Capítulo 16.

21.3K 1.6K 164
                                    

Chloe.

Las Vegas.

La ciudad del pecado.

Una de las ciudades que más me encanta.

En ella se podía hacer todo o como decía Helena este lugar solo te incentiva a cometer locuras a llevarte por el mal camino, no era la primera vez que estaba acá conocía muy bien la ciudad y de hecho no veía la hora de tener un tiempo a solas con Lorenzo para ir a recorrer juntos.

Hace un día que estábamos acá por el simple hecho que debía estar presente en la boda de mi mejor amigo, el único que tengo. Killian se casaba esta tarde con el amor de toda su vida y no podía estar más feliz además que me haya elegido como su madrina no tenía precio.

- ¿Qué dices moño o corbata? - Lorenzo entra a la habitación mirando sus manos con cierta duda.

Una estúpida sonrisa se formó en mi rostro cuando sus ojos me observaron en ese simple segundo, este hombre hace vibrar todo mi cuerpo con su mirada. Estoy totalmente perdida por él.

- Creo que este moño negro quedará mejor - acoto acercándome a donde está para ayudarle a colocar.

- Estás preciosa - asegura con una gran sonrisa mientras me mira con esos intensos ojos grises que tanto me cautivan.

- Tú no estás nada mal - afirmo.

- ¿Acaso no se debe llevar blanco en las bodas? - inquiere pasando sus manos por mi vestido.

- Los novios van de azul y bueno Killian me mandó este vestido - respondo enganchado mis manos detrás de su nuca.

- Pareces una novia - declara divertido rozando nuestros labios.

- Y tú así pareces un novio de torta - digo riendo.

- Capas vamos a robarle el protagonismo a los novios - bromea apoyando sus manos en mi caderas. - Sabes que tengo ganas de sacarte ese vestido y hacerte mía una y mil veces esta noche - agrega acercándome a su cuerpo.

- Lorenzo - musito extasiada.

Quería lo mismo en este preciso momento que como una lunática me lancé a su boca para perderme mientras sus manos se apoyaban en mi trasero con fuerza.

- ¡Van a llegar tarde! - se escucha el grito de mi hermano en el pasillo de las habitaciones.

- Maldito inoportuno - susurro agitada al separarme de mi sexy chico.

- Vamos cariño - sonríe él.

- Espera - lo detengo para limpiar un poco el labial bordo de sus labios.

Este hombre tenía un don sobre mí que no podría explicar solo que me hace la persona más feliz del mundo.

Cuando bajamos tuve que aguantar las indicaciones de mi hermano, que pensaba que tenía diez años porque era una total estupidez todo lo que salía de su boca encima cuando bajó Helena todas esas indicaciones se multiplicaron al extremo.

¿Acaso no nos tenían un poco de confianza?

Tampoco con Helena somos tan locas para cometer alguna locura que pueda cambiar nuestras vidas.

Tenemos nuestros límites.

- Estoy nervioso - la voz de Killian es lo primero que escucho cuando entro a la habitación donde se estaba cambiando.

- No deberías estarlo - Lorenzo habla generando que los ojos de mi mejor amigo estén su rostro con cierta rapidez.

- ¿Tú eres? - inquiere con cierta picardía al mirarme.

Sin esperarte (3° PA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora