Septiembre 1991
Torrey se apoyó contra la pared y sonrió a un desconocido más que su agente le había presentado.
"Pareces aburrida" dijo Rick en su cantarín falsete. "Recuerda que toda esta gente está aquí por ti".
"Vale, encuentra a la más guapa y te dejaré con ella" devolvió Torrey.
"Oh, estás de excelente humor, ¿verdad? ¿Qué pasa contigo?" preguntó Rick, saludando con la mano a alguien al otro lado de la habitación.
"Mi hija me odia, mi niñera me ha abandonado, y no he tenido sexo en dos años... ¿necesito más razones?" bromeó Torrey. No estaba siendo antipática. Rick y ella eran viejos amigos y solían bromear de esa forma todo el tiempo. Una vez que se enteró que su amigo era gay, se lo llevaba con ella a cada fiesta y así evitaba las proposiciones y el sobeteo de cada hombre de la estancia. Rápidamente los rumores decían que la autora, Torrey Gray y su agente estaban juntos desde hacía mucho tiempo.
Rick fue al bar y volvió con un vaso de Glenlivet que ofreció a su amiga. Torrey se lo agradeció y tomó un sorbo del vaso. Cuando alzó de nuevo los ojos se encontró mirando fijamente a dos fríos ojos que eran inquietantemente familiares. La mujer del otro lado de la habitación se retiró el moreno cabello de la cara y sonrió seductoramente a la escritora.
Torrey sintió un calor impregnando su cuerpo con esa sonrisa. Alguien debió haberse dirigido a la mujer porque la morena giró su cabeza hacia la conversación. Era una coincidencia increíble que conociera a una mujer que le recordara tanto a Taylor, especialmente cuando ella y su amiga habían estado separadas durante siete años. Y más en un fin de semana en el que Torrey estaba echando de menos a Taylor más que nunca.
La mujer del otro lado de la habitación era casi tan alta como su vieja amiga. Pero no era tan impresionante. La mujer era sin duda preciosa, pero no tenía la sensacional belleza de Taylor. Torrey se encontró mirando el cuerpo de la mujer y hundirse en los ojos índigo, mirándola de nuevo. Esta vez la mujer sonrió le guiñó un ojo, diciéndole a Torrey que la había pillado. La escritora se sonrojó al momento al verse cogida. Una vez más la morena se volvió a la gente que le estaba hablando.
"Deberían ponerte alerta sobre esa" le susurró Rick al oído. "Es prostituta".
"¿Estás bromeando?" se sorprendió Torrey. Por supuesto, no tenía ni idea de cómo se veía una prostituta salvo por las que estaban al rededor de la calle cincuenta y ocho en Chicago.
"Es muy cara, pero por lo que he oído, muy buena en lo que hace" dijo Rick en un susurro.
"¿Cómo de cara?" preguntó Torrey.
Rick miró a la joven y sonrió. No había pensado en Torrey como una mujer que tuviera que pagar por sexo, pero a ella no le gustaban los jaleos de una cita y dos años podía ser mucho tiempo.
"¿Quieres que haga algunas averiguaciones de tu parte?" preguntó Rick con una sonrisa.
Torrey miró mientras la joven del otro lado de la habitación miraba hacia ella con una sonrisita que parecía querer saber a qué estaba esperando.
"Oh, sí" le indicó Torrey, terminando su whisky escocés.
* * * * *
Torrey pasó la tarjeta de apertura por la cerradura y abrió la puerta. La suite del Plaza era la misma de la de todos los años cuando iba a Nueva York. Los empleados eran educados y atentos con las necesidades de la escritora. El joven del mostrador ni siquiera pestañeó cuando vio a la joven rubia entrar con la alta morena. Lo que fuera a hacer la gente que podía permitirse la suite del Plaza en su habitación no era su problema.
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No tan ciegas
Romance* Novela de LJ MAAS Torrey Gray y Taylor Kent son mejores amigas desde la universidad, en un punto de su vida tomaron rumbos diferentes, 15 años después una petición desesperada las volverá a unir. El miedo a decir nuestros sentimientos puede ser...