** CAPÍTULO 24 **

99 19 160
                                    

* capítulo dedicado a Cielo399Ross por ser una Anonyme perseverante y llegar hasta donde vamos de la novela y por derrochar amor por la novela ¡¡¡Gracias cariño!!! *

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

* capítulo dedicado a Cielo399Ross por ser una Anonyme perseverante y llegar hasta donde vamos de la novela y por derrochar amor por la novela ¡¡¡Gracias cariño!!! *

* capítulo dedicado a Cielo399Ross por ser una Anonyme perseverante y llegar hasta donde vamos de la novela y por derrochar amor por la novela ¡¡¡Gracias cariño!!! *

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Catherine Agné toco su hombro y con delicadeza abrió la puerta de la gigantesca casa.

Cuando se abrió la puerta, no podía creer lo que estaban presenciando sus ojos...

¡¡Sopresa!! alardearon todos en conjunto. Había globos por todos lados, serpentina y confeti esparcía la ahora revuelta casa de los Monet. El cartel estaba voluminoso y resaltaba entre las paredes. '¡Feliz cumpleaños Cathy!' Se reflejaba con un rosa predominante y muchas fotos donde se encontraban Charlotte, Jeremié y las otras tres alocadas chicas. Faltaba Edmond, pero él no quiso poner, el sólo dijo que habrá más cumpleaños para poner millones de ellos juntos. Aparte de que no tenía con la pelirroja.

Catherine sollozo, la tensión que sus traviesas amigas le habían propagado la había hecho sentirse muy mal.

¡Sorpresa! exclamó un ojiverde emocionado, pero después paso a uno dudoso -. ¿Pelirroja?

¡Cállate! sollozo aún más, el ojiverde la quiso abrazar pero ella se alejó abruptamente.

Edmond empezó a sentir tristeza y sus lágrimas comenzaban aposarse en sus pupilas.

¡Muy bien Catherine! El no tuvo la idea, fuimos nosotras se señaló y también a las otras dos francesas —. No te enojes con él, al contrario él fue el de la idea de la Sorpresa. Bien pudimos no hacerte nada.

¡Cállate! la Pelirroja limpio sus lágrimas , y se dirigió a un ojiverde apagado.

Cariño, lo siento mucho pensé que tu habías tenido la idea la ojiverde ahora se sentía terriblemente mal.

Yo jamás te haría daño sus ojos se agacharon, mirando sus desgastados zapatos.

Ven aquí la pelirroja le abrió los brazos y el pequeño de inmediato se abalanzó para refugiarse en ellos.

Mil palabras y un te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora