Mirio y Sorano estaban junto a la dulce niña albina que habían arrancado de las garras de Chisaki. La de cabello rosado tenía sentimientos encontrados con aquello. Se alegraba de que esa pequeña ya no sufriera más por el trato y la explotación del castaño, pero también se sentía mal de que su Plan no funcionó y de que casi pierde la vida.
Todo eso era confuso para la chica.
- Gracias... - susurró Eri cuando Mirio se alejó de ellas para conversar con Tamaki.
- ¿Por qué?
- Aizawa-San me dijo que curaste a Lemillion-San... él y Deku-san me salvaron
- Si, yo... escuche de eso... - murmuró casi de forma inaudible.
Sorano guardó silencio mientras La Niña continuaba comiendo su helado. Se veía realmente feliz y eso alegró bastante a Sorano. Recordó el primer día que la vio. Tenía pocos meses de haber llegado ahí y la orden de Chisaki era ayudarla con su Kosei.
La Niña asustada buscaba donde esconderse del estupido castaño y Sorano se metió en una pelea con el por defenderla y gracias a eso ella no la pasó peor cuando Sorano tuvo que volver a irse.
- Gracias por ayudarme con Overhaul-San...
Aquella oración dejó a la mayor helada. La recordaba a pesar de que tenía cuatro años cuando la vio, sin contar que en aquel tiempo Sorano llevaba el pelo corto.
- No hay de que...
Sorano sintió como los pequeños brazos de Eri se aferraba a a su cintura y sintió que un nudo se formaba en su garganta.
- Eri... tengo algo que pedirte.
- ¡Si! Lo que sea por usted Sorano-sama. - respondió con las mejillas rojas. La emocionaba que una de sus salvadoras le pidiera un favor.
- Primero: no tienes que usar honoríficos conmigo. - la albina asintió - no le digas a nadie que tengo algo que ver con aquel chico.
Eri se abrazó a sí misma. ¿Acaso Sorano era mala? ¿Por qué le pedía ese tipo de cosas? ¿La llevaría con Overhaul otra vez? ¡No quería volver ahí! Las imágenes de cuchillos en sus brazos volvieron a ella, la sensación de desaparecer y reaparecer le daba ganas de vomitar.
Una mano se posó en su cabeza. Los ojos marrones frente a ella, Sorano ya no estaba a su lado sino frente a ella. Tomó sus mejillas y limpió sus lágrimas.
- Yo voy a protegerte. Prometo que nunca mas vas a llorar. Pero... necesito que guardes ese secreto.
- Esta bien... lo prometo.
Se abrazaron. Sorano se sintió bien al poder abrazar a la pequeña Eri otra vez y que está vez no fuera para protegerla de Kai.
Sorano pasó todo el día en los dormitorios con Mirio y los de la clase de primer año. Jugaron, molestaron a Bakugo y ahora había una larga fila de peinados que empezaba en Eri.
- Tienes un hermoso cabello Eri-Chan. - murmuró Ochacko cepillando aquellas hebras blancas.
- ¡Gracias! Uravity-San. Mi abuelo me contó que mi hermana y mi madre lo tienen igual de suave.
Sorano halo mucho el cabello de Ochacko por estar distraída en esa conversación.
-.-.-.-.-.-.
Chisaki miraba como los nuevos entrenaban. Todos eran unos inservibles y no entendía como es que querían pertenecer a los Yakuza. El necesitaba personas fuertes que no le tuvieran miedo a nada y que pudieran matar sin resentimiento alguno.
Sorano era esa chica para el.
Solo era cuestión de tiempo para que ella volviera a ser la de siempre, la chica que el conocía y la que verdaderamente llamaba su atención. Esa chica que no se dejaba dominar y que no le interesaban los demás... incluyéndolo a él.
Chisaki tomó asiento. Nunca sintió que realmente la perdió a pesar de que ella empezó a ir y venir, cuando empezó a cuestionar que lo que hacían estaba mal y cuando empezó a querer cambiar.
En ningún momento sintió que la perdía. Hasta el día que la vio en un charco de su propia sangre. Sorano era fuerte, pero no invencible y del lado de los héroes no le iba a ir bien. Estando con los Yakuza todos darían la vida por ella si de esa forma lo necesitara.
Pero ella tenía un nuevo capricho y era ser heroina. Ya no era más enamorarlo.
¿Aún le importaba?
Era extraño que el castaño se cuestionara ese tipo de cosas. Quizás el alcohol estaba empezando a hacer efecto y por eso sentía esa ausencia.
Una parte de el siempre sintió el vacío. Estaba acostumbrado a tener a Sorano cerca, aprendiendo y molestándolo. La chica solía estar tan cerca de él que adoptó algunos de sus hábitos como llevar un cubrebocas y siempre estar lavándose las manos.
Chisaki quería a Feary de regreso. Sabía que quería cambiar a Sorano aunque eso signifique que ya no va a ser de él nunca más.
¿Que tanto pudo cambiar en tres años?
Hari miraba a su amigo. Estaba sentado mirando a la nada y de vez en cuando fruncía el ceño. Era muy claro para Kai que estaba pensando en Sorano pues ella era la única persona que podía hacer que Kai perdiera la calma y experimentara cualquier otro tipo de emociones.
El Albino sabía que aunque no lo admitiera el amaba a la chiquilla y también sabía que sin importar que tan profundo ella enterrara los sentimientos hacia el eso jamás sería suficiente.
- Hari. Llama a Sorano - exigió el castaño su voz no sonaba feliz
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Destino Entrelazado - Chisaki Kai (BNHA) COMPLETADA
Fanfiction"Mientras mas te acercas a la luz... más grande se hace tu sombra." No puedes escapar de lo que eres, todos tienen el destino escrito en el cuerpo y no importa que tanto le huyas, SIEMPRE vas a volver al mismo camino. Porque el destino tiene un jueg...