ABI.
¿Como te tomarias que vas a dejar el la ciudad para irte a vivir a Florida?Tal vez algunas personas se lo toman bien, pero, yo no. Estoy totalmente negada a tener que dejar mi vida, el lugar donde creci, mi mejor amiga, los lugares favoritos que comparti con el, todo.
Asi que ahora estoy encerrada en mi habitacion, haciendo un berrinche. No planeo salir de aquí hasta que mis padres cambien de idea sobre irnos, lo sé, es un berrinche de niñita pequeña lo que hago, pero peor seria aceptar sin quejas como estan haciendo mis hermanos.
Las ganas de ir corriendo a contarle a Sam me ganan asi que termino asomandome por la ventana de mi cuarto para corroborar que el colchón que tenemos mi hermano gemelo y yo sigue en el mismo lugar de siempre, lo colocamos aquí hace unos meses, ya que a el lo castigaron por casi repetir curso y yo tenia prohibido salir por mis supuestas malas juntas, así que cada vez que queria salir sin Sam o alguno de mis hermanos optaba por salir por aqui, tampoco es que mis padres esten mas pendientes de mi, solo tienen tiempo para su trabajo, pero a veces se les da por hacerse los padres responsables, mas mi madre que parece que busca cualquier excusa para molestarme. Saco mis piernas por la ventana y cuando consigo estar sentada y bien pocisionada me tiro para adelante, tampoco es la gran caida, nuestra casa es de las chicas del vencindario, una de las razones por las que mis padres dicen querer mudarse.
Camino calle abajo a lo de mi mejor amiga. Conocí a Samantha cuando tenía tres años, lo primero que me llamo la atencion de ella era su largo cabello castaño y los peinados extravagantes que su madre le hacia, mientras yo tuve que aprender a trenzarme el mio sola porque mi madre estaba muy ocupada como para hacerlo por mi, al poco tiempo su madre termino haciendome los mismos peinados a mi y era la niña mas feliz, su madre era tan buena conmigo, que al poco tiempo se convirtio en la figura materna mas presente que pude tener en mis diecisiete años de vida.
Mi relacion con Sam era muy sana, nunca discutimos, casi nunca estamos en desacuerdo y es la unica que sabe lo mal que mi madre y yo nos llevamos, por eso siempre que tiene la oportunidad me llevaba a su casa, pero luego del accidente con su hermano deje de querer ir porque me recordaba muchoa el. Sam venia a casa pero no era tanto el tiempo en el que yo no estaba perdida en el celular o en mis pensamientos, por lo que ella terminaba yendose a su casa y yo escapando lo mas que podia de mi casa porque queria hacer lo que podia para olvidar un rato.
Llego a la casa de Sam antes de darme cuenta lo rapido que camine , su casa es de dos pisos, pero en comparacion de la mia, la suya era mucho mas grande. Camino hacia la puerta y antes de tocar timbre trato de tranqulizar cualquier pensamiento malo que quiera venir a mi mente y toco timbre.
Solo tarda unos minutos en abrirme la puerta y regalarme la sonrisa mas sincera que pude llegar a ver. Entramos sin hacer ruido y sonrió tranquila cuando estamos en su habitación.
El perro de Ryan se me tira encima super feliz cuando me ve entrar, sonrio mientras lo acaricio.
-¡Hola hermoso!- Le digo mientras acaricio su pelaje peludo, a peluche lo habia elegido yo, se suponia que era un regalo para mi, ya que yo nunca pude tener un cachorro porque mi madre los odia, dice que solo ensucian y que su casa se llenaria de pelos de animal por todos lados, como si fuera que ella esta tanto tiempo en nuestra casa, vive de viaje en viaje con sus amigas y nosotros quedamos solos ya que nuestro padre prefiere quedarse en su oficina haciendo horas extras en vez de compartir un rato con nosotros.
-Te extrañana, tendrias que darte una vuelta mas seguido.- Dice Sam, se que lo dice en modo de chiste, pero la nostalgia se apodera de mi cuando me doy cuenta que no lo podre hacer más, por lo menos hasta que cumpla los dieciocho y pueda irme por mi cuenta, claro que eso sin dinero no podria hacerlo. -¿Qué ocurre, abi?- por su tono de voz preocupado se que pudo darse cuenta de mi expresión triste.
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Fingiendo Amor
Teen FictionNunca, pero nunca, si van a una fiesta y toman alcohol jueguen verdad o reto. Tal vez los retos son tontos como "te reto a que tomes un trago", "te reto a que te saques la camisa". O como el que me hicieron a mi "te reto a que finjamos amor por dos...