Chloe.
Estaba sumamente feliz.
¡Por fin mi hermano volvería a casa!
Después de cinco años recuperándose de su problema con el alcohol y cuidando a su madre de un terrible cáncer de páncreas era momento que vuelva a Chicago a cuidar los negocios familiares, yo ya estaba cansada de hacerlo.
Adam es mi medio hermano por parte de papá.
Él es dos años más chico que yo, un total malhumorado casi la copia perfecta de nuestro padre.
Cuando decidió irse a Londres, fue muy fuerte dejarlo ir pero también entendía su decisión primero tratar de recuperarse de todos sus problemas con el alcohol y otro era alejarse de Olivia Salvatore, su gran amor de siempre, algo había sucedido entre ellos que lo llevó a él a tener que irse bien lejos nuestro éstos años.- ¿Cómo es eso que vuelve ese malcriado? - la voz de mi madre cargada de malestar se escucha en todo el salón de la casa.
- ¿Qué haces aquí? - inquiero con mi ceño fruncido.
- Vengo abrirte los ojos porque eres tan idiota que no te darás cuenta que ese chico se quedará con todo lo que es tuyo - sentencia.
Pongo los ojos en blanco, lo mismo de siempre. - Adam es mi hermano -
- Medio hermano - me recuerda chasqueando la lengua. - Tu padre no te valora - asegura molesta.
- Mira una cosa mamá, Adam es mi hermano y siempre lo será ambos llevamos la sangre de nuestro padre, todo el imperio de papá es de ambos y no vamos a pelear por cuestiones de plata o porque tu quieras llenarme la cabeza con absurdas ideas, conozco muy bien a papá y se que nos valora ambos de la misma forma - digo cabreada.
- Él se quedará con todo - vuelve a repetir.
- No conoces a papá ni a Adam - contraataco defendiendo a mi familia.
Siempre tenía las mismas discusiones, para mi madre lo más importante es el dinero tiene como el sueño que algún centro comercial de mi padre sea para ella pero esta muy equivocada, la conozco también que lo dejaría en la ruina en menos de dos semanas.
- Ese malcriado es su único hijo varón, el que continuará con el legado de su imperio ¿dónde quedas tú en eso? - pregunta con maldad.
- Estudié recursos humanos, mi lugar ya lo tengo hace años no necesito el puesto de jefe supremo para llenar mi ego - respondí con seguridad porque yo no quería ser la que lleve el mando de todo eso cuando papá decida retirarse.
- Te conformas con tan poco - acota con odio.
- Gracias a dios que nuestra hija no salió tan codiciosa como tú - la voz de mi padre resuena en la sala mientras termina de bajar las escalera.
- Ella se merece más - chilla mamá.
- Si y lo reconozco, ella esta a mi lado siempre pero yo le ofrecí ocupar mí lugar - habla dándome una sonrisa.
- ¿Qué respondiste? - consulta mi madre esperanzada.
- No quiero su puesto, mi lugar es el sector de recursos humanos - sentencio feliz por mi respuesta.
- ¿Qué? - grita furiosa. - Eres una estúpida sin cerebro - agrega.
- La de sin cerebro eres tu - me defiende papá. - Chloe es la mejor en lo que hace - asegura orgulloso.
- Cuando ese malcriado se quede con todo lo que es tuyo, no vengas a decirme que tenía razón - dice mi madre sumamente molesta.
- ¡Vete de mi casa! - ruge papá.
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Sin esperarte (3° PA)
Roman d'amourTercer libro de la Saga Pasión Alemana. A Lorenzo le gustaba su vida ordenada, por decir algo monótona, aunque pensará que la adultez le estaba llegando más rápido de lo que imaginaba porque ya no era ese chico de dieciocho años si no un hombre de v...