"Mi primer beso" [Malec]

✨Cap.11:"Vega y Altair"✨

¿Conoces esa sensación desepcionante, cuando tus sueños, los que creías que se habían vuelto realidad, luego de luchar por ello y haberlo conseguido, se evaporan y desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, dejándote desilusionado y con ganas de regresar el tiempo y elegir jamás haber soñado con cumplir ese objetivo?

Bueno, en estos momentos me siento de esa forma: Decepcionado.

Mi primer beso fue total y completamente perfecto, tal y como lo había soñado, con el único detalle que lo arruinó todo.

Alec me abandonó después de ese increíble beso.

Toda la desilusión me inundó, me sentí tan triste al verlo correr lejos de mí.

Me quedé ahí sentado, en la arena fría, observando el cielo con una de mis manos sosteniendo el collar alrededor de mi cuello, el cual Alec me había obsequiado hace unos momentos. Pude sentir mi vista borrosa a causa de las lágrimas que se acumulaban en mis ojos. Junté mis rodillas a mi pecho y enterré en ellas mi cara. Sentí la humedad de las lágrimas recorrer mis mejillas. Los sollozos se apoderaron de mi aliento y un nudo se formó en mi garganta.

Me quedé en esa posición por varios minutos, dejando que las lágrimas escaparan. Eran lágrimas llenas de sensaciones combinadas. Algunas eran de felicidad por que Alec Lightwood me besó y fue maravilloso. Pero algunas otras eran de desilusión, por haber visto arrepentimiento en los ojos de Alexander luego de compartir aquel beso.

¡Pero si fue él quien me besó!

¡Él tomó la iniciativa de besarme, fue él quien lo hizo, no yo!

Tomé el frisbee en mis manos, dirigí mi vista nuevamente hacia el cielo, apreciando las brillantes estrellas que decoraban ese cielo oscuro y un recuerdo de cuando Alec y yo teníamos 11 años vino a mi mente...

*

—¡Magnus!

La voz de Alec causó que girara a verlo al otro lado de la ventana en su habitación. Yo mientras tanto estaba en mi habitación leyendo un libro recostado en mi cama. Me incorporé y me acerqué a mi ventana. Ya era de noche pero aún seguía despierto a esa hora, y por lo que veo Alec también lo estaba.

—¿Qué pasa?— pregunté con una sonrisa en mi rostro.

—¿Ya has visto el cielo?— preguntó Alec mirando en dirección al cielo. Yo dirigí mi mirada a la misma dirección que él y pude notar que era un cielo casi totalmente oscuro, sólo percibí dos estrellas decorando ese azul fosco.

—Es extraño ¿no crees? no hay estrellas esta noche— dijo Alec conectando nuestras miradas.

—Es más o menos cierto, sólo que si miras bien hay dos estrellas ahí, muy separadas para mi gusto.

Alec soltó una risa silenciosa mientras me miraba.

—¿Qué es tan gracioso?— pregunté con un tono divertido en mi voz.

_Nada, es sólo que recordé la clase de historia que tuvimos hoy — Sonreí al entender de qué hablaba Alec.

—¿Hablas sobre la lectura de la leyenda de las estrellas Vega y Altair?

—De esa misma. Es una coincidencia que hoy sea 7 de julio, el mismo día en que se desarrolla esa leyenda. Aunque su historia me pareció muy dramática. Dejar que se vieran sólo la noche del séptimo día del séptimo mes. Y sólo si el clima es adecuado para que pudiera crearse en el lago el puente que les permitiera estar en los brazos del otro.