2. Ángel

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NATALIA POV

Después de recoger la disco durante 1 h se acabó mi turno. Me dirijo hacia la zona de la taquilla, me cambió de ropa y cojo todo lo necesario para salir de allí.
Antes de salir me despedí de Tamara y le di las buenas noches. Estudiaba en la universidad de lunes a jueves por la mañana y de jueves a sábado trabajaba allí, no era el mejor horario del mundo pero si bastante organizado, tampoco iba a pedirle más a la vida.

Mi casa estaba aproximadamente a 15 min de la discoteca, estaba bastante céntrica y aunque fuesen las 5 de la mañana no me daba miedo ir sola de camino a casa.
Podía visualizar mi portal cuando a escasos metros de el andaba una persona bastante ¿Borracha? No lo sé iba dando tumbos y apenas se mantenía en pie.
Seguía la misma dirección que yo y pasé de largo, no me apetecía meterme en movidas a esas horas.

Estaba en frente de mi portal apunto de meter la llave en la cerradura cuando me gire a ver a la persona que está allí, ya no caminada se quedó sentada.
Maldije en mis adentros preocuparme de alguien a esas horas pero la verdad que no parecía estar bien. Resoplé y me acerqué a ella.
-ey ey ¿estás bien?- pregunté cómo si no supiese la respuesta, obviamente muy bien no estaba Natalia eres tonta o que.

Me acerqué y pude ver que era una chica con el pelo rubio y corto, entonces recordé que era la chica que había discutido hace 2 h en mi discoteca. ¿Que hacía ahí a esas horas?
-¿Como te llamas?- pregunte sin recibir ninguna respuesta.
La chica se giró en dirección a unos matorrales y vomitó.
¿No has tenido una buena noche eh?- dije irónicamente.
La chica se giró.
-a-alba-dijo tartamudeando del frío.
-¿Alba? ¿Así te llamas?-pregunté esta vez sin esperar ninguna respuesta.
-bueno pues alba vas a venir conmigo y vamos a entrar a mi casa a ver si localizo a alguien que te pueda llevar a casa.

ALBA POV

No me podía doler más la cabeza la tripa y el alma, pero allí estaba esa chica que muy amablemente me levanto del suelo y no caminamos mucho hasta que noté que ya no estábamos en la calle.
-vamos a tener un pequeño problemilla- dijo ella mirándome- mi portal no tiene ascensor, lo bueno es que solo son 2 pisos-dijo con una pequeña sonrisa.

Me agarró con cuidado, yo no sentía nada, si me hacía daño o no. Intentamos subir y tardamos un poco por no decir bastante hasta que llegamos a la puerta de su casa.
-espera un momento- dijo susurrando ya que por lo que puedo intuir no eran las 3 de la tarde.
Abrió la puerta y acto seguido me ayudó a levantarme y me sentó pegada a la pared detrás de unos sofás. Su casa era bastante bonita, tenía la cocina y el salón abiertos y un pasillo al final que imagino que serán las habitaciones.
Se acercó a mí y me dio un cubo.
-si vas a echarlo todo, hazlo en este cubo ¿vale?- dijo mientras se fue hacia la cocina, yo asentí agarrándome al cubo.

NATALIA POV

No sé qué habrá tomado esa chica pero de todo menos nada bueno. Me dirijo hacia el armario del pasillo y saco una manta y un botiquín me acerco a ella y la veo agarrada al cubo, la situación hay que reconocer que es un poco cómica.

Le quite la chaqueta que apestaba a yo que sé que y la tapé con la manta pude ver como hizo una mueca, después abrí el botiquín y me dispuse a curarle el labio, ella no se quejaba de nada lo que me resultó bastante raro.
-me vas a responder unas preguntas ¿vale?- dije mientras me sentaba en frente de ella, ella solo asintió con la cabeza.
-¿Sabes dónde está tu casa?- pregunté la chica puso una cara de horror y empezó a negar con la cabeza
-no- negó con un tono de seguridad.
-vale..., Y ¿teléfono?¿Tu móvil?-la chica empezó a buscar por todos los bolsillos del pantalón y señaló su chaqueta.

Me acerqué a ella y no encontré nada
-aquí no está- le respondí mientras empezaba a sollozar.
-ey ey no pasa nada, ya lo encontraremos no te preocupes- la dije mientras la rozaba el hombro con mi mano.
-ahora vuelvo-la dije y ella se aferró al cubo.
Madre mía el panorama, la chica no sabía nada o no quería decírmelo, me daba un poco de pena la verdad. Me fui a la cocina de nuevo y saque de la nevera un poco de queso y me senté en una banqueta mirando el reloj de encima de mi televisión.
-las 6:30 de la mañana- dije en voz alta.

Pegue un pequeño mordisco y desvié mi mirada hacia ¿Alba? ¿Ese era su nombre? Me quedé mirándola como agarraba al cubo de manera tierna y tenía los ojos cerrados, observé un poco más y vi su móvil en el bolsillo de atrás del pantalón, se me iluminó la cara.
-madre mia- dije mientras me reía por lo bajo y me acercaba a ella.
Cogí su teléfono procurando no despertarla cogí un cargador y lo puse a cargar, tenía una fotografía de ella donde salía bastante guapa.

Me acerqué de nuevo y recordé que tampoco soy tan mala persona y la cogí del suelo donde estaba apoyada en la pared y la senté en un sillón que se podía tumbar con un botón y la tumbé ahí y la tapé de nuevo con la manta.
-gracias- dijo ella mientras se recolocaba.
Vaya nochecita, apagué la luz y me fui a mi cuarto a dormir.

Hola a todos espero que os esté gustando la historia este es solo el principio, el trama de la historia viene después, lo siento por las faltas de ortografía.
Si queréis que siga con la historia escribidme algún comentario y seguiré publicando capítulos
Gracias por leer.

Despacio // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora