Lorenzo.
Era extremadamente imposible que no recuerde que pasó esa tarde cuando llegué a mi casa, son casi ocho horas que no se que sucedió con mi vida. Mi último recuerdo fue haber llegado a mi departamento esa noche y después todo estaba borrado.
¿Cómo era posible?
No me había desmayado, no sufrí ningún golpe que explique ese lapsus, literalmente todo me sonaba extremadamente raro.
¿Qué demonios había sucedido?
- ¿Cuántos días te vas, hijo? - la voz de mi madre me saca de mis confundidos pensamientos.
- Solo tres días - contesto suspirando.
- ¿Tan poco? - consulta preparando mi maleta.
- La boda es el finde semana, nosotros llegamos el viernes por la noche y más tardar el domingo estamos volviendo - contesto observando cómo prepara mi ropa.
Puedo tener veintiocho años pero mi madre siempre me vería pequeño y que ella en este momento preparando mi valija tan organizadamente no tenía nombre y muchos menos quejas porque me aliviaba un poco el estrés de ver que llevo o no a un simple viaje a Las Vegas.
- Deberías tomarte vacaciones - sugiere.
- Más adelante - contesto.
- Podrías decirle a tu padre y sales de vacaciones, eres joven deberías disfrutar unos días más. No todo es trabajo - declara mirandome.
- ¿Por qué esa insistencia? - le consulto.
- Estos últimos años te he visto sólo dedicarte a trabajar, se que los números y llevar las cuentas en la empresa son tu escape de la realidad pero todo eso no es sano por eso te digo que es momento de que pienses en tu vida y no en la de los demás - ella se acerca - Eres joven deja que tu padre y yo nos ocupemos de los problemas con tus hermanos, no te cargues de trabajo sin necesidad - me aconseja acariciando mi mejilla con mucha ternura.
- A veces se me hace difícil - reconozco suspirando.
- Es momento que empieces a pensar solo en ti y en lo que te hace bien - dice mi mamá.
- Chloe me hace bien - afirmo con una gran sonrisa.
- Lo sé - sonríe.
- Con ella me siento otra persona - reconozco sin poder borrar mi sonrisa.
Chloe había llegado a mi vida en el momento que más necesitaba, no sé si fue el destino pero estoy completamente enamorado de ella.
Se robó mi corazón sin esperarlo.
- Sabes que gustaría tener un nieto o una nieta - dice ella sacándome de mis pensamientos.
- Falta mucho para eso, mamá - afirmo sentandome en la cama divertido.
- Quiero ser abuela, faltan niños en casa - declara indignada.
- Eres muy joven para serlo todavía - contesto observando su rostro.
Por suerte el sonido del timbre de mi departamento me salva de seguir la charla con mi madre y esas ganas que tiene de ser abuela.
Es muy pronto para eso.
Mi sonrisa se agranda cuando mis ojos se encuentran con la de ella, Chloe es hermosa con cualquier cosa que se ponga.
¿Se nota que estoy un poco enamorado?
- Hola - me saluda con una inmensa sonrisa.
- ¿Cómo estás? - le pregunto mientras entra a mi departamento.
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Sin esperarte (3° PA)
RomanceTercer libro de la Saga Pasión Alemana. A Lorenzo le gustaba su vida ordenada, por decir algo monótona, aunque pensará que la adultez le estaba llegando más rápido de lo que imaginaba porque ya no era ese chico de dieciocho años si no un hombre de v...