Sin esperarte (3° PA)

Capítulo 14.

Chloe.

La semana más larga de mi vida.

Hemos vivido los días más difíciles debido al accidente que sufrió Adam, mi angustia de ver a mi hermano en esa cama de hospital era muy fuerte. No quería perderlo, él es todo lo que tengo y verlo así como estaba solo lograba sentir mucho más dolor de lo que ya tenía.
Esa noche cuando recibí el maldito llamado sentí que mi vida se derrumbaba por completo, tenía esa sensación que me quedaría sola perdería a mi padre por su enfermedad y no quería perder ahora a mi hermano.

No podía con ello.

Lorenzo era mi único soporte, Demian también lo era pero los brazos de mi novio me sentía más aliviada o por lo menos me transmitían esa paz que necesitaba, exactamente dos semanas estuvo en coma Adam y eso me tenía con los pelos de punta, sin comer y sin dormir, directamente vivía en el Med junto a Olivia compartiendo nuestro sufrimiento.
Cómo dije los días más largos de toda vida hasta que un día mi hermano volvió en sí, por fin abrió sus ojos para asegurarme que siempre estaría a mi lado, que seguirá jodiendo con su carácter y que estará siempre conmigo para cuidarme.

- Por favor Chloe - se queja mi hermano.

Su carácter tan peculiar no lo había extrañado tanto.

- Dejame ser - exclamo aferrada a su cuerpo, comprobando que todo es real y él está bien, acá con nosotros de nuevo.

Estoy abrazada con mi hermano unos segundos más mientras él se sigue quejando pero luego le cedí mi lugar a mi padre que no dudo en abrazarlo con fuerza. Todos lo podrían juzgar como una persona sin sentimientos pero es todo lo contrario con nosotros, si un poco exigente pero es eso que nos hace pararnos enfrente de muchos y saber cómo defender nuestras convicciones ante cualquiera.

- ¿Cómo está Adam? - automáticamente cuando salgo de la habitación Lorenzo me intercepta entre sus brazos.

- Mucho mejor y sigue igual de  malhumorado de siempre - contesto apoyando mi cabeza en su pecho mientras sentía sus caricias en mi espalda.

Este hombre es mi total debilidad.

Nunca en mis cortos veintiocho años me había enamorado de esta forma, era la primera vez y sentía que Lorenzo era el hombre indicado con el cual podía proyectar una vida a su lado.

- Me alegro que esté bien - comenta dejando un beso en mi frente.

- Gracias por estar a mi lado - digo mirando sus intensos ojos grises que deja a más de una alucinada.

Él todo cariñoso acaricia mi cabello y deja un suave beso en mis labios. - Siempre estaré contigo, cariño - declara con una tierna sonrisa.

Definitivamente es el indicado.

- Te quiero Lorenzo - digo avergonzada mientras escondo mi cabeza en su pecho.

- No te das una idea de lo mucho que yo te quiero a tí, Chloe - comenta estrechandome más fuerte entre sus brazos.

- Chicos - la voz de mi padre nos hace separar.

- ¿Cómo está señor O'Donnell? - le pregunta Lorenzo.

- Un poco cansado por eso venía a decirles que me iré un rato - suspira - creo que Adam tiene muchas personas que lo cuidaran mientras no esté. Mi hijo ni cuenta se dará que no estoy - dice papá tocándose sus manos.

- Cuando Olivia está a su lado, los demás no existimos - afirmo.

Ambos acompañamos a mi papá hasta su auto donde Alfred ya lo esperaba para volver a casa, estos días lo he notado más cansado por todo lo que estábamos viviendo y su salud no le estaba jugando una buena pasada.