Lo que no fue

28

—No creí que fuera tan fácil inmovilizar a un titán.

La sonrisa burlona de Milo se ensanchó al escuchar el comentario de Camus y le lanzó una pequeña mirada cómplice.

—No tenemos mucho tiempo, solamente el necesario para que recuperen el aliento.

Mu se acercó a Athena y se dio cuenta de las heridas que cubrían su cuerpo físico, a pesar de que su cosmos ardía con tal rabia y energía no podría controlarse si no se recuperaba.

—Gra... Gracias Mu.

La voz de Athena salió entrecortada y un poco gruesa por los gemidos de dolor que había soltado con anterioridad.

—No tiene porqué agradecerme, Athena.— el tibetano hizo una pequeña reverencia en dirección a la diosa agonizante que poco a poco se recuperaba por la fuerza de su cosmos —Después de todo, somos sus caballeros servidores de la justicia.

Se giró poco a poco para encarar al Patriarca esperando por cualquier tipo de comentario que desencadenara un plan para contrarrestar al titán.

—Dohko y yo llevaremos a Mnemósine lejos de aquí para que Chronos deje de manipular los recuerdos de las personas.— se colocó el casco de Patriarca por encima de la cabeza y una mirada de determinación apareció en sus ojos, lentamente se dio la vuelta para salir con la diosa de los recuerdos inconsciente en brazos—Cuento con que protegerán a Athena caballeros dorado... y por favor, hagan todo lo que esté en sus manos.

Sin decir nada más, Dohko y el Patriarca Shion salieron del templo en dirección al Santuario y mientras los demás caballeros observaban como se retiraban una corriente extraña llenó el ambiente, al girarse para encarar al titán se dieron cuenta que tenía una gran sonrisa en el rostro y después de soltar una risa maliciosa, procedió a hablar.

—¿Así que decidieron llevarse a Mnemósine? JA! Les agradezco honorables caballeros de Athena, me ahorraron la tarea sucia de descuartizarla y comérmela para la cena.— la sonrisa se ensanchó y dejó ver rastros de sangre en las uniones de la encía y el diente —Sin embargo, se la han llevado ya que he cumplido mi cometido.

Antes de que alguien más pudiera hacer un movimiento, Chronos giró la guadaña y abrió una pequeña abertura en el aire dejando ver una pequeña ventana donde había gente gritando y corriendo de un lado a otro.

—Miren esto... Es mi obra maestra, les he hecho un pequeño favor a la humanidad.—de nuevo, sonrió sádicamente y continuó hablando —Les he devuelto a todos sus recuerdos de sus anteriores vidas pero, desafortunadamente, algo salió mal.

Señaló con su cabeza la pequeña abertura y un claro destello de maldad e inhumano brilló en su mirada.

—La combinación de los recuerdos y el tiempo, ha provocado que las reencarnaciones regresen a su cuerpo original...—en abertura apareció una preciosa niña de cabellos rizados y rubios con una hermosa piel lechosa, sin embargo la belleza de la niña se veía opacada por la fuerza con la que estaba llorando desesperadamente, se tiró al suelo retorciéndose de dolor hasta que sus gemidos crecieron en tono convirtiéndose en un retorcido y gutural sonido, sin embargo, no fue lo único que cambió: su boca se deformó hasta crear un hoyo muy grande, sus piel se tornó negra y poco a poco sus huesos crecieron en su cuerpo hasta que el esqueleto interno salió de su recipiente dejando a la vista un gigantesco conjunto de huesos rodeado por una pequeña cantidad de músculos y vísceras; aún así los gritos se seguían escuchando, Camus y Saga estuvieron a punto de vomitar mientras que los demás dejaban ver la expresión horrorizada de los demás. —Pero parece que algo sucedió... al parecer la falta de la presencia del cosmos y la fuerza que ha retomado su alma al unir todas sus vidas pasadas han deformado los cuerpos actuales de los humanos.