El cielo se situaba con un color claro, las nubes se encontraban dispersas por todos los rascacielos.
Hoy, se encontraba un ojiverde emocionado, un ojiverde risueño desbordando alegría al mundo.
Si, hoy esa Pelirroja, mujer de sus sueños iba ser su amada. Hoy, iban hacer una sola alma, unida por un núcleo de amor y cariño creados por los dos.
A temprana hora, se ubicaban Charlotte con Jeremié arreglando las cosas para su fiesta sorpresa ¿Por qué ? Porque aparte de que hoy iba ser su novia; también iba ser su cumpleaños.
¡Si! Que día iba ser, un día lleno de sorpresas y regalos le aproximaban a la pelirroja.
—¡Edmond! —Charlotte chasqueo los dedos frente a él y movió su cabeza.
—Lo siento, es que estoy muy distraído ... —la rubia lo interrumpió .
—Cariño, siempre lo estas —carcajeo audiblemente y Edmond cruzó los brazos enojado.
—¡Ya niño infantil! Vamos arreglar está sorpresa para la pelirroja —aplaudió emocionada, y en ese momento llegaron las tres chicas alocadas más conocidas como: Amelié, Agné y Marine.
—¡Edmond Monet! —Amelié le gritoneo haciendo que Edmond girará rápido hacia ella.
—¿Pasa algo...? —el ojiverde chasqueo los dedos, tratando de recordar.
—Amelié —sonrió coqueta la francesa a lo cual, el ojiverde se puso nervioso y se alejó de ella.
—¿¡Quiénes son estas Ed!? —la rubia bombardeo con su mirada a Amelié y después soltó una con repugnancia.
—Sus amigas ¡Querida! —Amelié farfullo con envidia.
—¡Chicas! —Jeremié ya harto del alboroto que estaba a punto de colapsar grito, llamando la atención de ambas.
—¡La sorpresa! —habló entre dientes y las dos, mirándose ardidamente, se voltearon y cada una hizo su respectivo trabajo.
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Mil palabras y un te amo.
Ficção Adolescente-¡Por favor mírame! -suplicando el ojiverde, alzo el mentón de la chica, que ya comenzaba con lagrimas en los ojos. -¡Créeme por favor soy yo! -sollozando saco las manos de sus pantalones, tratando de agarrar las de ella. -No lo eres estas mintiendo...