Narra Niall.
Cuando Bonnie me dijo que me amaba me sorprendí tanto que no sabía que decirle, realmente nunca me imaginé que ella gustara de mí. Y cuando le pregunté desde cuándo y me respondió desde siempre fue cuando entendí que debería estar con ella y no con Savanna. Con ella, la chica que me amaba desde que no era famoso, la que los últimos días había sido mi mejor amiga y me había escuchado hablar de Savanna a pesar de que seguramente le hacía mal, con la que tanto me había divertido esta semana. Pero las cosas no siempre salen como quieres, yo ahora era novio de Savanna y aunque me arrepintiera verdaderamente de no haberle dicho a Bonnie que yo también la amaba no podía dejar así como así a mi novia, ella tampoco se merecía eso.
No podía dejar de pensar cómo hubieran sido las cosas si me hubiera enterado de esto antes, antes de ser famoso, antes de ser novio de Savanna; seguramente la hubiera besado y le hubiera dicho que yo sentía lo mismo.
-¿En qué piensas? ¿En esa amiguita tuya? ¿Tuviste algún problema?-preguntó Savanna.
-¿Qué te importa?-estuve a punto de responderle pero e vez de eso dije-En nada, estoy cansado eso es todo.-a fin de cuentas ella no tenía la culpa de nada así que no tenía por qué tratarla mal, el único culpable era yo por no decirle la verdad, que me gustaría estar con Bonnie pero que no le cortaba a ella porque me daba cosa.
-¿Seguro? Pues infórmaselo a tu cara porque no se ve muy feliz.-insistió. Realmente Savanna no era la chica más amable del mundo pero tenía su lado bueno, por ejemplo… ehh… bueno en ese momento no se me ocurría nada pero igualmente ella tenía un lado bueno.
-No, no pasa nada, enserio.-le mentí, algo me decía que contarle lo de Bonnie no era una buena idea. De repente se me ocurrió que tendría que ir a hablar con Bonnie porque éramos amigos, no podía dejarla sola en este momento y además aunque me hubiera gustado que no fuera así por respeto a Savanna, me moría de ganas de verla de vuelta a pesar de que me había encontrado con ella unas horas antes.
Narra Bonnie.
No sé para qué se lo había dicho, ahora había perdido lo más valioso que tenía: su amistad. En realidad podíamos seguir siendo amigos pero ya no sería lo mismo, no sé con que cara iba a mirarlo la próxima vez que nos encontráramos. Cuando llegué a mi casa no me sorprendí al encontrarme con Taylor ya que prácticamente vivía conmigo, pasaba más tiempo con mi familia que con la suya. Ya no podía soportarlo más así que corrí hacia ella, la abracé y dejé que las lágrimas cayeran por mi rostro.
-¿Qué pasó?-preguntó muy preocupada.
-Se lo dije, se lo dije.-confesé entre sollozos.
-¿Qué cosa? No te entiendo.
-Le dije a Niall que lo amo y él me dijo que se puso de novio con Savanna.-contesté entristeciéndome más al recordarlo.
-¡Estás loca! ¿Cómo vas a decírselo? ¡Y encima ni siquiera me avisaste antes de hacerlo.-exclamó Tay.
-¿Pero qué te pasa? Si vos siempre me estabas diciendo que me arriesgue, que se lo diga y cosas por el estilo; y ahora que al fin lo hago te quejas.-repliqué indignada.
-Tienes razón, lo siento pero es que…no sé, tendrías que haber esperado a ver como iban las cosas con Savanna.
-Puede ser pero ya está, ya se lo dije, ahora no puedo hacer nada.-comenté dejándome caer en mi cama.
-Sí, puedes tratar de pensar en otra cosa y divertirte para superarlo.-dijo Tay abrazándome-Voy a llamar a Matt para que salgamos a algún lado.-añadió buscando su celular.
-No Tay, no tengo muchas ganas de ir, perdóname.-a veces mi amiga daba consejos tan malos, no entendía que yo no necesitaba superar a Niall, yo necesitaba que me amara igual que yo a él.
-Dale, si te quedas acá encerrada te vas a deprimir.-dijo marcando el número de Matt.
-Como si no estuviera deprimida ya.-solté tapándome la cabeza con mi almohada. Por lo que escuché de la conversación Tay le estaba contando todo lo ocurrido a Matt.
Narra Niall.
Estaba en la puerta de la casa de Bonnie decidiéndome a tocar o no el timbre cuando se acercó alguien, era el amigo de Bonnie pero no logré recordar su nombre.
-¿Qué haces tú acá?-me dijo acusadoramente.
-Vengo a ver a Bonnie.
-Primero la lastimas y después la quieres ver.¿Quién te crees que eres? Te lo advierto si seguís lastimando a Bonnie voy a hacer que te arrepientas.
-¿Me estás amenazando?-pregunté incrédulo.
-No, solo te estoy advirtiendo. A mi Bonnie me importa mucho a diferencia de a ti y no quiero verla sufrir.
-A mí también me importa.-repliqué.
-Pues no se nota. Ahora sería mejor que te vayas.-dijo tocando el timbre.
-¿Eres tú Matt? Tienes que ayudarme, Bonnie está tan mal, no quiere salir de su cuarto y no sé que hacer.-escuché la desesperada voz de Taylor por el interfono.
-Si soy yo, ábreme.-contestó el chico antes de que la puerta se abriera y él entrara a la casa mientras yo me quedaba ahí parado, sin saber qué hacer. Pobre Bonnie, estaba muy mal y lo peor es que era por mi culpa. Decidí que lo mejor sería irme y volver otro día porque con Matt ahí no podría hacer nada.
