Mi nombre es Bonnie, tengo 16 años y voy al mismo instituto al que iba Niall Horan. Estoy totalmente enamorada de él desde que tengo 5 años pero nunca me atreví a decírselo por miedo a que me rechace. La única persona que sabe lo que siento es mi mejor amiga Taylor. Igualmente ahora no tengo la más mínima oportunidad de salir con Niall porque él es famoso y ni si quiera sabe que existo; bueno en realidad debe saber que existo porque Mullingar es un pueblo pequeño y todos nos conocemos pero eso es todo, nunca le he hablado, saludado, etc.
-Yo pienso que deberías decírselo.-me dijo Taylor mientras yo miraba con tristeza un cartel de 1D que había en la calle.
-Si claro Tay, que buena idea.-le contesté sarcásticamente.
-Bonnie, es enserio ¿o acaso tienes planeado vivir el resto de tu vida lamentándote?
-Claro que no, pero es complicado. No tuve el valor de confesárselo cuando era solo un chico del instituto y tampoco voy a tener el valor de decírselo ahora que es famoso.
-Cuando se enamore de otra chica y tu sigas acá preguntándote si deberías contárselo o no y tu corazón se rompa en mil pedazos, en ese momento te vas a acordar de lo que te estoy diciendo.
-Ai gracias, eso si que ha sido de gran ayuda.-comenté de nuevo con sarcasmo.
-De nada, para eso están las amigas.-me dijo mientras guiñaba un ojo y reía sonoramente.
Yo vivo a seis cuadras del instituto y Taylor a tres por lo que cada mañana paso por su casa y caminamos juntas al colegio, y hoy no era una excepción. Después de soportar una interminable clase de química, otra de historia y una última de matemáticas fuimos al buffet en busca de algo para comer. El ambiente estaba muy alegre, hoy todos hablaban de una sola cosa: el baile de primavera, que al parecer este año sería de disfraces.
-No puedo creer que falten dos días para el baile y aún no haya decidido de que me voy a disfrazar.-comentó Tay mientras elegíamos una mesa.- ¿Tú ya sabes que te pondrás?
-No, ni siquiera sé si voy a ir.
-¿Cómo que no vas a ir? Ni lo sueñes, mañana a la tarde vamos a comprar un disfraz y el sábado vas a esa fiesta por las buenas o por las malas, tú eliges.
-Está bien, si voy.- Cuando Tay te da a elegir por las buenas o por las malas siempre es mejor optar por la primera, ya lo sabía por experiencia.
Todavía nos quedaba la clase de literatura y la de gimnasia, así que agarramos nuestras cosas y nos dirigimos al aula. Tay detesta gimnasia entonces llamó a su mamá para que la retirara antes del colegio. Mientras caminaba sola de vuelta a mi casa iba tan distraida que tropecé y las hojas de mi carpeta quedaron desparramadas por el suelo.
-No te preocupes, yo te ayudo.-me dijo una voz a mis espaldas cuando me quedé mirando las hojas con cara de desesperación.