20. Inseguridad

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ALBA POV

Recogí un poco mis cosas mientras Natalia hablaba con el médico, hablé con María para que trajera los churros a casa y poder desayunar como le prometí a Natalia.

-Ya estoy- se dirigió a una silla y cogió la chaqueta que le traje porque ella no tenía.
-¿preparada para un buen desayuno?- dije acercándome y dejando un beso en sus labios.
-¿Desayuno?- preguntó
-Los churros que te prometí, ¿Te acuerdas?
-Oh, claro los churros- reímos.
Salimos del hospital por 3 vez en este último mes y pillamos un taxi camino a mi casa, una vez nos bajamos del taxi busqué mis llaves y abrí la puerta.
-¡¡Ey!!- gritó María en modo de saludo desde la cocina.
-Buenos días María, aquí traigo a nuestra hija adoptiva- dije bromeando llevándome un leve empujón de Natalia.

-si no queréis que esté tanto por aquí echadme- dijo siguiendo la broma.
Estuvimos un rato desayunando y María contó que esa mañana le había pasado una cosa muy rara y graciosa con la piña y que provocó que África casi se meara de la risa, siempre le pasa algo.
-Oye, me apetece estar en mi casa ¿Vienes?- dijo Natalia con un puchero en la cara.
-claro, me parece bien- dije cogiendo de nuevo la chaqueta- ¡nos vemos luego Mari!- me despedí y salimos de casa de nuevo.

Llegamos al portal de Natalia abrió y nos metimos dentro, estaba tan llena de churros que no sabía si iba a poder subir esos 2 pisos por las escaleras.
-¿Quieres qué te ayude como la primera vez?- preguntó Natalia al verme en unos pequeños problemas.
-estoy embarazada de churros, te lo juro, no puedo más- dije aguantándome la risa.

Subimos abrió la puerta de su casa dejó las llaves en el recibidor y se tumbó en la alfombra, yo me senté en el sofá.
-No sabes las ganas que tenía de hacer esto-
-¿tumbarte en una alfombra?- pregunté graciosa
-no tonta, estar así- dijo señalando la habitación- tu y yo sin que nada nos moleste.
-ya, han pasado muchas cosas, demasiadas diría yo- dije tumbándome en el sofá más cómoda.
-parece que el destino nos la tiene jurada ¿eh?- dijo Natalia riéndose desde la alfombra.

Entonces se levantó de ella y se fue a su habitación para posteriormente aparecer con la guitarra y sentarse a mi lado, mientras yo estaba tumbada.
-también tenía ganas de esto- dijo empezando a rasgear las cuerdas de la guitarra.

Justo al centro tú llegaste como un anticiclón.
Justo al centro, disparaste, yo perdí la razón.
Tejes una tela de araña, quemando mis entrañas, llegando a aquel rincón.
Veo saltar de mis pestañas, todas esas legañas, de sueños de ventanas de avión.

Hizo una pausa después de cantar y me miró, sus ojos brillaban no sé si de felicidad, tristeza, nostalgia, no lo sé, pero no podía parar de mirarla.

NATALIA POV

Se quedó callada mirándome, con una media sonrisa que me encantaba.
-¿Es tuya?- preguntó finalmente.
-¿la canción?-
-si, la canción que acabas de tocar-
-la compuse hace 5 años- dije dejando la guitarra en la alfombra con cuidado.
-pero si no habías nacido hace 5 años- dijo burlándose de mí.
-¿A no?- dije siguiéndole la broma.
Entonces me lancé donde ella y empecé a hacerle cosquillas, por el cuello, la cadera, me puse encima de ella con mis piernas entre su cadera para que no se escapara.
-¡Nooooo! ¡Nat! ¡Qué estoy muy llena!- gritaba intentando agarrar mis brazos para que parase.
-¿Y si no quiero parar?- pregunté burlona mientras seguía haciéndola cosquillas.
-¡Naaaat! ¡Por favor!-
-vale vale- paré finalmente, ella jadeaba del cansancio.
-eres muy tonta-
-encima viene a mi casa a insultarme- dije haciéndome la ofendida.
-no pongas esa cara de enfadadita porque te conozco- dijo apretándome las mejillas con las manos.

Me acerqué, no aguantaba más la situación y la besé, un beso cálido, apasionado, yo estaba encima pero ella se fue levantando poco a poco y me agarró de la muñeca hasta llegar a mi habitación y empujarme contra la puerta cerrada.
Yo estaba contra la pared y ella no paraba de besarme el cuello, la clavícula, solté un jadeo ante esos movimientos, Alba metió una de sus manos por mi camiseta y me acariciaba un pecho por encima del sujetador, después subió de nuevo y me besaba los labios, me quitó la camiseta lentamente.

Me giré dejándola a ella está vez contra la puerta y la besaba, le agarraba del culo para acercarla más a mí y soltó un pequeño jadeo que me encendió más aún, bajé mis besos por su cuello y puse mis manos en su camiseta dispuesta a quitársela pero ello puso sus manos en las mías evitándolo, volví mi mirada a sus ojos extrañada ante ese movimiento y los tenía cerrados y estaba muy tensa.
-no puedo, no puedo- decía bajando mis brazos con los suyos.
-¿Estás bien?- pregunté preocupada- mírame Alba.
-lo-lo siento, no me siento cómoda- dijo soltando lágrimas que caían por sus mejillas ágilmente.
-Ey, no pasa nada, si no se puede no de puede- dije acercándola a la cama para sentarnos y abrazarla.
-me siento fatal- dijo tapándose la cara.
-¿Por qué?- pregunté bajándola las manos para poder mirarla a los ojos.
-porque yo quiero, pero hay cosas en mi cabeza que me lo impiden, y no es la primera vez que te dejo con el calentón...- dijo empezando a sollozar.
-ey Alba, si no se puede, no se puede, pero no te culpes, no pasa nada, y no pienses que porque pase esto te voy a dejar de querer, te quiero y no pienso hacer nada si no estás cómoda y estás bien, que te entre en la cabeza- dije acercándola y abrazándola hasta que paró de llorar.
-necesito estar sola- dijo finalmente con un hilo de voz.
-vale, cojo unas cosas me ducho y voy a mandar unos emails, si pasa algo estoy en el salón- dije dándola un beso en la frente y saliendo del lugar.

Me preocupaba saber qué pasa por la cabeza de Alba, pero ese no es mi trabajo así que solo me queda respetar su espacio y esperar.

ALBA POV

Algo pasó de un momento a otro que me asustó, pasaban imágenes muy rápidas por mi cabeza, recuerdos, no lo sé, pero no podía seguir, Natalia paró y lo que me dijo me llegó al corazón, de verdad me quería, mañana me tocaba ir con Yolanda otra vez, voy 3 veces por semana y aunque pensaba que no lo necesitaba, claramente algo pasaba. Yolanda me dijo durante las últimas sesiones que si podía traer a mi pareja, pero claro, meter a Natalia en una sala no era tan fácil, aunque sé que lo haría, pero me da miedo su respuesta, me entró el sueño y decidí echarme una siesta.

NATALIA POV

Entré después de un rato mandando emails miré la hora, las 18, no habíamos comido nada aunque con la cantidad de churros que nos comimos tampoco me extrañaba, entré en la habitación de nuevo, allí estaba Alba hecha una bolita con mi almohada, me acerqué y me tumbé a su lado.

Estuvimos un rato abrazadas hasta que habló.
-necesito que me respondas a una cosa- dijo casi susurrando.
-claro, dime-
-la psicóloga me pidió hace un par de sesiones que si podía traer a mi pareja, pero como no éramos pareja y aparentemente no tenía problemas pues no te lo dije pero..- la interrumpí
-no me importa ir Alba, de verdad, vamos juntas yo quiero ayudarte, sé que no es fácil pero quiero ayudarte, enserio- dije abrazándola más fuerte.
-no te merezco- dijo metiendo su cabeza en mi cuello.
-yo tampoco-

Despacio // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora