47. Agente J

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NATALIA POV

Conseguí que me dieran una hora libre y fui al patio, empezaba a acercarse el verano y se notaba la temperatura, apenas me dejaban llevar ropa que no fuese el uniforme gris, pero me hice amiga de uno de seguridad y me dejaba pasar una de mis chaquetas favoritas, esperé en un bordillo a Julia, tardó poco en aparecer.

-¡Nat!- gritó enredándose en mis piernas
-Hola agente J- dije con gesto de militar.
-Hola agente N- nos reímos- me apetece dibujar algo...
-venga dime, ¿qué es lo que más echas de menos?- pregunté sentando a Julia en mi regazo.
-me apetece dibujar...- se tocó la barbilla- ¡una guitarra!
-vaya vaya, ¿Una guitarra?- pregunté curiosa.
-echo de menos que me cantes agente N- dijo riéndose.
-está bien, vamos a dibujar una guitarra.

Estuvimos un rato juntas hasta que me tuve que ir, el único momento en el que era yo misma era con Julia, o la agente J.

Subí a mi habitación y tenía encima del escritorio la pastilla diaria, la tomé y me tumbé en la moqueta mirando al techo, uno de los efectos secundarios de la pastilla era el sueño, yo no necesitaba pastillas pero por mi agresividad los primeros días y mis intentos de escapar me la dan para tenerme controlada.

Me desperté algo aturdida, me llamó mi guarda de seguridad y bajé al comedor, todos los días me sentaba con Julia a comer, y con un chico llamado Dave.
Subí a la habitación después de comer y empecé a escribir, lo que sea, lo que sentía, digamos que estaba haciendo un diario.

ALBA POV

Salí de trabajar y como todos los miércoles iba a casa de Alex a comer, vivía con su hermano mayor llamado Bruno los dos eran chicos bastante atractivos pero nada más.
-Buenos días Reche- dijo Bruno sentado en la mesa- a ti Alex no te saludo que ya te veo bastante la cara.
Me reí y me senté en la mesa, comimos entre risas y me fui con Alex a su habitación.

Su habitación era azul y tenía cuadros por todos lados, como se nota que trabajaba en el mismo lugar que yo.
Empezamos a dibujar hasta que me interrumpió.
-¿Qué tal está mañana?- preguntó Alex girando su silla para verme.
-Bien, lo típico, niños tocando los cuadros, el ordenador bloqueandose y esas cosas.
-me encanta verte cabreada con el ordenador- afirmó con una sonrisa- porque es gracioso como te enfadas y hablas sola.
-ya...- me resultaba extraño su comportamiento.
-¿Y ese tatuaje?- preguntó señalando mi brazo derecho- ¿Cuando te lo has hecho?
-hace un par de días, me trae buenos recuerdos- afirmé tocándolo.
- ¿que significa "Don't ask"?-preguntó sonriente.
-es una canción, de una persona muy especial...-volví al cuadro.
-me encanta como te está quedando-dijo acercándose para ver el cuadro pero tiré sin querer las acuarelas al suelo.
-perdón- dije avergonzada por el desastre, el se acercó a recogerlo y nuestras caras se quedaron muy cerca, demasiado para mi gusto.

Su nariz rozaba la mía y me besó, le correspondí hasta que noté su mano en mis caderas y entonces abrí los ojos y no lo quería ver.
-no puedo lo siento- dije nerviosa levantándome del suelo.
- perdona Alba... no sé qué me ha pasado- dijo nervioso el también- de verdad lo siento.
-no te preocupes soy yo, tranquilo hice una mueca falsa y me fui hacia mi casa.

Llegué y me tumbé en la cama, mi móvil empezó a vibrar porque alguien me estaba llamando y me levanté rápidamente, era María.
-¡Alba! ¡Cuánto tiempo!- gritó María, separé un poco el teléfono para no quedarme sorda.
-¡María!¿Qué tal por Madrid?- pregunté tumbada en la cama.
-Muy bien, Pablo y yo estamos mejor que nunca y Marta se ha echado novio, no para... Todo el día "PACO PACO"- empecé a reír- ¿Y tú qué tal?
-bien, me ascendieron en el trabajo y no pagan nada mal, he hecho un par de amigos y poco más.
-me alegro, bueno te dejo que no sé qué quiere Pablo, ¡Adiós!- colgué y tiré el móvil a la alfombra.

Miré al techo y coloqué mi mano en el tatuaje, Natalia, te quiero tanto, beso otros labios pero no son tan increíbles como los tuyos, tengo miedo de que me olvides, de que no haya significado nada para tí, y que no vuelvas a verme...

No pude evitar llorar, había pasado 1 mes desde la última vez que supe algo de ella y de Miki, María tampoco hablaba con ellos y no tenían rastro, me daba tanta angustia pensar que está con otras personas, de lo rápido que se ha olvidado de mí cuando yo no puedo evitar pensar que estará comiendo, componiendo, dibujando, interpretando, si tendrá éxito como cantante, la echo tanto de menos...

NATALIA POV

Después de cenar siempre me ducho para dormir como nueva, el agua era bastante mala y no siempre salía agua caliente, cantaba en la ducha y me relajaba viendo como caían las gotas por mi cuerpo.

Entré a mi habitación de nuevo y me senté mirando a la ventana, se veían coches a lo lejos, supongo que Madrid centro, hay gente en el patio, agentes con perros, el parking siempre está vacío si vienen coches es para arreglar algo o traer a más personas, intentaba mantener la cordura pero cada día tengo menos ganas de vivir, no hay nada que me motive, solo Julia y su sonrisa levanta mis ánimos, ella es demasiado pequeña para vivir encerrada, no se lo merece, puede que después de tanto tiempo, yo sí que me lo merezco, por comportarme como una estúpida con la gente que quiero, por no saber amar.

Si no sé quererme a mi misma, no podré querer a nadie y el destino de alguna u otra manera me ha llevado al lugar donde debo estar y lo que debo sentir, sola y destrozada.

Alba ojalá me perdones por no haber aprovechado todo el tiempo que me quedaba contigo, por no haber arriesgado más, y por no despedirme de tí, lo siento.

Despacio // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora