Ahora además de marcas de mordidas tenía la mano de Chisaki marcada en su cuello, Sorano miraba la marca entre roja y negra con forma de mano que había en su cuello, se debatía si curar el moretón con su peculiaridad o comprar nuevas bufandas.
Le atraía más la segunda opción, esa marca no era porque Chisaki la había apretado, claro que no pues el jamás sería capaz de lastimarla de esa forma, sino que había tratado de usar su particularidad en ella y de alguna forma que ninguno sabía ella era inmune. Ni sus efectos negativos ni los positivos, cuando el trata de volverla nada simplemente se le hace un hematoma doloroso.
Ese era muy doloroso. Kai se encontraba furioso con ella y había sostenido su cuello por mucho tiempo. Lágrimas empezaron a salir de la pelirosa al golpear la pared con su puño, Chisaki ya sabía que ella había salido con Mirio, todo por culpa del nuevo con nombre que a nadie le importa, ella iba a proteger a Mirio de Chisaki costara lo que costara, era una heroina y ese era su trabajo... se lo debía.
Respiró profundo y se tomó el cuello. Al cabo de unos minutos la marca ya no estaba y Sorano se encontraba sudada, con lágrimas en los ojos y la respiración entrecortada. Usar su particularidad curativa en sí misma era algo simplemente Horrible, el dolor era mayor y le dejaba bastante débil.
-.-.-.-.
Sorano miró a los 16 chicos que había frente a ella, todos estaban listos para atacarla y según podía ver en sus pupilas ellos tenían en su sistema esa droga que amplifica particularidades. Maldijo a Chisaki, ese era el supuesto castigo por no presentarse por tres días, este día no se presentó sino que fue obligada.
Dos con particularidad de larga distancia la atacaron con agua y pinchos de roca que ella esquivó.
— Tienen que saber que yo no estoy aquí encerrada con ustedes. Ustedes están encerrados aquí conmigo.
Después de eso el cuarto se inundó en una nube negra y empezaron los gritos de todos los que había allí. Hari abrió la puerta y Sorano salió de ahí directo a Chisaki que se encontraba sentado en el sofá de la sala. Los dorados ojos se encontraron con los marrones que estaban llenos de furia. Se acercó a él y le lanzó un puñetazo.
Mimic la sostuvo al ver como se atrevió a levantarle la mano a su jefe, quizás si fuera otra persona ya estaría muerto pero tenía órdenes de no ponerle un dedo a Sorano, además de que ella reaccionaría.
Chisaki la tomó del cabello y arrastró hasta su habitación.
— ¡Maldito seas! Deja de hacer eso. - gritó molesta. Sabía que eso nunca pararía, la única estrategia que el castaño tenía para controlarla era esa: tomarla por el cabello.
Se quedó ahí en el suelo mientras Chisaki se quitaba ambos cubre bocas, la mejilla del chico tenía tres líneas rojas que sanó el mismo con ayuda de su particularidad, Sorano no solo había logrado golpearlo sino que también lo rasguñó. Se encontraba furiosa.
— No quiero pelear contigo - llego a decir el castaño.
— Lo disimulas bien.
Sorano estaba furiosa, más de lo que acostumbraba. Vio a Chisaki con la vista fija en ella a travez del espejo y eso la enojaba aún más.
Recordó la primera vez que estuvo en ese mismo lugar...
Sorano con 10 años se encontraba sentada encima de la alfombra que estaba en el centro de la habitación de Chisaki, estaba roja por los nervios de estar ahí por primera vez, en el cuarto de el amor de su vida.
Por su parte un Chisaki de 17 años rebuscaba algo en los cajones, una pequeña maldicion salió de los labios del chico (cosa de la que se abstenía estando cerca de ella)
Encontró aquello que buscaba, una pulsera con un dije de corazón envuelto en una caja plateada.
- ¡Es muy, muy bonito Kai! - dijo emocionada la pelirosada.
- Es para ti.
- Oh~ - se sonrojó - no es necesario que me regales nada. Fue un regalo sin interés.
- Por favor acéptalo.
Sorano mordió el interior de su mejilla. Los nervios la estaban matando al ver a Kai frente a ella pidiéndole que aceptara el regalo, ¡era un sueño! El amor de su vida y ella en esa posición.
Extendió su mano para que el chico le colocara aquella hermosa pulsera, más que sonrojada ella estaba totalmente roja.
- ¡Gracias! Gracias. Me gusta mucho. ¿Te puedo abrazar?
Chisaki abrió los ojos con sorpresa, Sorano siempre estaba a su lado hablando y contándole algún chiste, de vez en cuando le decía que se casarían lo que le causaba mucha gracias a Chisaki. Pero, muy importante era que ella siempre respetaba su espacio, sin tocar, pero esta vez quería abrazarlo. ¿Por qué no? El podía hacer un esfuerzo por aquella dulce niña.
Asintió.
Sorano se emocionó, el primer abrazo que le daba a Chisaki y lo recordaría toda su vida, sabía que para el chico eso era algo difícil pero lo hacía por ella y eso era suficiente.
Se separaron y Chisaki estaba rojo, aguantaba la respiración.
- ¡Gracias! Nunca olvidare esto. Te quiero Kai.
- También te quiero Sorano, eres nuestra niña.
La chica sonrió sonrojada, tal vez su sueño de casarse con el nunca se cumpliría. Pero era feliz estando a su lado.
- ¿Sabes? Mientras tenga esta mi corazón te pertenecerá.
Las lágrimas seguían cayendo. La rabia que sentía se juntaba con la nostalgia de aquel hermoso recuerdo. ¿Que le pasó a su Chisaki? A ese que tenía su corazón desde que lo conoció. ¿Que le había pasado a ella? La dulce chica que lo amaba incondicionalmente.
Miró su muñeca y aún tenía aquella pulsera, desde aquel día jamás se la había quitado. "Mientras tenga esto mi corazón te pertenecerá" Chisaki también miraba la muñeca de la chica, tal vez en su mente estaba el mismo recuerdo que ella tenía.
Se arrodilló ante ella. El dorado y el marrón se miraban. Ella mordía su labio inferior para que el puchero no saliera, ya con las lágrimas en su rostro era suficiente.
— Aléjate de mi.
— ¿Aún me pertenece tu corazón? - preguntó ignorando la petición de la chica, el también recordaba eso qué pasó hace ocho años... ahí donde comenzó toda esa historia.
Sorano guardó silencio y Kai ya había limpiado las lágrimas de la chica. Aunque la pelirosado se negara, se engañará o escapara sabía que su corazón solo era de él, desde el principio era suyo y ella sabía que el corazón del castaño le pertenecía a ella por encima de cualquier cosa.
Kai se acercaba a besarla y aunque al principio ella se alejó, quien terminó por acortar la distancia de sus labios fue ella.
Ese beso era dulce, más posesivo pero tierno. En ese beso Sorano pudo sentir todo el amor que Chisaki le tenía y que nunca le confesaría con sus palabras.
— Mi corazón siempre será tuyo... - susurró mientras el la acunaba en sus brazos.
Instagram: _Deyanirap
Twitter: _Deyanirap
TWICH: FlynotemusicrdAquí el código de mis podcast
ESTÁS LEYENDO
Destino Entrelazado - Chisaki Kai (BNHA) COMPLETADA
Fanfic"Mientras mas te acercas a la luz... más grande se hace tu sombra." No puedes escapar de lo que eres, todos tienen el destino escrito en el cuerpo y no importa que tanto le huyas, SIEMPRE vas a volver al mismo camino. Porque el destino tiene un jueg...