"Mientras mas te acercas a la luz... más grande se hace tu sombra."
No puedes escapar de lo que eres, todos tienen el destino escrito en el cuerpo y no importa que tanto le huyas, SIEMPRE vas a volver al mismo camino.
Porque el destino tiene un jueg...
Sorano y Airi pasaron por la puerta de aquel departamento, dos niños albinos corrían intentando tocarse y otras seis mujeres haciendo cosas en la casa. Los niños pusieron su atención en las mujeres que acababan de llegar.
— ¡Madre! —dijo el albino de ojos turquesa. Sorano frunció el sueño a la vez que abría sus ojos con una enorme sorpresa. ¿Madre? Aquella mujer junto a ella, debía haber una equivocación.
— ¡Pequeño Kai!
Listo, eso era más de lo que la de ojos marrones podía soportar ¿por qué poseía ese nombre? Airi abrazaba al pequeño, todo se veía en cámara lenta ¿Podría ser hijo de Kai?
Sorano terminó hiper-ventilada sentada en un pequeño sofá mientras una chica de cabello rojo y extremadamente largo junto a ella haciendo un abanico con su cabello.
— Tranquila señorita. - dijo la chica mientras le indicaba cómo respirar.
— ¿Que le pasa? — cuestionó otra chica.
Una hora después su respiración por fin se estabilizó, Airi tenía al pequeño en brazos que tenía sus ojos turquesa en ella. Los grandes ojos del pequeño miraban los marrones con una sonrisa.
— Hola. — El Niño movió su mano como saludo.
— ¡Por favor, dime que no! — murmuró viendo los ojos de Airi, una risilla salió de ella y colocó al pequeño albino en la mesa.
— Amor, preséntate.
— Mi nombres es Hayashi Kai, tengo tres años y hablo dos mitades de idioma. — hizo una reverencia.
— Me dará un infarto...
— ¡No es de el! Tiene su nombre porque el me ayudó mucho en su momento... Le debo todo a Kai.
— ¿De quien es?
— Un criminal.
-.-.-.-.-.-.-.
Siete meses y el vientre de Sorano estaba enorme, por un momento pensó que tendría gemelos y casi le da un ataque. Con el tiempo conoció a las chicas y descubrió dos cosas, la primera fue que el otro Niño albino era hijo de Hari y la segunda es que todas ahí estaban o estuvieron involucradas con algún villano.
También todo había cambiado para bien con ella y Kai, el castaño viajaba constantemente a visitar a la madre de su criatura.
— Solo Airi conoce el sexo. — le dijo con una sonrisa. Kai soltó una maldicion bajita.
— Se lo llevará a la tumba.
Los ojos dorados miraron el abultado vientre, era realmente enorme y ninguno de los dos podía creer aún que iban a ser padres y que ahí había una vida creada por ellos, por el que era un criminal y ella que se había vuelto completamente inestable.
El iba hasta dos veces al mes, Sorano no lo sabía pero en la mente del hombre tenían una relación completamente formal.
— ¡Sora-San! ¡Tío Kai! — gritó el hijo de Airi tocando frenéticamente la puerta.
— Si no haces ruido se irá. — murmuró la chica. Kai solo podía estar en la habitación de Sorano y le gustaba estar a solas con ella.
— ¡Vístanse y abran! Kai les quiere enseñar algo par de babosos.
— ¡Madre, la boca!
— Lo siento. ¡Abran!
El castaño se puso de pie y caminó a la puerta para así abrirla. El Niño albino entro con una enorme sonrisa y dando saltitos.
— Muéstrales.
El pequeño Kai juntó sus manos y entre ellas surgió una flama de color azul, su particularidad era de llamas azules y la estaba desarrollando a la edad de cuatro años.
Sorano se llenó de emoción al ver la alegría del niño y Kai viendo su Alegría. El Niño que había heredado su nombre y que había visto crecer era como un hijo para el.
El Niño salió saltando de ahí y Airi lo siguió.
— ¿Te imaginas que particularidad tendrá?
— No me importa. Seré feliz con que esté bien.
Aquello hizo que el corazón de Sorano diera un vuelco, el hombre que ella pensó que la lanzaría por una escalera en el momento en que supiera del embarazo en ese momento estaba más interesado y emocionado que ella. Incluso había estado buscando diferentes nombres y se había llevado un audio del latido del corazón.
Besó sus labios y Sorano sonrió.
— Dos meses más... — murmuró el hombre acariciando su panza.
La de cabello rosado se sonrojó, le gustaba ese Kai apacible. Sin golpes ni gritos. El Kai que ella recordaba cuando era niña.
— Te extrañaremos.
Besó su frente y salió de ahí para encontrarse con Airi que preparaba algo para su retoño. Los ojos negros se enfocaron en el recién llegado.
— No podré volver el siguiente mes. Infórmame de cualquier acontecimiento y llámame al salir de la consulta con el médico.
— Eres tan romántico.
— ¿Entendido? — preguntó ignorando la burla de la chica.
— ¿La amas?
El enorme silencio se apoderó de la cocina a pesar de que un niño estaba presente.
— Si.
— Bien, Entendí. Pero promete estar en el parto...
—No lo se. — Airi lo miró y tomó el cuchillo a su lado. Se acercó y lo tomó por el abrigo.
— Todoroki estuvo el día de mi parto. Lo veo cada que puedo y cada maldito día le hace video llamadas al pequeño Kai. Vas a estar en el nacimiento de tu hijo o te juro que será el único que tengas.
— Aléjate.
— ¿Estarás?
—si.
N/a
El capítulo siguiente quizás sea el final y luego el epílogo.
No he actualizado nada porque tengo mucho trabajo de la universidad y tengo gripe, EL CALOE ME ENFERMA. Y tuve una insolación
Mi cara toda roja por el Infernal sol
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