ALBA POV
Solo pude consolar los sollozos de Natalia, no me quería decir que le pasaba, no en ese momento, mañana por la mañana la sacaría un poco de casa para que se relajase y me pueda contar con tranquilidad, confío en ella.
Ya era por la mañana y Natalia no consiguió dormir mucho, y por ende, yo tampoco.
Me levanté de la cama.
-Nat, vete vistiendo vamos a dar una vuelta para que te despejes, no puedes seguir así- cerré la puerta y bajé en busca de mi madre, ella madrugaba un montón.
-¿mamá?- pregunté al no verla en el salón.
-¿Alba?¿Pasa algo?- apareció por la puerta de la cocina.
-Voy a ir con Natalia a dar una vuelta ¿vale?- pregunté.
-¿no es muy pronto? son las 8.30 Alba -dijo mirando el reloj- ¿Pasa algo?
-no lo se, pero no ha dormido nada y necesita salir a la calle no preguntes ¿vale?- dije dándola un beso en la mejilla- buenos días.
-buenos días a tí tambien- se giró y entro a la cocina otra vez, yo subí las escaleras hasta la habitación.Natalia estaba sentada en un lateral de la cama con un vaquero negro con las rodillas al aire y una sudadera negra, se tapaba la cara con las mano
-Ey...- dije acercándome despacio- nos vamos en nada ¿vale?- Natalia asintió y me empecé a cambiar de ropa.Después de un rato bajamos hasta la puerta y salimos a la calle, ella iba con desgana con las muletas algo torpe, no compartimos ninguna palabra, ella me seguía nada más.
Llegamos hasta un parque con vistas al mar era muy temprano y no había nadie, me senté en un banco y ella hizo lo mismo.
-me encanta este sitio- dije cortando el silencio.
-es muy bonito- alzó un poco la vista para ver el mar.
-¿puedes contarme por qué estás así?- pregunté con cuidado tocando su mejilla.
-es muy largo...-dijo con desgana-
-tenemos todo el tiempo que quieras- respondí haciendo una mueca, Natalia sonrió ante mi gesto.
-estoy agobiada, mucho- empezó contando- ayer me llamó un teléfono desconocido que me llamó los días antes de que mi tío me llevara con él, pensé que al acabarse todo no volvería a llamar pero no fue así, ayer llamó y yo lo cogí- suspiró.
-tranquila...-
-era mi madre Alba, después de 3 años, se dignó a llamar a su hija, que sí que es verdad que no es su culpa que me fuera de casa, ella no era el motivo, pero ni un segundo se preocupó por mí- miró hacia el cielo y tragó saliva- quiere que vaya a Pamplona.No me esperaba eso la verdad, me esperaba mil y una cosas, me alegraba de que su familia contactase con ella, pienso que podrían reestablecer relación, pero yo no soy Natalia.
-¿que piensas hacer..?- dije acercándome un poco más a ella.
-por una parte quiero ir, quiero ir sola y ver que ha pasado, hasta ayer no me di cuenta lo que les necesito en mi vida, a mis hermanos.... todo- empezaron a caer lágrimas por sus mejillas que yo paré con un beso en la mejilla- por otra parte estoy bien así, voy a empezar a trabajar en lo que quiero, me gusta Madrid a pesar del último mes, y te quiero a tí.Le di un abrazo muy fuerte.
-no quiero ir y perderlo todo, no quiero ir y que me obliguen a quedarme Alba...- empezó a sollozar.
-tranquila... estoy aquí, no estás sola- nos separamos del abrazo.
-yo me voy pasado mañana, sola a Madrid, igual cojo un billete directo a Pamplona...- dijo en un pequeño hilo de voz.
-Natalia, ¿de que tienes miedo exactamente?-
-de perder todo lo que me ha costado construir, de perderte a tí Alba- me miraba con una intensidad que nunca antes había visto.
-a mí nunca me vas a perder Nat, nunca, y si tienes que irte 1 semana vete, yo estaré esperándote.
-somos unas empalagosas- soltamos unas carcajadas- te quiero.Me acerqué roce mi nariz con la suya y la besé, lento, no tenía prisa quería que notase que no me importa que se vaya, no me preocupa, estaré bien, quiero que sepa que confío en ella pase lo que pase.
NATALIA POV
Estuvimos un rato más en aquel lugar, era precioso me tumbé en el regazo de Alba mientras hablábamos de muchas cosas, se nos hizo un poco tarde y volvimos a casa.
Antes de cruzar la puerta le agarré del brazo.
-te quiero mucho, gracias por esto- dije antes de besarla.
-no me des las gracias tonta, es lo mínimo que te debo, me has hecho mucho bien Nat- me sonrió y entramos a casa.
Comimos directamente y después fuimos a casa de Julia, la amiga de Alba, había un montón de chicos y chicas nuevos de la última vez, no paraban de preguntarme por mi escayola y Alba les contaba lo que pasó, todos se reían, la verdad es que fue bastante estúpido y gracioso.Decidimos quedarnos a cenar en su casa, me encantaba la terraza, me recordaba a la de la casa de Miki, menos por las vistas, aquí se veía el mar y la montaña, me quedé un rato mirando la puesta de sol hasta que alguien entró a la terraza.
-Otra vez en una terraza- dijo una Alba sonriente que me abrazaba por detrás, puse mis manos en las suyas.
-me gusta mucho venir aquí, pero cuando hace calor no en enero- las dos reímos.
-No me contaste que sentiste, y me gustaría saberlo- dije girando el torso para estar cara a cara.
-¿Qué?- preguntó algo perdida por la pregunta.
-Cuando...lo hicimos Alba- dije algo avergonzada.
-ahhh- empezó a reírse- que ¿qué sentí?- asentí
-pues me sentí la mujer más afortunada del mundo- dijo dándome un pico- porque te quiero mucho Natalia.
-y ¿no apareció Joan por ningún sitio?...- pregunté con cuidado.
-no, solo estabas tú- me agarró la nuca y me volvió a besar, está vez un beso necesitado húmedo, notaba como subían las descargas eléctricas por mi cuerpo y como se me erizaba la piel, Alba Reche hacia que mis sentidos girasen más que una noria, la agarré del culo y la atraje más hacia mí intensificando el momento.-como te gusta mi culo ¿Eh?- susurró en mi oído.
-me encanta, pero ten cuidado no me pises, que bastante tengo con ir en muletas, a no ser... que me quieras llevar tú- dije besando su cuello.
-¡parejita! Dejad de daros el lote y entrad que ya está la cena- dijo Julia, antes de salir de la terraza, reímos a carcajada limpia.
-no quiero perder ni un momento contigo, aquí en Elche- dijo Alba antes de coger mis muletas y ayudarme a entrar para cenar y tomarnos unas copas.
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Despacio // Albalia
FanfictionHistoria que tiene como protagonistas a Natalia Lacunza, 19 años, estudiante de artes escénicas en Madrid aunque su ciudad de origen sea Pamplona cuya vida nunca ha sido fácil, siempre intentó dedicarse a la música a raíz de la muerte de su padre y...