Sin esperarte (3° PA)

Capítulo 7.

Lorenzo.

¿Cómo era posible?

En estos ocho años con Alana nunca me había sentido así como ahora estoy con Chloe, ella me dejar ser el que realmente soy sin estructuras o protocolos, solo yo mismo.

Ella es tan diferente.

Sentía esa necesidad de verla a cada rato, robarle un simple beso. Tan sólo estar a su lado.

Me sentía un total bastardo al tan solo en mi cabeza pensar en compararlas, Chloe era tan diferente a las mujeres que había conocido. Es única y tiene algo que solo me hace querer estar a su lado sin importar nada.

¿Cómo era eso posible?

No tenía respuesta solo miles de dudas y muchas ganas de ver nuevamente a esa perfecta chica que no sale de mi cabeza.

- ¿Lolo? - la puerta de mi oficina se abre dejando ver la cara de mi hermana algo apenada por no tocar antes de pasar.

- Pasa Maddie - le digo largado un largo suspiro. Últimamente me costaba mucho hasta concentrarme en el trabajo.

Mi hermana entra y se sienta en frente mío con una clara mirada inquisidora, esos ojos grises los cuales habíamos heredados de nuestro padre me observaban con atención, me conoce tan bien y sé que algo sabe de lo que estoy pasando.

- Pregunta pero luego yo haré las mías - hablo sonriendo.

- Mamá - comienza a decir.

- Ahora nuestra madre se ha vuelto una soplona - acoto con diversión.

- Ella no dijo nada fue Adam - me saca de mi error.

- No me sorprende - suspiro mirándola.

Nuestro hermanito pequeño no podía guardar ningún secreto estoy convencido que toda mi familia ya debe saber de Chloe.

- Mamá solo comentó que hace mucho no te veía feliz como estabas ese día - dice ella con una gran sonrisa. - ¿Cómo se llama? - pregunta sin rodeos.

- ¿Quién? - digo haciendo el tonto provocando que ella frunza el ceño.

- Lorenzo sabes muy bien de quien hablo - sentencia algo molesta.

A los Meitzner nos ven tan pacíficos pero cuando algo no los gusta o hacen cosas que en verdad no son de nuestro agrado sale a la vista ese carácter espantoso que heredamos de nuestro padre.

- Se llama Chloe - declaro dejando que una estúpida sonrisa se forme en mi rostro la cual mi hermana no pierde de vista.

- Si ella te hace sonreír de esa forma me agrada - cometa feliz.

- La conozco hace poco y ella es especial - comento pensando justamente en las ganas de verla de nuevo.

- Más que especial - sentencia con seguridad mi hermana.

- No necesito que mi hermanita menor se convierta en una especie de detective por querer averiguar mis sentimientos y sobre todo en indagar quién es Chloe - argumento mirando como ella pone sus ojos en blanco.

- Lorenzo - exclama.

- Lo digo muy en serio Madison, se que quieres lo mejor para mí y que mucho tiempo me dijiste que Alana no era la persona correcta puede que capas hayas tenido cierta razón pero ahora no quiero que te metas en esto. Chloe es especial -  digo con contundencia para que entienda que no quiero que se convierta en esa especie de detective buscando información sobre Chloe para averiguar hasta lo más mínimo de ella.

Todos tenemos un pasado.

- Esa tal Chloe revivió algo dentro tuyo porque con la perra de Alana no eras así - acota con una sonrisa divertida.