— Shiro, la cena está lista — estuvo a punto de sacar la pistola que escondía bajo su ropa y meterse un tiro. Llevaban así 3 semanas, puede que haya drogado a sus pequeños solo un poco, pero por amor al cielo que aquello era injusto.
Miró a su pícaro castaño vestido única y exclusivamente para hacer que se sintiera peor. Tan sólo con una de sus camisetas, porque sí, se había asegurado de demostrar que no traía ropa interior.
Sin decir nada se puso de pie y lo siguió hasta el comedor, una vez ahí vió a Keith en el mismo estado, pero con un intenso sonrojo en su rostro. Sabía que todo eso había sido obra de Lance. Keith era muy discreto excepto con él, se dejaba ir completamente, era muy sexy y provocativo cuando quería.
— No me quedaré a dormir, voy a salir con unos amigos — mentira, esa estúpida es rabieta terminaba ahí y en ese preciso momento.
— ¿Por qué? — preguntó Keith apretando sus puños con rabia y Lance le obsequió una de sus peores miradas, estaban furiosos. Justo como planeaba.
— Porque ustedes no me quieren aquí, bueno, eso era todo se me hace tarde — se levantó tan rápido como pudo, tomó su chaqueta y salió de la casa. Iría a beber en un bar un rato, solo hasta que estuviera seguro de que sus angelitos enloquecieran.
No se atrevió a mirar sus caritas ultrajadas y salió de la casa.
Se sentía patético por la inmensa culpa que le invadió el corazón.
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Un Amor Poco Convencional
FanfictionLo ofrecido es deuda he aquí lo que les comenté que haría.