Rebeldes sin causa

¿Como empiezo? Quizás primero lo esencial. Mi nombre es Peyton Wisston. Acabo de cumplir 17. Soy huérfana. Escape de mi casa a los 10 años cuando mi madre se convirtió en una drogadicta gracias al abandono de mi padre. El maltrato y el poco cuidado con el que me mantenía no pude soportarlo y escape sin saber a que me afrentaría.

Fueron varios días los que vague por las calles de la ciudad de Washington. Con hambre, sed y sin techo del cual protegerme de la lluvia. Alguien llego a mi rescate. David me encontró en medio de uno de los callejones mas peligrosos de la ciudad. Un simple hombre con estilo algo alocado y la edad no mas de 30 años.

Me ofreció un hogar. Un lugar donde tendría comida, cama y todo lo que me seria esencial. Con tan solo 10 años tome la gran decisión de aceptar. Sabia que aceptar algo así de un completo desconocido era peligroso pero aun así me fui con él.

Me llevo a una casa. Con un garaje extremadamente grande al igual que él patio que estaba dentro de la extensa casa. La motos que estaban en el patio con las herramientas expuestas en el suelo, me dieron a entender que era un taller. Al fondo del patio había una casa y otra mas pequeña perdida entre los arboles del gran terreno.

No estaba sola, tres chicos de aproximadamente mi edad también se alojaban en la casa. Ryan, Jaxon y Raquel. Todos ellos habían sido recogidos al igual que yo . Ryan fue primero hace dos años, cuando tenia 12. Jaxon fue el segundo hace un año, cuando cumplia los 13 y hace no mas de dos meses Raquel, que tiene exactamente mi edad. Me hicieron parte de la familia y después llegaron Treyton y Nicole.

Durante años conocemos las reglas del lugar. David las dejo claras cuando recogio de las calles a cada uno. Aprender a arreglar una moto en el día y aprender a robar por las noches. Ambas cosas los hacíamos para mantenernos y salvarnos de la pobreza. Con el tiempo nos volvimos expertos con las herramientas y el arte del robo. Poco a poco nos volvimos Rebeldes sin causa.