan estúpida por no ir y preguntar que pasó ese día, de que se trata todo esto, mis piernas se niegan a caminar, me siento tan mal.

-No me puedes hacer esto, yo amo a Ariadna, ella me ayudó a olvidarte-

-Deja de engañarte, soy tu pasado pero te prometo que seré tu presente -comienzo a caminar hacia atrás y me doy vuelta, corro hasta llegar al cuarto no quiero seguir escuchando nada, necesito recuperarme pero me es imposible no me puedo calmar después de todo lo que escuché, cierro la puerta y me acuesto en la cama llorando, permito que los sollozos salgan sin parar.

Por eso me miraba de esa manera, por eso llego tarde, por eso no me contesto el celular, de que pasado habla ella, estoy harta de sus secretos (Dios mío que Sebastián no me engañe) no puede hacerme eso, no puede, agarro las sábanas y las introduzco en mi boca apretando las manos hasta que queden completamente blancas, siento la rabia invadirme y desgarrarme por dentro, junto con los demás sentimientos y grito hasta que mi pecho queda sin aire.

Me es imposible creer que Sebastián haga una cosa tan baja como estar con alguien más, no soportaría la idea de que me traicione así, no cuando le he dando todo mi amor, no cuando he estado con él en los momentos mas difíciles, no puede traicionar mi confianza de esta manera y menos mi amor por su pasado, tapo mis labios con una de las almohadas de la cama ya que no quiero que me escuche.

Necesito averiguar qué esta pasando, cuál es ese pasado que lo atormentó y lo sigue haciendo ¿Porque ahora? (Dios no permitas que nos hagan daño) esa mujer solo quiere destruir mi futuro pero no la dejaré, no puedo creer en esas palabras, aun asi no creo que Sebas, mi Sebas, sea capaz de eso, (me niego a creerlo). Escucho pasos y sé que Sebastián está subiendo, me siento rápidamente en la cama, comienzo secar las lágrimas de mis ojos, me siento un poco mal pero no se lo demostraré, no hasta buscar respuestas, quiero saber que actitud toma y cuánta confianza dice tenerme, la puerta del cuarto se abre, me levanto de la cama poco a poco ya que me mareo.

- ¿Amor estas bien? -esas palabras hacen que me den ganas de seguir llorando, pero sé que si hablo lloraré, asi que asiento con la cabeza -Ariadna estas pálida voy a llamar al doctor -levanto mi mirada, veo sus ojos tristes y rojos, a llorado, me mira con culpa y es todo lo que necesito para saber que algo pasó con esa mujer.

-Mi amor no me asustes, por favor ¿Qué tienes? -no puedo decir nada ya que siento como mi cuerpo comienza a pesarme, poco a poco mis ojos se van cerrando hasta que llego a ver todo completamente oscuro.

Descubriendo el engaño 1°  Terminado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora