Sin esperarte (3° PA)

Capítulo 9.

Lorenzo.

Este año sería un día de San Valentín diferente a los de años atrás, algo casi impensable pero divertido porque como Alana siempre exigía regalos costosos y cenas en los lugares más exclusivos de la ciudad hoy solo debía pensar en estar tirado en el sillón de mi nuevo departamento con una cerveza en mis manos mirando algún partido de fútbol o alguna película de acción.

Me encantaba mi nueva vida.

- Lorenzo - la voz de mi padre me saca de mi diagrama mental.

- ¿Qué sucede papá? - consulto.

- No te olvides que esta noche hay una exposición de tu madre en la galería - me recuerda.

¡Carajo!

¡Me había olvidado!

En mi pequeña defensa últimamente tengo la cabeza que solo piensa en un solo nombre porque Chloe es la total dueña de mis pensamientos.

- Ahí estaré - contesto a mi padre que me observaba con su ceño fruncido.

Cuando se despide de mí porque ya se volvía a casa a buscar a mis otros hermanos solo me recosté en el sillón pensando en ella, Chloe tiene algo que la hace especial y única, no solo a mí me tiene encantado miles de hombres están a sus pies pero ella no lo nota, en tan solo decir su nombre mi sonrisa se iluminaba casi imposible de creer como alguien puede cambiarte el día. Chloe no sólo había cambiado mi día sino todo mi alrededor desde que nos conocimos.

No dude más y tomé mi teléfono para marcar su número, quería verla más ahora que me di cuenta que ya no puedo estar sin ella.

¿Enamorado?

Esa palabra es tan grande y con miles de significados de los cuales no estoy seguro solo que esa mujer había dado vuelta mi mundo.

- Hola Lorenzo - responde rápidamente y hace que mi sonrisa se agrande mucho más.

- Buenas tardes Chloe - la saludo imaginando su sonrisa detrás del teléfono.

Escucho su risa. - ¿A qué debo tu llamada? - pregunta sin rodeos.

- Está noche hay una exposición de arte en la galería nacional - empiezo hablando.

- Si lo sé, MMM expondrá esta noche - agrega eufórica.

- ¿Te gustaría ir? - consulto mordiendo mi labio. - Puedo conseguir que conozcas a la artista detrás de todas esas obras - culmino divertido.

- ¿De enserio? - musita sorprendida.

- ¿Y si quieres podemos cenar con ella y toda su familia? - propongo sin borrar mi sonrisa.

- ¡Deja de mentirme Lorenzo! - exclama ofendida.

- No te estoy mintiendo verás que  te llevaré a conocer a la gran artista MMM - aseguro.

- Si es una mentira lo pagarás muy caro - acota divertida.

- Me gusta la idea - digo de forma pícara.

- Te gustará más la idea cuando te esposé en la cama - comenta.

- Tentadora idea - respondo serio.

- Lorenzo Meitzner deja de buscarme porque te voy a secuestrar y vamos a mandar a la mierda esa cabellocidad tan tuya que me deja ardiendo como una hoguera - sentencia con contundencia.

- Entonces hay que apagar esa hoguera - afirmo siguiendo su juego.

- Deja de buscarme - me advierte.