Mi Jefe©

Capitulo 3

Faltaban cuatro dias para mi cumpleaños, para mi era un dia deprimente ya que estaba sola, asi que decidi pedir ese dia para pasarlo encerrada en mi departamento, sin salir de la cama.

Llegó temprano a la oficina y me he dispuesto a enviarle un correo a Gregorio, solicitando el dia.

Cuándo lo he enviado, decido revisar la agenda del dia, el jefe tendria varias reuniones pero habia una que seria fuera de la empresa y me causaba congoja ya que debia acompañarlo, sólo el hecho de estar los dos encerrados en su auto me causaba ansiedad.

A media mañana aparece Violeta, con una gran sonrisa en sus labios, detrás de ella aparece Gregorio y mi corazón salta por que mi mente me tortura de que debieron estar juntos. Ella parecia muy satisfecha y las miradas que le lanzaba a él era como si compartieran un secreto. Senti un gran peso en mi pecho. Él había caido con Violeta, la furia se instaló en mi pecho y con las manos temblorosas segui escribiendo en la computadora.

Un mensaje aparece en la pantalla, Gregorio me estaba escribiendo al comunicador de la empresa, sentia rabia.

— «buenos dias Charlene, ¿Lista para la reunión?»

— «¿Viste mi correo?» — no habia deseado tanto el dia de mi cumpleaños como en este momento.

— «es tu cumpleaños, siempre lo celebramos en la empresa... todos»

— «este año no será asi» — tengo los puños apretados y de soslayo veo a Violeta ponerse de pie en cuánto mira entrar a Edmund, ella se sentia muy segura con los hombres por su gran cola.

Edmund enarca una ceja y su mirada se clava en su cola ya que ella siempre buscaba la manera de darles la espalda, eso me fastidiaba y mucho.

Vuelvo mi mirada a la pantalla y veo el icono del comunicador parpadear, con un suspiro lo abro.

— «¿Tienes planes?»— ruedo los ojos por que honestamente no le importaba a Gregorio.

— «si, voy a preparar las carpetas para la reunión»

Me levantó y caminó al archivador para sacar las carpetas, al girarme Edmund está junto a mi, sus ojos recorren mi cuerpo y luego se posan en mi rostro, mis mejillas arden por que tenia mucho tiempo de que alguien no me veia con deseo.

— hola preciosa — susurra, siento que me acaricia con su mirada color azul.

— hola Edmund — trató sonar segura pero él sonríe.

— ¿Vamos a almorzar? — él mete sus manos en los bolsillos de su pantalón y se balancea sobre sus talones.

Él era un hombre alto, guapo... y muy consciente de ese detalle ya que era mujeriego, cada dia veia salir a una chica distinta de su departamento, asi que suponia que sólo le interesaba mientras no cayera en su cama.

Sobre su hombro veo a Gregorio pararse en el umbral de la puerta de su oficins e inmediato Violeta llega hasta él, moviendo sus caderas, él la obversa hipnotizado. Muerdo mi labio inferior y pienso que es una tortura para mi, esta situación.

— ¿Preciosa? — vuelvo mi mirada hacia Edmund.

—si me gustaria almorzar contigo — su sonrisa fue cautivante y extiende su mano para tocar la punta de mi nariz.

— contaré los minutos — murmura y se dirige hacia su escritorio, suelto un suspiró y me dirijo al escritorio, por está vez no he mirado a Gregorio quién seguia en la puerta con Violeta.

Me giró en mi silla para darles la espalda y me dipongo a guardar los papeles en cada carpeta.

— Charlene — levanto la mirada y Gregorio está frente a mi escritorio — tenemos dias de no salir a almorzar, Violeta ya está lista, vamos — ella se ha levantado y lleva colgado en su hombro su bolso y pega su costado a Gregorio quién la mira con ardor.