4. Experiencias y decisiones

219 11 0
                                    

Febrero 1982

"¿Estás de broma? ¿Aún eres virgen?". Taylor miró asombrada a Torrey.

Las dos mujeres estaba sentadas sobre la alfombra de su habitación en el tercer piso, los libros apilados alrededor de Torrey, bocetos rodeando a Taylor. Gene Pitney sonaba por los altavoces, como siempre. Para Torrey era lo que faltaba: escuchar 'Town withouth pity' y derramar sus tragedias sexuales a su amiga.

"¿Podrías gritarlo un poco más? No creo que te hayan oído en el primer piso" respondió Torrey bruscamente.

"Perdona... ¡No puedo creerlo! ¿Cuántos tienes... dieciocho?" rió con fuerza Taylor.

La morena mujer vio el gesto dolido en la cara de su amiga, la joven se giró con lágrimas en los ojos.

"Oh, Little Bit, lo siento". La expresión de Taylor cambio con naturalidad a un ceño fruncido como cada vez que hería sin querer los sentimientos de su amiga. "No sabía que era tan importante".

"Bueno, lo es para mí". Torrey no podía detener las lágrimas que surgían de sus ojos.

"Hey, no hagas eso" Taylor se aproximó a la joven y la envolvió con su brazo alrededor de su pequeño cuerpo. "¿Qué sucede, Little Bit?"

Torrey le explicó sus sentimientos respecto a su inocencia y comenzó a hablar sobre el chico con el que había quedado dos semanas atrás. Los músculos de los hombros de Taylor se tensaron al oír el nombre de Stephen. Alto, moreno y de ojos azules, hasta Taylor tenía que admitir que Torrey tenía buen gusto. Conducía una moto que Taylor conocía, una Honda Shadow... nada comparado con su Harley, pero parecía que trataba a Torrey con respeto, y eso era algo que Taylor exigía en cualquier hombre que quisiera una cita con su joven amiga.

Por supuesto, ninguno era lo suficientemente bueno para Torrey en opinión de la mujer. Desde la noche en que había estado buscando por fuera a su amiga, la morena mujer peleaba contra la aceptación de saber que estaba perdidamente enamorada de la joven. Quería tomar a Torrey entre sus brazos y mostrarle lo profundos que eran sus sentimientos, pero Taylor tenía el presentimiento de que si lo hacía, Torrey huiría de ella. Así que la artista acallaba sus sentimientos e intentaba ser lo mejor amiga que podía ser. Naturalmente, oír hablar de Stephen era la peor parte.

"Stephen quería que me acostara con él". Torrey se enjuagó las lágrimas.

"Bueno, eso no me sorprende" respondió Taylor secamente. Ok, ¡ella no necesita sarcasmo, Kent! Simplemente te molesta porque no eres tú lo que ella quiere.

"¿Estás diciendo que no debería?" preguntó Torrey.

¡Eso es lo que digo, maldita sea!

"Bien, digo que es algo que no me concierne, Tor. Me refiero a que es una cosa muy personal" respondió Taylor.

"¿Pero debería?" insistió Torrey.

¡Sólo si es conmigo!

"Es sólo que estoy confusa, Strech. Es decir, parte de mí quiere, pero la otra parte no lo ve claro. Stephen dice que no sabe cuánto tiempo puede estar con una chica que no confía en él lo suficiente como para dormir juntos" continuó Torrey llorando.

¡Ese bastardo! ¡Debería partirle su esquelético cuello!

Taylor estaba teniendo toda una batalla interna en ese momento. Su amor por la joven empañaba claramente su juicio, pero la morena artista se dio cuenta rápidamente que la forma en que ella quería a Torrey en su vida nunca podría suceder. Miró fijamente a los ojos de su pequeña amiga deseando que Torrey viera en ellos lo que sentía en su corazón. Que se diera cuenta de lo profundo de su amor. Por un momento, los ojos de Torrey se abrieron brillantes, después arrugó sus cejas extrañada.

No tan ciegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora