Capitulo 22

6.4K 844 54
                                    

El móvil suena una y otra vez pero cuando lo voy a tomar ya han cortado, reviso y veo que es una llamada perdida de Gregorio, le marco y espero que levanté

—Gregorio —escuchó que una puerta se cierra

—¿Cuándo piensas regresar Charlene? —su voz se escucha alterada al otro lado de la linea —revise tu permiso y desde el día de ayer se venció.

—Yo... —la verdad se me había pasado por alto revisar mi fecha de regreso a la oficina —lo lamentó, me reintegro el día de mañana.

Al otro lado de la linea se escucha un gruñido

—Sin falta —responde y corta la llamada. Me dejó caer en mi sillón y me recriminó el ser descuidada, nunca lo había sido pero esto no podía volver a pasar.

La mañana me dediqué a arreglar el departamento, lavar la ropa, cocinar. Me sentía mejor, luego decidí ir al supermercado por que la comida se estaba acabando y ya no tendría tiempo de hacer la compra.

Al llegar al super, con calma me dediqué a hacer la compra.

—Hola —giré mi rostro y la chica que estaba frente a mi sonreía.

—Hola —le respondi, ella reviso varias verduras y luego las guardo en su carrito

—Es un poco tedioso venir al super —comentó

—Lo es pero es necesario —ambas asentimos, la veo mirar de un lado a otro

—¿Eres casada? —ella me observa con una gran sonrisa

—Aún no y ¿tú? —ella por un momento frunció el ceño

—No ¿significa que vas a casarte?

—Así es —empujó mi carrito y me dirijo a la sección de jabones de baño, escuchó pasos y al ver sobre mi hombro veo que viene detrás de mi

—La verdad te pregunto por qué me ha preocupado verte pálida, se que no debo meterme pero me has caído bien —me detengo y me ha conmovido que una desconocida se preocupe por mi

—Estoy bien —vuelvo a sonreír pero noto su rostro de preocupación —Estoy pálida por el embarazo

—¿Embarazo? —a abierto más  sus ojos pero luego es como si tomará el control de si misma —Lo lamentó, me preocupe más, soy Clar ...Maria—extiende su mano —Maria Clara

—Mucho gusto Maria Clara, mi nombre es Charlene, gracias por preocuparte por mi

—Llamame Maria, no me gusta mucho el Clara —muerde su labio inferior

—Está bien Maria —me dedico a buscar el jabón que voy a comprar

Al terminar de hacer las compras y llegar a la caja a pagar sentía que Maria se había tomado muy en serio la preocupación hacia mi.

—Me marchó —declaré, ella me ayuda a guardar las compras en el auto.

—Déjame felicitarte por tu embarazo

—Gracias Maria

—Tú prometido debe estar feliz por el bebé

—Lo está —me cruzó de brazos —De hecho me sobreprotege —ella enarca una ceja

—¿Si? —asiento —Es extraño que no está aquí

—Está en su trabajo

—Lo malo de ser asalariado—niega —si fuera jefe todo sería distinto

—Él es el dueño —ella asiente

—¿El dueño? —mira sus uñas —Entonces es extraño que no está por aquí

—Si de él dependiera no iría a trabajar

—Bueno te dejó marchar, quizás nos volvemos a ver ... Aquí en el super

Edmund

¿Pasa algo? —Gregorio se sienta frente a mi

—Es Charlene, independientemente que tenga una relación contigo eso no la libra de no cumplir su trabajo

—Calmate y dime despacio las cosas

—Ella debería estar aquí hace dos días pero hasta el día de hoy no se ha aparecido, ni había llamado para indicar que le pasaba.

—Entiendo —observó a Gregorio —Te diré algo, Charlene no se ha presentado a trabajar más que todo por mi culpa, no la he dejado que se levante de la cama, así que es muy probable que no ha tenido chance de revisar la fecha que se iba a presentar

—Bien, pero ya mañana debe presentarse

—Lo hará —me recuesto en el respaldo de mi silla —Violeta debe llevar al día el trabajo de Charlene imagino

Gregorio frunce el ceño

—Claro

— Esperó así sea Gregorio por que Violeta últimamente se dedica a estar metiéndose en la vida de los demás y mi prometida no vendrá a hacer su trabajo y el de Violeta, supongo que así como estas pendiente de la llegada de Charlene, lo estas de que Violeta cumpla su trabajo. Ahora si me disculpas debo revisar unos archivos.

Gregorio se puso de pie y salió dando un portaso, me molestaba que tratara siempre de cargar a Charlene con todo el trabajo, incluyendo las tareas que le asignaba a Violeta y no cumplía.

Al llegar a casa, si, aunque no era mi departamento, pero sentía mi hogar donde estaba Charlene. Ella estaba sirviendo la mesa, levantó su rostro y me sonrió dulcemente, me quedé de pie contemplandola, sentía que dentro de mi pecho no cabía tanto amor. Ella camino hacia mi y extendió sus brazos, la estreche en mi pecho, mientras cerraba los ojos para disfrutar de su calidez.

Leonardo

—¿De qué hablas?

Mi guardaespaldas se acercó un poco más

—La señorita Charlene y Clara estuvieron en el mismo supermercado.

—¿Quién estuvo dentro con Clara?

—Nos indicó que no pusiéramos nerviosa a la señorita... —Frunzo el ceño

—Nadie estuco con ella —afirme y me cruce de brazos —¿Quién se hubiera hecho cargo si esa loca le hubiera hecho daño a Charlene?

—Señor... —no lo dejé hablar

—No, se les paga para protegerla —presione la mandíbula —Lugares así quiero que entren con ella, nadie debe dejarla sola.

—Si señor

—Bien

Al quedarme sólo le envié un mensaje a Ed, debía estar alerta. Clara se estaba saliendo de control.

Kateromantica

Mi Jefe©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora