Capitulo 21

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Feliz Navidad! Muchas bendiciones para cada un@, un abrazote en la distancia 🌲🌲🌲

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Los días fueron pasando uno a uno llenos de felicidad... bueno sin obviar que Edmund se había vuelto un sargento, el salir de la cama tenía que ser bajo negociación, ya que él tenía miedo que algo le pasará al bebé.

Una noche de esas tantas en las que él acababa de darle un suave masaje a mis pies, se detuvo para contemplarme, esa  manera de hacerlo me hacía sentirme avergonzada ya que él lo hacía como si yo Charlene fuera lo más bello que anduviera pisando este planeta. La verdad este hombre era especialista en hacerme ver como si fuera una belleza.

Pasó mi lengua por mis labios ya que de los nervios de como me veía se me secaban, el corazón parecía un loco total dentro de mi pecho, estaba tratando de recordar en que momento de mi vida alguien me vio así o si me hizo sentir así pero mi cerebro no reportaba ningún momento.

—Ed —susurré, esperaba que algún día me llegará a acostumbrar a esa manera tan propia, única que tenía Edmund para verme.

—¿Estás bien? —en menos de un segundo, él estaba junto a mi, sus ojos me recorrían cerciorandose que estaba bien.

—Lo estoy pero necesito caminar Ed, mi cuerpo se está resintiendo de estar día y noche en cama.

—Llamaré al Dr —ruedo los ojos por que estaba segura que el ginecólogo un día de estos bloquearía a Edmund, debía volverlo loco con sus llamadas constantes preguntando hasta lo más mínimo.

—Créeme que caminar es muy bueno para el bebé.

—¿Segura? —asentí pero él se movió para tomar su móvil y marcar al Dr, sujetó su brazo y lo observó.

—Estoy segura que el Dr ahora debe incluirte en sus oraciones —Ed sonrió —pero rogando que hoy sea librado de todas tus llamadas —no evité soltar una carcajada ante su rostro de confusión —lo siento pero debía decírtelo, creo Lo mejor sea que busquemos información acerca del embarazo y de cada etapa que viviré y llamar al Dr, sólo cuando sea estrictamente necesario.

Edmund hizo un puchero gracioso pero a la vez sexy, ese que me calentaba el cuerpo y me hacía tirarme en sus brazos para estrecharlo y de esa manera convencerme que él si estaba conmigo y no era producto de mi imaginación.

Su calor me reconfortaba, escuchar latir su corazón era para mí maravilloso, nos fuimos recostado en la cama, él se acomodó para que yo pudiera descansar mi cabeza en su pecho mientras su mano acariciaba mi espalda, está parte era la que mas adoraba cada día.

Mis ojos se fueron cerrando lentamente, me sentía en casa.

Leonardo

Andrea soltó una palabrota, enarcó una ceja al escucharla, ella soltó lo que tenia en sus manos y la escuché suspirar.

—¿Todo bien? —ella siempre tan correcta, me observa sin mostrar ninguna emoción, esperaba haberla asustado y ver por primera vez que ella era afectaba pero tal cosa no pasaba, Andrea era fría, alguien correcto. Pensaba que ella se programaba para ir a la oficina por que en momentos como el de hace unos minutos ella parecía humana.

—Todo bien Leonardo —extiende su mano y me entrega una carpeta, mientras comienza a recitar el itinerario del día, yo la observaba, ella me intrigaba, me preguntaba si Andrea sonreía, si en su casa o con los suyos ella reía a carcajadas —De todas maneras he dejado tu itinerario en tu escritorio.

Parpadeo avergonzado por que esta vez no he puesto atención a sus palabras.

—¿Has pensado en mi propuesta? —ella no levanta la mirada, Andrea guardaba documentos en diferentes carpetas.

—Aún no me explico por que debes fingir, para mi es más fácil decirle que no quieres nada con ella —se encoge de hombros.

—La conoces Andrea, sabes que no acepta un no por respuesta y no se dará por vencida.

—Honestamente me gusta mantener mi vida privada separada de mi vida laboral —ella me observa — me preocupa que con tu compromiso falso igual mi vida privada se verá afectada con la laboral.

—Vamos Andrea ni que guardarás un terrible secreto.

Ella desvía la mirada

—Leonardo ¿crees que Clara va a creer que tú te has fijado en mi?

—Lo hará pero eso depende de nosotros

Ella saca del cajón aquella carpeta que yo conocía muy bien, al abrirla veo que ella busca la ultima página.

—¿Tanto pagas por hacerme pasar por tu novia? —asiento mientras ella cierra los ojos, puedo darme cuenta que ella está luchado consigo misma.

Me he quedado ahí, junto a ella esperando una respuesta por que estoy seguro me la dará en estos momentos.

No sé cuánto tiempo paso, pero al abrir los ojos la veo tomar una pluma, me mira por un momento para luego garabatear su nombre.

—Acepto Leonardo

Kateromantica

Mi Jefe©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora