Capítulo 6.

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Chloe.

Todo parecía casi irreal.

No podía dejar de pensar en él.

Anoche había vivido el momento más lindo en toda mi vida, desde que vi a Lorenzo en la habitación de mi hermano, su abrazo, ese increíble y mágico beso que nos dimos hasta su  caballerosidad que tiene, no tenía palabras para terminar de explicar todo lo sucedido y tampoco podía dejar de pensar sólo un segundo en él.

Hace años no experimentaba cosas de esta forma, me sentía una adolescente que no podía controlar sus sentimientos al ver pasar al chico que le gusta.

No podía controlarme ni dejar de pensar o tan sólo concentrarme en el trabajo, el efecto Lorenzo había acabado com mi poca cordura.

- ¿Me estás escuchando? - la voz de mi hermano me saca de mis pensamientos.

- Disculpa - contesto centrandome en la reunión que ambos habíamos acordado para disputar los acuerdos de salario.

- Eres tú la que solicita la reunión y no has escuchado nada de los que dije - exclama ofendido.

- Lo siento, Adam - digo dándole una mala mirada. - Tengo tantas cosas en la cabeza - suspiro con pesadez no le mentía de todo, la enfermedad y esa afán de mi padre que no pasar por el tratamiento también ocupaban casi todos mis pensamientos porque yo no quería perderlo y deseaba que él cambie un momento su manera de pensar por nosotros.

- Mira si es por papá debemos respetar su decisión se que te duele pero he tratado de convencerlo de que cambie de idea - dice mi hermano soltando un largo suspiro.

- Mientras haya esperanzas no me voy a rendir - sentencio con seguridad porque no se como lo haría pero voy a cambiar la decisión de mi papá no dejaré que haga semejante locura de inducir su propia muerte.

- Las esperanzas son lo último que se pierde - murmura mi hermano mirándome.

Él aunque lo oculte se que le preocupa la salud de nuestro padre, pueden llevarse mal pero en el muy fondo son tan tercos como ellos solos se quieren así como yo los quiero a ambos porque somos familia sin importar lo que digan.

- Retomemos nuestra reunión tengo cosas que hacer - habla mi hermano mirando su celular con una gran sonrisa.

- ¿Qué sucedió anoche? - inquiero con curiosidad.

- No te importa - responde tajantemente.

- ¡Adam! - exclamo indignada. - ¡Soy tu hermana tengo el derecho de saber! - agrego molesta.

- Eres ni hermana pero no tienes el derecho de saber todo sólo lo que yo quiera contarte - dice con seguridad.

- ¡Adam! - me quejo.

- Me fue bien - bufa - ¿Contenta? - me pregunta con su ceño fruncido.

- Me gustaría un poco más de información pero por ahora me conformo ya voy averiguar por mi lado - digo mirando los papeles que había traído para discutir sobre el aumento de sueldo de nuestros empleados.

- Lorenzo no sabe nada - comenta con una sonrisa divertida.

- No le iba a preguntar a él - contesto con mi ceño fruncido.

- Ahora que son tan íntimos pensé que le ibas a preguntar - dice con diversión.

Frunzo mi ceño confundida.  - No se de que hablas -

- ¿Ahh no? - inquiere con sarcasmo.

- No se de que hablas y deja de comportarte de esa forma - lo regaño confundida.

Sin esperarte (3° PA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora