Despacio // Albalia

Epílogo 1

ALBA POV

Cuando volvimos del concierto sabía perfectamente que Natalia no iba a dejar a Manu y Julia en un hotel teniendo una habitación de invitados.

Yo quería celebrar nuestro aniversario de manera más íntima pero nuestra relación no se basaba en el sexo, solo la complementa.

Me levanté a la mañana siguiente y no estaba Natalia en la cama, fui a la habitación de invitados abrí la puerta y solo estaba Julia durmiendo plácidamente, fui al estudio y ahí estaban los dos, Manu sentado frente al piano.
-¡Alba!- se acercó y me besó- ¿Sabes que Manu toca el piano?
-¿A sí?- la verdad es que no lo sabía, miré la hora y ayer nos acostamos tarde, por lo que era la 1 de la tarde y no habíamos hecho nada.

A la tarde después de comer estábamos todos en el estudio, Manu tocaba el piano, Natalia cantaba y Julia les escuchaba encima de la tapa del piano, me encantaba está narrativa, me encanta ver a Natalia sonreír, que sea feliz, se lo merece todo, veo que se acercan y no le doy cuenta de que me he quedado empanada mirándoles.

-¡¡Alba!!- Julia se acercó y se subió encima de mí, no me lo esperaba y caímos hacia atrás en la silla.
-Dios- me empecé a reír mientras me frotaba la cabeza, menuda leche, Julia se reía encima de mí.
-¿Estás bien?- preguntó Natalia ayudando a levantarme-
-Si..si solo un golpe estúpido- dije riendo.
-No me gustan los golpes estúpidos- dijo algo seria.
-No te preocupes Nat, que estoy bien- se agachó para estar a mi altura y me abrazó, Julia se coló entre nosotras para abrazarnos, Manu empezó a tocar una melodía feliz y nos separamos riéndonos.

El resto de los pocos días que iban a estar en Valencia lo pasamos viendo ésta, nosotras llevábamos poco tiempo en Valencia y el turismo nunca vendría mal, es invierno y hace bastante frío pero pasábamos la mitad del tiempo en museos o en bares.

-¿Qué tal Natalia?¿Has hablado con la discográfica?- preguntó Manu dando un sorbo a la cerveza, Natalia se atragantó y me miró seria.
-Tengo que decirte algo Alba- la verdad es que no sabía que podía ser, nuestra relación iba viento en popa y no había ningún imprevisto más, se ve que el destino se ha tomado un descanso.
-cuéntame-
-Me han ofrecido la oportunidad de hacer un disco- miraba algo triste.
-¡¡Pero Nat!! ¡Eso es increíble!- me acerqué y la abracé notaba su tristeza- ¿Qué pasa?
-que pasaré muchas horas en un estudio y no el de casa, con gente componiendo...
-Natalia, confío en tí, no va a pasar nada, cumple tu sueño de una vez por todas- hizo una mueca y me besó, la correspondí y luego la abracé más fuerte.

Salimos del bar y llegamos a casa, Manu y Julia nos contaron que ahora vivían en Barcelona en un pequeño piso y que les iba genial, mañana ya se iban de Valencia y me alegraba saber que habíamos aprovechado todo el tiempo posible con ellos, nunca se sabe cuándo será la próxima vez.

Salí del baño con el pijama puesto y Natalia miraba al cuadro que teníamos en frente de la cama.
-¿estás bien Nat?- me acomodé y me metí en las sábanas.
-No lo sé- se tocaba el septum nerviosa.
-sabes que puedes contármelo todo- con mi mano debajo de la sábana llegué a la suya y la agarré.
-es...muchas cosas- me miró- mañana se van Julia y Manu y me siento triste.
Me acerqué a ella y apoyé mi cabeza en su pecho.
-y tengo la oportunidad que llevo esperando toda la vida y tengo miedo a que se me haga grande...si tengo fama no quiero que me cambie- me agarró la mano fuerte- quiero que me ayudes a ser yo y que me controles, sé que no voy a consentir que me manipulen pero quiero tener la certeza de ser quien realmente soy.
-ay Nat...- le di un suave beso en la mejilla- confío en tí, pero eres mía ....

Le di un pequeño mordisco en la clavícula.
-¡Alba!- dijo divertida- vamos a dormir anda...mañana va a ser duro
-te quiero- me acomodé y el sueño me venció.