— Daddy... — el pobre castaño trató de salvar su pequeño trasero de su cruel destino, pero por supuesto no pudo hacerlo cuando una mano pasó deslizándose delicadamente sobre su trasero detendiendo de golpe sus fallidos intentos.
— Sabes que no pueden decir improperios, así que ahora sonríe para Daddy y acepta las consecuencias — tenía las manos amarradas al igual que las piernas, se encontraba en posición perrito y apenas podía respirar. Sabía que iba a dolerle, pero ni el mismísimo Lucifer entendería cuanto le exitaba.
El primer golpe llegó de sorpresa arrancándole al menor un grito agudo desde lo profundo de su garganta, pero aún así su flácido miembro se arqueo levemente. El segundo golpe fue más rápido, como si hubiera sido horizontal y su miembro empezó a erguirse.
— ¿Esto te gusta, mi pequeño y pervertido Lance? — un tercer golpe y en seguida un cuarto, su miembro ya estaba erguido en todo su esplendor.
— No — murmuró bajito, como un lamento, y sintió como el mayor introducía de golpe 3 dedos en su entrada. Una vez más su voz se escapó en un grito que más bien parecía un gemido.
— Así que ahora también mientes, ¿Eh? ¿Qué tal si usamos esa boquita sucia para algo más productivo? — cerró sus ojos levemente intimidado por las palabras de su Daddy y por su mente cruzó la lista de normas que habían impuesto después de su primer encuentro.
1. Las órdenes de Daddy son absolutas.
2. Quien no cumpla con normas u órdenes recibirá el castigo que Daddy crea conveniente.
3. Los sumisos deben llevar una relación estable.
4. Daddy solo besará boquitas limpias, nada de improperios, nada de mentiras.Y así... Una larga lista que no pudo acabar al escuchar la bragueta del mayor bajar. Abrió sus ojos, pero todo estaba oscuro, ¿Cuándo le había vendado los ojos y con qué? O más importante ¿Cómo conejos no se dió cuenta?
Abrió su boca en un fallido intento por preguntar qué estaba pasando, las palabras se atascaron en su garganta cuando un enorme miembro evitó que pudiera emitir palabra, o si quiera respirar. Profundo pero no lo suficiente para lastimarlo.
— Chupa —
Por instinto apretó sus labios al rededor de la gran paleta en su boca, pero al escuchar la orden no dudó en acatarla. Empezó a mover su cabeza, de adelante hacia atrás, en un vaivén bastante intenso.
Al vaivén se le unieron leves embestidas, que se transformaron en bestiales antes que el clímax tratará de ahogarlos bajo olas de placer, ya que a pesar de la brusquedad y la falta de atención, el desnudo castaño se había corrido entre sus piernas mientras el mayor en su boca.
— Ahora, mi amor, traga —
ESTÁS LEYENDO
Un Amor Poco Convencional
FanficLo ofrecido es deuda he aquí lo que les comenté que haría.