23- Te amo

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Sorano jugaba con sus dedos sentada en el sillón. Le dolía el pecho mientras fingía que respiraba normal, Kai estaba frente a ella de pie viéndola fijamente a una distancia más o menos prudente. La de ojos marrones no levantaba el rostro por el miedo a ver la expresión de aquel hombre.

Por su parte Kai la veía ahí asustada y temblando. Comprendió a lo que Airi se refería. Recordó cuando la encontró caminando en la calle tan nerviosa y preocupada que mató a dos personas sin darse cuenta, incluso no se dio cuenta de que había chocado con el.

Tenía tanto pánico que cuando el la sostuvo no llegó a defenderse. La vio ahí indefensa y completamente rota y ahora tenía una segunda visión de eso. Ahora Sorano era quien estaba totalmente frágil y temerosa frente a él. Su Sorano, aquella que siempre fue dura ahora era una chica asustadiza por su culpa.

Suspiró y ella lo miró de reojo, la mirada ámbar se cruzó con la marrón y ella rápidamente volvió a bajar la mirada.

Kai se quitó el cubre-bocas y se arrodilló frente a ella que aún no lo miraba. Se quitó los guantes y colocó sus manos en los muslos desnudos de ella haciéndola temblar.

- Mírame. - susurró tan bajito que ella solo escuchó un siseo. - Sora...

- Dime.

- Mírame... Por favor.

Eso fue suficiente para que su miedo se fuera, verlo sin su cubrebocas era su maldita debilidad y no era un secreto para Kai. La miraba de forma tranquila, aquella mujer lo podía sacar de quicio en un simple pestañeo y lo hacía con bastante placer, pero el odiaba verla aterrada, triste y perdida.

Y el causaba todo eso en ella, haciendo que su corazón se estrujase, bajo la mirada a su vientre, estaba cubierto por el abrigo y sus brazos.

- ¿Me dejas ver? - Sorano junto sus cejas, le preocupaba su reacción. Recordó como Hari y Airi tocaron su puerta, muy heridos y a ella podía pasarle peor.

Podría usar su particularidad en ella y rehacerla a ella y a su bebé fuera de su vientre, lo sabía, lo había visto hacerlo antes.

- No quiero...

- Prometo no hacerte daño.

- Me prometiste eso antes... Y estoy al borde de un colapso solo por tu tacto.- le sostuvo la mirada luego de meses, esa era la Sorano que el quería tener siempre, se odiaba por convertirla en un chihuahua asustadizo.

- Se muy bien lo que hice... Y quiero enmendarlo.

Sorano se mordió el labio, Kai estaba ahí mirándola con los ojos vidriosos haciendo que los ojos dorados brillaran aún más de lo que ya lo hacían. Miró aquellas finas facciones que tanto amaba, deseaba que su hijo fuera tan apuesto como su padre.

Lo deseaba demasiado.

Lentamente retiró sus manos y el abrigo, dejando ver su vientre que a penas se notaba levemente. Kai miraba fijamente, poso si mano en el vientre de Sorano.

- ¿Es mío?

- No, es de un héroe. ¿Tú que crees? ¡Claro que es tuyo!

El castaño sonrió de manera casi imperceptible, su pecho se sentía extraño y la rabia que sintió al principio ya no estaba.

Siempre pensó que eso de ser padre era una total porqueria y Justo por eso Hari estaba encargado de darle la píldora, pero algo salió mal en algún punto y ahora ella estaba embarazada y tratando de huir, el no podía tener un hijo, era un criminal buscado. Tener un hijo era un peligro total.

Lo mejor era que ella huyera.

- ¿Aún quieres irte? - cuestionó ahora tomando la mano de la chica, se había sentado a su lado para hablar mejor. Ella estaba más pálida de lo que ya era.

- Eso es lo mejor... ¿Verdad?

- No quiero que te vayas... Quiero formar parte de ti, de esto.

Aquellas palabras aunque eran simples podían derretir al bloque de hielo más frío. Sorano se quedó viendo aquellos brillantes ojos que la enamoraron desde el primer momento.

- Solo bésame. - y Kai así lo hizo, se acercó a sus labios y la besó, aquel beso era algo que definitivamente ambos necesitaban y no lo sabían.

La mano desnuda de Kai se enredó en el cabello de Sorano y el estaba tan distraído con los labios de ella que no estaba consiente de todo el tiempo que llevaba sin sus guantes.

Poco a poco la ropa fue sobrando por la temperatura que iba subiendo, sus pieles chocando y ambos amándose como debieron hacerlo desde el principio.

-.-.-.-.-.-.-

- Lo entiendo. - dijo Kai mientras la de ojos marrones lo abrazaba, Sorano lloraba mientras Airi no dejaba de tocar la bocina del auto.

- Es lo mejor. - Kai asintió y besó su frente aún con el cubre-bocas color negro puesto.

- Te amo, Kai.

El la abrazó. - También te amo. - susurró en su oído muy bajito.

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Destino Entrelazado - Chisaki Kai (BNHA) COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora